LIBERALISMO
VocTEO
 

Con el término liberalismo se indica una corriente de pensamiento que sostiene el valor absoluto de la libertad individual y de la iniciativa personal libre; y al mismo tiempo exige que esta libertad sea garantizada por la sociedad y por el Estado, de manera preferente a cualquier otro valor. El liberalismo representa el resultado doctrinal e institucional de un proceso secular que tiende a poner unos límites concretos a la autoridad del Estado y a salvaguardar a los miembros del cuerpo político contra el despotismo del poder y contra los privilegios de casta, a través de la afirmación de una serie de derechos inalienables e iguales en todos los hombres. En este sentido contribuyeron a la formulación de los principios del liberalismo, en el terreno jurídico, la escuela jusnaturalista del siglo XVII y XVIII (Locke); en el terreno político, los teóricos de la división de poderes del Estado (Montesquieu); en el campo económico, los teóricos del liberismo, que exaltan el valor y la utilidad colectiva de la libre iniciativa individual (Smith, Ricardo). En esta perspectiva, se puede afirmar que las afirmaciones más sintéticas de una concepción política liberal están representadas por las "Cartas» de los derechos (de donde se derivó el concepto de Estado constitucional como contrapuesto al Estado absoluto), empezando por la Declaración de los derechos humanos ingleses de 1689, hasta la Declaración de los derechos humanos por parte de los Estados Unidos, y la de los derechos del ciudadano, votada por la Asamblea Nacional constituyente de Francia el 29 de agosto de 1789. Según el liberalismo individualista, el Estado debe simplemente tutelar los derechos de los individuos. No es tarea suya ir más allá, intentando coordinar las fuerzas sociales, sino dejar más bien que todo se vaya desarrollando según el libre juego de las fuerzas. La experiencia histórica y la consideración de la realidad del hombre, inclinado al egoísmo, demuestran que el bien común no queda garantizado por un Estado que se limite a tutelar el derecho, sin intervenir positivamente para poner orden y ayudar, La enseñanza social de la Iglesia a partir de la recta concepción de la persona se ha opuesto al concepto de libertad, entendida en sentido individualista, y lo ha combatido en el terreno económico y político, con la afirmación del derecho-deber del Estado de garantizar el bien común, recuperando - más allá del principio de tolerancia- el principio de solidaridad, principio que es el que mejor interpreta la concepción de la persona en su individualidad y al mismo tiempo en su socialidad.

L. Lorenzetti

Bibl.: L. Díez, El liberalismo doctrinario, CEC. Madrid 1973; Liberalismo y teología liberal, en SM. 1V 273-284; R. Fauca, Liberalismo y proteccionismo, Oikos-Tau, Barcelona 1988: Pont. Comisión "Justitia et Pax" La Iglesia y los derechos del hombre, Madrid 1976: AA, W., Liberalismo, en Rev, de Occidente 1 01 ( 1989), número monográfico