25 DE ABRIL

 

-San Marcos, evangelista, de Alejandría, 68.

-Santos Evodio, Hermógenes y Calista, mártires, Siracusa, Sicilia.

-San Esteban, obispo y mártir de Antioquía; 479.

-Santos Filón y Agatópodo, mártires, Antioquía, s. II.

-San Aniano, obispo de Alejandría, discípulo de San Marcos, hacia 86.

-San Ermino, obispo de Lobes, Francia, 747.

-San Rústico, obispo de Lyón, 500.

-Santa Siagria, Lyón, s. V.

-San Aniano, zapatero, abogado de los que tienen que sufrir la amputación de algún miembro, porque a él le restituyó un dedo San Marcos evangelista, 86.

-San Febadio o Fiari, obispo de Agen, Francia, s. IV. San Febadio ocupó la silla de Agen, la segunda ciudad de Aquitania, a mediados del s. IV. Fue un digno coadjutor de San Hilario de Poitiers en la defensa de la consubstancialidad del Verbo. Rechazó la segunda fórmula de Sirmio y tomó la pluma para descubrir el veneno que en ella se encerraba. Aún tenemos su libro, en el cual se ve una gran precisión de lenguaje y solidez de razonamiento. Intervino también en el Concilio de Rimini, 359, donde brilló por la energía con que se opuso a las violencias de los herejes. Si un instante se dejó envolver por las mañas de Ursacio, no tardó en darse cuenta del lazo que se le había tendido, aumentando su ardor en la defensa de la ortodoxia. Trató con los obispos españoles y asistió al concilio de Zaragoza de 380; pero su mismo celo le hace algo injusto cuando habla en su libro de Osio de Córdoba y Potamio de Lisboa.