MORAL FUNDAMENTAL
VocTEO
 

La teología moral se ocupa del obrar del hombre como ser moral salvado en Cristo. Esta disciplina se estructura a nivel de los principios de partida como una ética filosófica, con la peculiaridad específica de algunos principios aceptados por la fe.

La moral fundamental es una distribución reciente de la disciplina que se interesa por la parte más general del tratado.

Reflexiona sobre la experiencia moral vivida e intenta encontrar las estructuras más fundamentales y por tanto más generalmente válidas. Un ejemplo clásico de moral fundamental es la Prima secundae de la Summa Theologiae de Tomás de Aquino. En el centro está la cuestión del fin como principio organizativo (e interpretativo) de la vida del hombre y de su actividad. El fin se alcanza a través de la acción: por eso santo Tomás trata de los actos del hombre, tanto de los que tiene en común con los animales (las pasiones) como de los suyos propios (actos intelectivos y volitivos). Los actos propiamente humanos son estudiados luego en su estructura (actos voluntarios y moralidad) y en sus principios intrínsecos (virtudes y vicios) y extrínsecos (ley y gracia). Esta estructura -que todavía hoy es punto de confrontación para los autores católicos, e indirectamente para los cristianos en general- se aplica luego, en la Secunda Secundae, a la vida moral especificada según las tres virtudes teologales y las cuatro cardinales y, sucesivamente, según los estados de vida.

La división entre la parte general y la especial de la moral ha estado constantemente presente en la tradición teológica católica, desde los viejos manuales hasta los más modernos, incluso de orientación distinta como Libertad y fidelidad en Cristo, de B. Haring, y la Llamada y respuesta, de A. GUnthor.

En un pasado reciente se subrayó que la moral fundamental y la general no se identifican; pero esta distinción no resulta hoy significativa, ya que la primera expresión abarca también funciones típicas de la segunda. Parece ser que fue el belga Thomas Bouquillon, en 1890, el primero en usar esta distinción: la fecha no es casual, ya que es la época en que la teología católica desarrolla una amplia apologética frente a la cultura laicista y pasa gradualmente de la polémica defensiva a la fundamentación sistemática de sus propias posiciones. De esta manera se venían constituyendo las premisas de la teología fundamental. Una moral fundamental católica contiene una serie de temas insoslayables: unos formales, otros filosóficos, otros expresamente cristianos. Los más importantes son: problemas del lenguaje moral (normativo, de valores, de valoraciones); indicaciones sobre la visión de lo real u opción epistémica a la que se refiere; relación entre ciencias del comportamiento (biosociología, etología, psicología, sociología) y consideración moral; relación entre moral cristiana hoy y moral del Nuevo Testamento; ley y gracia; especificidad cristiana; magisterio moral en la Iglesia. Al final, o al comienzo, se plantea la cuestión del principio o de los principios unificadores de la ética cristiana: el fin, el bien, el precepto, la gracia. No se puede olvidar -dado el dogma cristiano- una exposición adecuada del error moral/pecado ni del devenir de la vida moral. Este último, tanto en sentido pedagógico (formación de la conciencia, por ejemplo) como en el sentido clásico de la relación entre crecimiento de las virtudes y santidad cristiana.

F. Compagnoni

Bibl.: C. Caffarra, Moral fundamental, en DTI, 111, 565-582; L. Vereecke, Historia de la teologia moral, en NDTM, 816-843; F. Bockle, Moral fundamental, Cristiandad, Madrid 1980; J G. Ziegler, La teología moral, en AA. VV , La teologia del siglo xx, 111, BAC, Madrid 1974, 264-304; K. Demmer, Introducción a la teologia moral, Verbo Divino, Estella 1994.