Un exorcista entrevista
al Diablo
Autor: P. Domenico Mondrone S.I.
Capítulo 8: Sexto encuentro
Una tarde apenas había entrado en la habitación, y cogido por sorpresa por
el imprevisto estrépito de un galope que me tuvo la respiración suspendida
y me hizo comprender que se trataba de él.
«Esta vez has venido con el propósito de asustarme».
"Si pudiese hacerlo, sabría muy bien cómo hacerte temblar de miedo. Tu
no sabes que tengo la fuerza de hacer temblar toda la tierra, si quiero.
Tengo la fuerza de aguantar esta pelota del globo donde habitáis y
lanzarla contra los demás astros o incluso tirarla en una de las bolsas
solares y reducirla a cenizas."
“Has dicho: si quiero pero precisamente es esto lo que tú no puedes hacer.
¡El mundo está en manos de Aquel que lo ha creado, no en tus manos, bufón!
Sé muy bien qué serías capaz de hacerlo; pero, encadenado como estás, no
puedes dar miedo ni siquiera a un niño. Una vez más, tú eres un perro
atado a una cadena. La inocencia de un niño te da miedo como la espada
llameante de un arcángel".
* * *
"Goza de tu seguridad. Ahora te digo que pronto llegarán días en los
cuales todo el mundo temblará con mi avanzada. Estoy preparando un
desbarajuste universal que no te lo puedes imaginar"
“¿La bomba atómica?”
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“Mucho peor. Antes, y más que todo esto, me importa el desconcierto de
la humanidad entera, comenzando por la Iglesia, que debe ser la primera en
desaparecer, esta durísima Iglesia Católica., que ahora la haré
desaparecer en un baño de sangre”.
"Si Dios te lo permitiera..."
“Lo sé: os refugiáis en el viejo versículo “no prevalecerán". Sin
embargo prevaleceremos. La meteremos en desconcierto, combatiéndola desde
dentro”.
"Será quizás una prueba más fuerte que otras sufridas en el pasado. Una
nueva gran marea. Después el Señor te dirá: «basta» y sobre tus ruinas
resplandecerá de nuevo el sol de su triunfo. Purificada, la Iglesia
florecerá como en primavera.
“Sin embargo el golpe que estoy preparando no será como los otros.
Hasta ahora, en la Iglesia, a la que cogía por asalto, había un punto
invencible de resistencia que me hizo perder muchísimos ataques. ¡Ahora
verás!"
“Hace pocos decenios inspiré a Lenin, uno de mis mejores colaboradores,
que para acabar con la religión era más importante introducir la lucha de
clases en el seno de la Iglesia que atacar de frente la religión. Se trata
de obrar disolviendo, de formar focos de división entre los fieles, pero
sobre todo en los ambientes eclesiásticos y religiosos. Dividir a los
obispos en dos bloques: los integristas y los progresistas. Revelar a los
sacerdotes contra los obispos con miles de pretextos. Atacar de frente a
la iglesia como combatiendo, para su bien, sus estructuras anticuadas y
los abusos que la desfiguran. Con hábiles golpes formar en los ambientes
eclesiásticos núcleos insatisfechos para atraerles poco a poco al clima
fecundo de la lucha de clases. Adaptación lenta y paciente, con
infiltración de nuevos contenidos en las ideas tradicionales. Se trata no
de liquidar, en un primer momento a la Iglesia, si no de ponerla en el
dique seco, incorporándola al servicio de la revolución comunista. El
resto vendrá después”.* * *
Una pausa alargada durante la cual miraba a mi Virgencita y mentalmente la
invocaba. La voz volvió con un tono ronco, rabioso como rugido de bestia.
El maligno subrayaba así sus propósitos catastróficos.
“Ahora estoy preparando un asalto táctico sobre todo contra aquel
vestido de blanco. Él tiene sus activistas fanáticos. Me hace reír. ¡Que
se atrevan a encontrarse con los míos! A los míos los escogeré sobre todo
entre los suyos. Serán las mejores palancas. Comenzaré a encerrarlo poco a
poco en un aislamiento completo. Induciré a sectores enteros de la
cristiandad a abandonarlo. ¡Después vendrá el asalto que lo eliminará!"
"Hablas con tal seguridad que simplemente te hace ridículo”
“Con una seguridad, como puedes ver, que no tengo ni el menor miedo de
revelarte mis planes. Por lo demás, ¿qué podrías tú contra ellos?"
"Orar al Señor para que te fulmine y para que la Virgen tenga bien
custodiado a aquel vestido de blanco, que es su hijo predilecto”.
Él respondió con una palabrota y inmediatamente volvió a la carga:
“En un segundo momento trabajaré uno a uno a todos los párrocos con
respecto a su pastor. Hoy el concepto de autoridad no funciona como antes.
He logrado darle un golpe imprevisto e irreparable. El mito de la
obediencia está ya superado. Por esta vía la Iglesia será llevada a la
pulverización. Mientras tanto voy adelante diezmando continuamente a los
sacerdotes, a los frailes hasta llegar a vaciar totalmente los seminarios
y los conventos. Quitados del medio los así llamados `obreros de la viña´,
se introducirán los míos y tendrán vía libre en su trabajo definitivo”.
* * *
"Pareces un estratega rico en fantasía, no hay nada que decir. Salvo que
programas todo como si Cristo, el verdadero Jefe de la Iglesia, la hubiese
abandonado para siempre y Él estuviese nuevamente muerto sin esperanza de
resurrección. Tú, bufón grandilocuente, no ignoras que la Iglesia es Él.
Ella es su Cuerpo místico. Y sabes bien que detrás del pastor visible está
Él invisible y Él es fiel a la palabra dada: «No tengáis miedo, dijo, Yo
estoy con vosotros hasta la consumación de los siglos».Prueba y verás,
tendrás que encontrártelas con Él y ¡huirás ante su sola presencia¡.
Además, está María, Ella es la Madre de la Iglesia y basta una señal suya
para tener paralizados a todos los ejércitos infernales”.
“Los acostumbrados viejos chismes. Todos estáis embutidos en frases
hechas. Todos estáis adiestrados en el uso de estos temas comunes. Hoy,
los primeros en reírse de estas frases hechas son vuestros sacerdotes,
vuestros doctores, a los que yo he hinchado con el espíritu del orgullo y
con el espíritu de rebelión. Mira cómo han sabido cambiar el moho
teológico por los grandes ideales de la historia. Me he preparado y me he
llevado a mi bando a sacerdotes politiqueros, a sacerdotes que apenas
dicen Misa alguna, a sacerdotes chacharacheros, que asiduamente frecuentan
ciertos grupos errados, a la caza de citas galantes, y cuando en torno a
ellos surge el escándalo, en vez de avergonzarse como antes, se
vanaglorian con alegría, y se sienten felices de haberse liberado de pesos
insoportables. ¡Y ni decirte de los sacerdotes que sólo piensan en hacer
dinero! Todos estos son mis mejores obreros".
"Has recorrido ya en el pasado los mismos caminos y Dios te ha dejado
realizar también algunas conquistas. Sin embargo recuerda que cuando
parecía que la plaga iba a gangrenarse y a extenderse a todo el cuerpo, Él
intervino sin movilizar contra ti a ejércitos espectaculares, sino
trabajando con unos pocos, en el silencio.
Tú cuentas con la masa, Él cuenta con unos pocos. Cuántas veces Él nos ha
hecho ver que sirve más a la Iglesia un pequeño número de auténticos
sacerdotes y religiosos, llenos de espíritu evangélico verdaderamente
impregnados de fermento evangélico, impregnados de Amor y fervor,
preparados a la renuncia, dispuestos al sacrificio total, quiero decir: Él
cuenta con unos pocos santos mas que con una masa de sacerdotes
burócratas, secularizados, embebidos en la mundanidad y mujeriegos. Dios
te los regala, no sabe qué hacer con ellos, Él se servirá de unos pocos,
pero serán suyos, y con éstos restaurará su Iglesia”.
“Estoy seguro de que te darás cuenta de que hoy en la Iglesia se encuentra
trabajando un buen frente de almas silenciosas, no importa de que
condición ni raza, especialmente sacerdotes y religiosos, que se preparan
para combatirte, Muchos de ellos se unen en el nombre de María, proceden
de nidos de oración y de amor a la Iglesia, y de obediencia al Papa.
Trabajan por una Iglesia consolidada en su unidad y aceptan toda
renovación legítima, pero rechazan las innovaciones arbitrarias, y están
persuadidos del servicio insustituible del romano Pontífice y se aprietan
en torno suyo como al único principio verdaderamente sólido de su unidad.
Esta persuasión también se va haciendo camino secretamente entre algunos
hermanos separados".
“Son almas silenciosas, que en vez de agitarse, trabajan en vez de
proclamar discursos grandilocuentes, oran; en vez de pedir reformas
continuamente, se reforman. Son almas escondidas, de las que sería difícil
hacer una estadística, pero se sabe que existen, realmente se encuentran
por todas partes, y se reúnen en grupos de oración y fraternidad. Quizás
nunca como hoy florecen tantos Santos en la Iglesia. ¡Cuántos grupos de
almas fervientes vemos surgir al servicio de la Iglesia!. Ella cuenta con
éstos grupos, en su capacidad de fermentar a la masa. Son las revanchas de
la generosidad divina a favor de la iglesia. Almas que trabajan en un
apostolado capilar, que van descubriendo el rostro de Cristo en el
ejercicio de la Caridad hacía sus hermanos, los pobres, los marginados,
los más necesitados".
“¡No, espíritu rebelde! El balance de la acción de Dios en el mundo y en
la Iglesia no es un fracaso. El curso de su acción no está paralizado por
tus sabotajes. La Iglesia tiene direcciones y brotes que son invisibles y
lejanos; pero Él está actuando siempre en Ella. ¡Invencible es Él!
¡Invencible es Ella! Y tú lo sabes, tú lo crees y tú solamente puedes
aprovechar al máximo el tiempo que todavía te queda para hacer el mal. El
día en que nuevamente escuches con pavor "Quien como Dios", será el día de
tu derrota definitiva. ¡Para siempre!".
A este punto mi interlocutor se había ya marchado.
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