"Buscad al Señor mientras se deja encontrar,
invocadlo mientras está cerca.
Que el malvado abandone su camino y el criminal sus planes" (Isaías 55, 6-7)
"Buscarás al Señor tu Dios y lo hallarás, si lo
buscas con todo tu corazón y
con toda tu alma. En medio de tu angustia, cuando te hayan sucedido estas cosas en los últimos días, te volverás al Señor tu Dios y escucharás su voz" (Deuteronomio 4, 29-30)
"Cuando me busquéis me hallaréis. Si me buscáis de
todo corazón, yo me
dejaré hallar por vosotros y cambiaré vuestra suerte" (Jeremías 29, 13-14)
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EL RINCÓN DE LA MEDITACIÓN
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CONTINÚA
BUSCANDO |
"El hombre se fatiga en buscar sin
jamás
descubrir nada" (Eclesiastés 8, 17)
"Buscadme y viviréis"
(Amós 5, 4)
"Buscad el bien y no el mal para que
viváis...
Aborreced el mal y amad el bien y haced que reine el derecho en el tribunal" (Amós 5, 14-15)
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CONTINÚA BUSCANDO
Cuando tu vida pierda su sabor, la indiferencia sea
tu estrella y la soledad tu
destino... Cuando la sociedad te imponga el prestigio como meta y el dinero como "dios"... Cuando te falte el trabajo y el consumo roa tus entrañas... Cuando veas que la amistad desaparece y el amor no tiene valor... Cuando el odio reine y la violencia sea la única ley... Cuando tu fe y tus esperanzas se vuelvan insípidas, y todo sea aburrimiento, amargura y náuseas... Cuando la vida se escurra entre tus dedos y tus fuerzas lleguen a su ocaso... Cuando buscando la muerte no la pudieras encontrar y ansiando morir vieras que la muerte te rehuye... ¡No te dejes abatir!
Deja morir las palabras
y que el silencio sea,
en medio de la noche,
un grito de alabanza.
Atrévete a confiar en Dios, ve más allá de la
racionalidad de tus
pensamientos, y abandónate en su misericordia. Y si sientes que, en lo más profundo, la tristeza te acongoja: no desesperes. Cristo está junto a ti y Él conoce tu debilidad.
Atrévete a abrirle tu corazón y
te sentirás transformado por su amor. Él te acompañará hasta el umbral del mundo y te dirá:"¡Tú, ven y sígueme!" (Mateo 9, 9). No te preocupes si en ti todo se vuelve
insurrección y te sientes lejos de
Dios. ¡Continúa buscándole! ¡Llámale! No llores por lo que ayer pudiste hacer y no
hiciste. Ni te lamentes ya de lo
que mañana podrías hacer y no harás. Vive cada instante de tu vida suspendido de su confianza, y no tengas miedo de esperarle día tras día. Ten la seguridad de que incluso rodeado de
problemas, puedes vivir sin
angustias; siendo perseguido, descubrir que no estás abandonado; estando lleno de preocupaciones, puedes no desesperar; y aún siendo pisoteado, maltratado, destrozado o despreciado, saber que eres un ser humano llamado a ser Hijo de Dios. Busca sus palabras de vida cuando el sol empieza a
nacer y la brisa ligera
susurra ya sus designios. En el cenit de tu jornada, canta su fidelidad. Y cuando llegue la noche, inmerso en el silencio que escucha y acoge, busca la forma de percibir la eterna alabanza que brota de tu corazón... Y allí donde veías sólo muerte, florecerá la vida... Mikel Pereira
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