28 de diciembre

 

—Los Santos Inocentes que fueron degollados en Belén y sus alrededores por orden del rey Herodes.

-San Abel, el primero de los mártires y la primera figura de Jesucristo. Año 128 de la creación.

—Santos Eutiquio, sacerdote y Domiciano, diácono, Ancira, enGalacia.

—Santos Cástor, Victor y Rogaciano, Africa.

—Santas Indés, Domma, Agape y Teófila, vírgenes, que sufrieron en Nicomedia al principio de la persecución de Diocleciano, 303.

—San Troades, martirizado durante la persecución de Decio, Neocesarea, en el Ponto, 250.

—San Domnión, presbítero, Roma.

—San Cesáreo, mártir, Arabisa, en Armenia, persecución de Galerio, principios del siglo IV.

San Teodoro, monje, abad de Tabenna, en Egipto, 367. Fue uno de los más famosos solitarios de la Tebaida. Lleno del espiritu de Dios desde su infancia, consagróse a la práctica de la perfección cristiana cuando sólo tenía once años. La reputación de San Pacomio le atrajo al desierto de Tabenna, y al poco tiempo el fundador del cenobitismo le consideraba como su brazo derecho y el compañero de sus visitas a través de los monasterios. Estando enfermo San Pacomio, los monjes de Tabenna le hicieron prometer que a la muerte del maestro se encargaría él del gobierno. Irritado el fundador, le reprendió severamente y le colocó en el último puesto, y allí estuvo Teodoro durante dos años sin dar muestra de la menor tristeza. Más tarde gobernó a la congregación de los cenobitas pacomianos, pero no fue el sucesor inmediato de San Pacomio. Fue un organizador de la vida monástica y un gran padre espiritual. Predijo la muerte y la derrota de Juliano el Apóstata, y de él se cuenta que, hablando un día a los monjes, se le enroscaron dos víboras en las piernas, lo cual no le impidió seguir su discurso sin inmutarse, por no distraer la atención de los monjes.

—San Antonio, monje, natural de Panonia, que hizo vida solitaria en diversos lugares y vino a morir en el cenobio famoso que San Honorato había construido en la isla de Lerins, 525.

—Beato Nicolás de Melo, natural de Lisboa y canónigo regular de San Agustín, martirizado en Astrakán (Rusia) por los griegoc cismáticos, s. XVII.