Hola. Leí en prensa un artículo sobre la puesta en marcha de algunas escuelas de novios y, finalmente hoy, he tenido la suerte de encontrar su sitio web al respecto.

Mi caso supongo que es muy similar al de muchas parejas de novios actuales que tratan de compatibilizar mal que bien la vida prematrimonial y la fe cristiana. Necesitamos, tanto mi pareja como yo, un discurso racional que nos permita reconciliarnos con la religión de alguna manera, obtener consejo y orientación para madurar nuestra tan linda relación y explicaciones sobre los temas que más nos preocupan en esos puntos de la relación en que el cristianismo parece ponernos más trabas que ayudas.

Yo tengo 25 años, mi novio 28; queremos hacer de nuestro noviazgo un camino adecuado, correcto y maduro hacia la formación de una familia cristiana, es decir, que afrontamos todo esto con la gravedad y la seriedad que creemos que le corresponde. Pero entendemos que la sexualidad es una de las manifestaciones de nuestro afecto y que, aunque no es la más importante, sí es necesaria como medio de comunicación y como demostración de nuestros sentimientos, más allá del decir "te quiero".

Nuestro problema es que no hemos podido realizar una confesión como Dios manda ante un sacerdote desde que empezamos a tener relaciones sexuales, y por ende, tampoco hemos podido comulgar, puesto que no nos arrepentimos de ello. Nuestro deseo sería arrepentirnos y reconciliarnos con Dios y poder practicar nuestra fe en comunidad, pero no sabemos cómo; si bien he de decir que nuestros encuentros son bastante esporádicos y que -digámoslo así- guardamos "ayuno carnal" durante las festividades cristianas señaladas, lo cual debe dar una idea de la seriedad que le conferimos a nuestras dudas.

Quisiera obtener algún consejo o explicación.

Le agradezco de antemano la atención y le conmino a seguir con esa excelente iniciativa de la Escuela de Novios.

Amiga Patricia:

Me alegro que nos hayas encontrado y te hayas decidido a exponer tu problema, tus dudas, tus quejas, y tus buenos deseos. Mira, la Iglesia no pretender "aguar" la fiesta a nadie, ni fastidiar el amor de lo novios poniendo trabas legislativas. Hay que entender bien lo que es el amor y lo que es la castidad. El amo nace de la voluntad, pasa por la mente y se manifiesta en hechos concretos. Dios ha hecho al hombre para la mujer, y la mujer para el hombre. NO ES BUENO QUE EL HOMBRE ESTE SOLO, dice Dios al principio de la Biblia. Y es verdad que la máxima expresión del amor humano está esa estrecha unión que se da en el encuentro sexual. Pero hay que tener en cuenta que esa máxima expresión del amor humano, según los planes de Dios, sólo se debe dar cuando LOS DOS SE CONVIERTEN EN UNA SOLA CARNE. Y esto es el matrimonio. Ya lo dice San Pablo: Y LOS DOS SERÁN UNA SOLA CARNE.

Mientras tanto ese amor tiene que ir madurando, y debe expresarse, para que no sea sólo una satisfacción carnal placentera, en muestras de cariño dentro de los límites que debe haber entre una pareja de SOLTEROS. Pues unos novios, por mucho que se amen y proyecten un matrimonio futuro, y una familia ideal, siguen siendo dos solteros en donde todavía Dios no ha bendecido esa unión que se da con la mutua entrega solemne y pública que se dan al casarse. Y dentro del matrimonio también ha de vivirse la castidad en el grado que corresponda.

Yo comprendo que esto puede ser difícil, y que a veces será heroico el contener los impulsos instintivos de la carne, pero hay que contar con la Gracia de Dios, con la fuerza de voluntad, y con todos los recursos que Dios pone en nuestra naturaleza para poder vivir ese 6º Mandamiento que El dejó establecido para bien del ser humano, que es persona y no sólo un animal irracional con instintos: NO COMETERÁS ACTOS IMPUROS.

Soy consciente de que no es el mismo grado de maldad el que puede darse en la relación carnal sin amor, por puro capricho o vicio, que cuando hay un compromiso por medio. Pero el compromiso no cambia el estado de la persona, no hace presente el futuro hasta que no se da el paso de la entrega total y para siempre. La CASTIDAD no puede entenderse bien si no es desde la fe cristiana, ya que al ser VIRTUD SOBRENATURAL, está por encima de lo NATURAL.

Lo natural simplemente sería lo que se suele practicar con demasiada frecuencia con amor o sin amor, pero lo SOBRENATURAL está en otro plano. Y el cristiano ha de saber vivir la vida sobrenatural ya en la tierra, porque el alma no es sólo para el cielo, sino para aquí también, pues si quitamos el alma, nos quedamos sólo con la carne. Y esta es la cuestión. Además, quiero recordarte que TODOS ESTAMOS LLAMADOS A LA SANTIDAD EN EL EVANGELIO: y los novios también. Y la SANTIDAD es vivir de acuerdo con la Voluntad de Dios, y lo que Dios quiere es que respetemos la persona, la nuestra y la de los demás, ya que somos IMÁGENES SUYAS.

Bueno, no se si te habrá convencido lo que te digo. Considero que nos es fácil cuando la pasión amoroso aprieta, pero todos tenemos que saber decir NO cuando así nos lo pide nuestra vocación y estado. ¿Y si hay algún fallo? Naturalmente acudir lo antes posible al Sacramento de la Penitencia realmente arrepentidos, o con el deseo de corregir los errores, y de mejorar la conducta. Y un consejo: EL QUE EVITA LA OCASIÓN EVITA EL PELIGRO. Mucha prudencia humana, aunque os queráis mucho. Nuestra dignidad de personas está por encima del puro egoísmo que se impone cuando no se decir que NO a lo que Dios me pide.

Sigue en contacto con nuestra ESCUELA, y ya seguiremos charlando de este y otros temas. Contadnos cosas positivas y bonitas, que seguro que las tendréis. Un saludo

Juan García Inza

juangainza@hotmail.com

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