DIABLO/EXORCISMO

SUMARIO: 

I. Interés actual
1. Cultos satánicos; 
2. El cine y lo demoníaco; 
3. Ocultismo y brujería; 
4. La literatura y lo demoníaco; 
5. El sentido del misterio; 
8. La cultura de la droga.

II. El significado de diablo
1. Separación de Dios (alienación) y conflicto con cualquier otra existencia; 
2. Dominio del mundo secular; 
3. El poder de manipular las mentes de los hombres; 
4. Obligación contractual; 
5. El rechazo; 
6. La expulsión 

III. Origen del concepto y funciones del diablo
1. Causa seductora del pecado (tentador); 
2. El horrible resultado del pecado; 
3. El diablo como ángel disfuncionante 

IV. La fenomenología de lo demoníaco
1. El fenómeno prebíblico y postbíblico: 
2. Interpretaciones diversas del fenómeno; 
3. Interpretaciones diversas por parte de los cristianos 

V. Posesión demoníaca en el NT
1. Posesión y enfermedad; 
2. ¿Jesús, exorcista?; 
3. Exorcismo y curación 

VI. El exorcismo
1. Exorcismo como oración; 
2. Exorcismo como signo; 
3. Exorcismo e Iglesia; 
4. Exorcismo y psicología; 
5. Criterios que justifican un exorcismo 

Vll. ¿Existe el diablo?
1. Los concilios; 
2. Pablo VI; 
3. Baudelaire, Bultmann, Rahner; 
4. Argumento común contrario; 
5. Tres puntos de vista diversos; 
8. Más en el NT que en el AT; 
7. Enseñanza ordinaria de la Iglesia.

 

1. Interés actual

El profesor John Cooper, decano de la facultad de filosofía de la Eastern Kentucky University, ha afirmado que existen "centenares de personas para las que el culto a Satanás, tomado en el sentido serio del término o en sentido simbólico como signo de su alienación, es muy real".

1. CULTOS SATÁNICOS  
Charlle and the Devil, articulo escrito por Edward Sanders, explica la conciencia de lo diabólico en el plan de Charles Manson de asesinar a los Tate. Patricia Krenwinkel, una de las asesinas subyugadas por el influjo de Manson, sentía que había sido llamada por el diablo para aquella monstruosa empresa. Manson pretendía que era sólo un reflejo de quienes le rodeaban, que estaba "muerto en la cabeza" y, por tanto, manejado por el alma. Sanders sostiene que Manson había sido influido por la "Process Church of the Final Judgment", organización que ha abrazado la causa de la matanza del "fin del mundo". En un cierto momento, los "procesadores" son invitados a dedicarse a un prolongado culto de Satanás que incluye ceremonias demoníacas.

La "Process Church of the Final Judgment" es una sociedad secreta inglesa, que intenta celebrar y apresurar el fin del mundo mediante el asesinato, la violencia y el caos, sociedad cuyos miembros están convencidos de sobrevivir a ese baile de sangre como pueblo elegido. Los "procesadores", con capa y traje negro, habían llegado a Los Ángeles a principios de 1988. Uno de sus mandamientos decía: "Debes matar". Aparecieron tranquilamente en público hasta pocos días después del asesinato de Robert Kennedy. En 1988 trabajaban activamente en las Santa Cruz Mountains, en San Francisco, Los Angeles, Nueva York, Nueva Orleans, así como en su casa madre de Londres. Según uno de sus confederados, Manson habría exaltado en sus lecciones sobre el asesinato a la Process Church desde 1989. El y algunos otros miembros de su familia comenzaron a vestir capas negras y ropa teñida de negro, como los miembros de aquella iglesia.

Otros dos cultos satánicos, que, según Sanders, han influido en Manson son la Logia Solar de la "Ordo Templi Orientis", culto mágico especializado en beber sangre, en magias sexuales sádicas y sodomíticas y en el odio a los negros, así como un oscuro grupo secreto llamado "Kirke Order of Dog Blood" dedicado al "culto del mal"

La "Ordo Templi Orientis" se fundó en Alemania en 1902. Su culto se propone continuar la obra de la orden de los caballeros templarios. En 1911, Aleister Crowley formó su propio "capitulo" en Inglaterra. Desde entonces ha proseguido su actividad y, al presente, su cuartel general se encuentra en Suiza. Uno de los herederos espirituales de Crowley fue Jean Brayton, que dio vida a una logia solar de unos cincuenta miembros, situada en los edificios de entrada del campus de la University of Southern (California), con una red de casas de culto y una librería.

Los dos primeros grados de "Brayton Hollywood Cult", los llamados grados de Minerva, no incluyen beber sangre. Pero los niveles superiores se deleitan en sacrificar gatos, perros, gallinas y cabras, bebiendo su sangre, así como, según se dice, en realizar actos de magia sexual, mientras la sangre animal es derramada sobre los fornicadores. Beber la sangre de los animales es una nueva forma de vampirismo psicodélico, que intenta obtener con la sangre reacciones orgiásticas mientras se está bajo el efecto de la droga.

La "Kirke Order of Dog Blood" está dirigida por una mujer, que es adorada por sus miembros. Sus aproximadamente cuarenta secuaces creen que es la reencarnación de Circe o, en griego, Kirke. Los adeptos a este culto graban en su pecho la llamada estrella de Circe, una estrella de cuatro puntas que nacen de un rectángulo y, evidentemente, lo hacen para llevar un signo de que son sus adoradores. Se reúnen dos veces al mes, durante la luna nueva y la luna llena. Sacrifican animales y practican el vampirismo animal.

Miembros de la sección de homicidios de la policía de Seattle han referido al autor que florecen muchos cultos satánicos en Seattle y en el Estado de Washington, donde a menudo se descubren restos de animales sacrificados. Se estima que más de un centenar de víctimas humanas han sido sacrificadas por estos cultos en el curso de un año en Estados Unidos. Las zonas salvajes del noroeste de Montana y la región de Flathead Lake están infestadas de los mismos cultos, según un oficial de la policía de Seattle, enviado a Montana para estudiar el problema.

La existencia de estos cultos es solamente un aspecto del recrudecimiento del interés por lo demoníaco. Hacen pensar que quienes buscan a Satanás quizá ya lo han encontrado. Asistimos a una reviviscencia de la fe en los demonios, en los espíritus malos, los cuales se considera que tientan y extravían a los hombres, que en algunos casos son capaces de poseerlos, y que con frecuencia infestan ciertos lugares convirtiéndolos en aterradores. En este contexto, el autor comparte el punto de vista expresado en The Month, del 3 de marzo de 1974: "Parece que hay urgente necesidad de nuevos ritos sacramentales, tanto para las posesiones como para las infestaciones afirmadas; ritos que demuestren ante todo que el poder y el temor de Dios son más grandes que cualquier poder adverso, sea cual sea, y que reintegren a las almas afligidas en la vida normal de la comunidad cristiana, asegurándolas que Dios cuida de ellas y las protege. Con esto no queremos decir que no haya lugar para una acción directamente autoritaria encaminada a perseguir el mal; pero es mejor y más prudente mostrarse reticentes respecto a la naturaleza precisa del mal. También el evangelio nos pone en guardia cuando recuerda la figura del hombre liberado de la posesión demoníaca, cuyo estado último fue siete veces peor que el primero. El exorcismo sólo puede ser un primer paso hacia la rehabilitación".

2. EL CINE Y LO DEMONÍACO 
William Peter Blatty, autor del tema y del guión de la película El exorcista, captó muy bien la mentalidad popular cuando comenzó a escribir esta historia de posesión diabólica. La contracultura juvenil estaba en pleno florecimiento, y uno de sus elementos era el satanismo, que era en parte una broma, en parte neurótico, en parte una fuga y en parte mortalmente serio.

El diablo, los demonios y las brujas no solamente han fascinado a la humanidad en el curso de los siglos, sino que también en época reciente han interesado al mundo del cine. Por lo que concierne a los medios de comunicación social, quizá no sea exagerado afirmar que el diablo ha eclipsado a Dios en cuanto a popularidad. Aparece a menudo bajo una u otra forma horrible. Pero jamás ha adoptado un aspecto más repelente y vivido que el asumido en El exorcista, el prototipo de las películas de horror. El rechazo implícito que el filme hace de las respuestas dadas por la medicina y la psicología (lo que le ha merecido severas críticas) equivale simplemente a admitir que el hombre no puede nunca comprender hasta el fondo su propio mundo, por no hablar del universo. Bajo este aspecto, John Hartl, critico cinematográfico del Seattle Times, estima que el filme se niega a violar el misterio de que trata; suscita un temor religioso no porque estimule la fe en el diablo (en realidad, es muy ambivalente desde este punto de vista), sino porque nos recuerda lo poco que realmente conocemos y cómo podemos encontrarnos inermes ante algo que no encaja en nuestro modo restringido y convencional de ver la realidad. Hartl concluye que esta película es "una bofetada en la cara a aquel tipo de orgullo que alimenta un sentimiento de seguridad y de omnisciencia que el hombre jamás puede justificar. Es el desconcierto producido por esta bofetada -y no el demonio, el vómito y la levitación del lecho, o bien el lenguaje trivial- lo que deja atónitos a críticos y a público".

El exorcista ha sabido captar la imaginación popular y graduar las ansiedades, las fantasías y temores subterráneos que se han manifestado últimamente en el seno de la sociedad contemporánea. Orquesta dramáticamente el interés actual por el ocultismo, los fenómenos psíquicos, el satanismo y la aspiración humana a cualquier forma de toma de conciencia de las propias inclinaciones destructivas. Los jóvenes, algunos de los cuales han experimentado en primera persona la "conciencia alterada" producida por las drogas alucinógenas, aceptan con facilidad esta historia de una posesión diabólica. Los mismos "Jesus Freaks" han saludado con entusiasmo la evocación que realiza del poder demoníaco.

3. OCULTISMO Y BRUJERÍA

La reciente oleada de interés por el ocultismo y la brujería nos dice en particular que cierto número de personas se orientan en esta dirección porque se sienten insatisfechas con sus lazos religiosos precedentes. Para otros, el ocultismo y la brujería ofrecen un fuerte sentido de participación y una sensación de bienestar. Algunos se sienten atraídos por la promesa de la brujería de dotar a quienes la practican con el poder de hacer encantamientos, de conquistar amantes, de curar verrugas, de perjudicar a los enemigos y de satisfacer de otros modos los deseos propios con medios mágicos. A veces, los jóvenes se dedican a la brujería por diversión; como si se tratase de una forma de excitación sin el uso de drogas, producida por ritos misteriosos, por la desnudez, los hechizos, el incienso, la danza y comportamientos similares.

Los tipos de brujería varían de agrupación a agrupación, de culto a culto, de bruja a bruja. La "Church of Satan" de California, que es una mezcla de culto satánico y de brujería, proclama por boca de su primer jefe, Anton Lavey: "Existe un demonio en el hombre. Hay que ejercitarlo, no exorcizarlo, y canalizarlo en un odio ritualizado". Por su parte, el doctor Raymond Buckland, brujo de Nueva York, se dedica a la "magia blanca" y emplea sus poderes ocultos para buenos fines. Es politeista y trabaja con las fuerzas de la naturaleza. Su forma de brujería sigue los modelos éticos de la comunidad en que reside.

Años atrás, el antropólogo Bronislaw Malinowski estableció una distinción entre la situación en la que los esfuerzos del hombre parecen ser suficientes (por ejemplo, la de quien pesca en una laguna tranquila) y aquella en que el hombre pide ayuda a la asistencia sobrenatural (como la situación del hombre que pesca en mar abierto). El fin de su argumentación era demostrar que la magia, el intento de manipular lo sobrenatural, constituía la base de la religión primitiva.

Los antropólogos contemporáneos no se aventuran ya a proponer fáciles generalizaciones por el estilo sobre la relación existente entre magia y religión, si bien Mary Douglas, en sus Natural Symbols, ha propuesto recientemente una tipología que relaciona la magia con un estilo particular de organización social (grupo fuerte, pero estructura social débil; pertenencia al grupo claramente marcada, pero confusión de los roles internos). En todo caso, la hipótesis de Malinowski, según la cual la magia es un intento de compensar la impotencia, parece aún un punto de partida válido para un análisis de la atracción que la magia ejerce en los jóvenes.

Esta atracción la subrayan muchos comentaristas. En la perspectiva de El nacimiento de una contracultura, de Roszak, se la puede interpretar como una reacción al mito de la "conciencia objetiva", que caracteriza al método científico contemporáneo. Para Marcia Cavell, autora del artículo Visions of a New Religion del Saturday Review, del 19 de diciembre de 1970, constituye el lado más oscuro de la nueva conciencia, una fuga hacia lo irracional para la propia salvación. Muchos de los que están implicados en la brujería subrayan que se hallan comprometidos en una verdadera religión de la naturaleza, que es más vieja que el cristianismo.

4. LA LITERATURA Y LO DEMONIACO 
La literatura nos ofrece un sentido secularizado de lo demoníaco en obras como las de Kafka: El castillo y El proceso, que ilustran un límite casi insoportable de impotencia frente a un mal desconocido. Aquí cualquier cosa "significa algo"; compartimos las sospechas obsesivas del enfermo mental; cada cosa susurra, halaga astutamente, promete falsamente, acusa y espera. En los "relatos del crimen" se nos coloca constantemente ante la "víctima". ¿Qué estremecimiento, qué sentido se oculta en la caza y en el "descubrimiento" de la perversidad, en el miedo y en la astucia del fugitivo, de que está saturada nuestra literatura popular?

En ella se refleja el conocimiento humano de lo numinoso, de lo temible, de lo misterioso, de lo pavorosamente "otro". La exploración gótica del "lado nocturno de la naturaleza" y el acento romántico puesto sobre el héroe demoníaco, fatal e insaciable, indican inexorablemente las complejidades humanas y las necesidades del hombre que escapan a una explicación adecuada. En la literatura contemporánea, la amenaza se ha desplazado de la escena exterior a la interior. Acontecimientos terribles tienen ahora lugar en el ambiente más habitual de las personas más ordinarias. En Graham Greene, por ejemplo, encontramos al héroe que, consciente de la culpa interior, atrae sobre sí las situaciones externas culpables como el imán atrae al hierro. El héroe es puesto a prueba mediante el enfrentamiento con un mal espiritual o físico, que no puede eliminar, cambiar o comprender.

5. EL SENTIDO DEL MISTERIO 
El interés por Satanás y por lo demoníaco refleja ese elemento de misterio presente en la condición humana, que la ciencia y la revolución industrial, marxista y sexual, jamás conseguirán eliminar. Al contrario, parece que este interés ha ido en aumento precisamente donde algunas de estas revoluciones han conseguido mayores triunfos. El hombre está arraigado en el misterio y abierto al infinito; por ello nuestras mejores explicaciones dejarán siempre sin explicar algo en el espíritu humano. La conciencia del hombre cae siempre de alguna manera más allá de las explicaciones, respuestas y afirmaciones a propósito de esta cuestión. Quizá la fascinación de lo demoníaco sea una confirmación indirecta de esa conciencia.

6. LA CULTURA DE LA DROGA
Parece que existe un nexo entre las experiencias alucinatorias de la cultura de la droga y la reviviscencia del interés por el diablo. Pablo VI afirmó la existencia de este nexo en la audiencia general del 15 de noviembre de 1972. Quizá muchos "diablos" sean producto de imaginaciones mórbidas y arruinadas por la droga. Cuantos creen que Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza descubren una cierta ironía dramática en el hecho de que los hombres hayan creado en diferentes épocas de la historia imágenes diferentes de Satanás a semejanza de su psique desordenada y de sus imaginaciones enfermizas. La condición patológica de la vida fantástica hace al hombre particularmente propenso ala experiencia de lo diabólico.