DIDAJÉ
VocTEO
 

Con el nombre de Didajé (enseñanza) o Enseñanza de los doce apóstoles se nos ha transmitido uno de los primerísimos textos de la literatura patrística. La fama de que gozó en la antigüedad se refleja en las alusiones presentes en otras obras de diversos autores (Pastor de Hermas, Clemente de Alejandría, Orígenes, Eusebio, Atanasio...).

Este escrito se presenta como recopilación de diversas fuentes reunidas por un anónimo judeocristiano y dirigida a un grupo de fieles de lengua griega procedentes del paganismo; una colección de instrucciones y de prácticas de la Iglesia primitiva, hecha por uno de aquellos ministros itinerantes del evangelio, de los que nos habla la misma Didajé (c. 11, 3-6)» (J P. Audet).

El lugar de origen de esta recopilación parece que fue Siria occidental (Antioquía) presumiblemente en los últimos decenios del siglo I.

La obra se puede subdividir en cuatro partes que contienen respectivamente exhortaciones morales (cc. 1 -6), litúrgicas (cc. 7- lO), disciplinares (cc.11-15) y una parte escatológica (c. 16), A propósito de las instrucciones morales hay que subrayar la afinidad literaria que existe entre el tema de los "dos caminos" y el Manual de disciplina de Oumrán. El carácter de las reflexiones morales recuerda manifiestamente la tradición judía. En la Didajé se pone de relieve la observancia de la Ley ante la cual todos son libres. Le corresponde a cada uno elegir el camino del bien o del mal. Se reconoce de esta manera el poder de discreción que tiene cada uno e, introduciendo la distinción entre lo "necesario" y lo «posible», se deja a salvo la libertad cristiana del yugo de la necesidad ( u Si puedes llevar por entero el yugo del Señor, serás perfecto; si no, haz lo que puedas», Did., 6).

Las instrucciones litúrgicas (bautismo, ayuno, oraciones) Y en particular las plegarias eucarísticas (cc. 9-10) se inspiran en las bendiciones judías pronunciadas en el contexto de la cena. Finalmente, las indicaciones disciplinares sobre apóstoles, profetas y doctores constituyen un precioso desarrollo sobre la situación de los ministerios en la Iglesia primitiva. En el testimonio que ofrece la Didajé, los obispos y los diáconos son escogidos por la comunidad y tienen encargos prácticos. Sin embargo, pueden asumir el puesto de maestros y de profetas en la liturgia (cf. Did. 15). La Didajé atestigua de este modo el paso de una fase de la evangelización realizada por profetas y por maestros itinerantes a una fase de organización interna de la comunidad, dotada permanentemente de obispos y de diáconos.

Así pues, este texto encierra un incalculable valor histórico por las cuestiones que trata y por el tiempo en que se sitúa.

L. Padovese

 

Bibl.: W Rordorf Didajé en DPAC, 1, 594595; J P. Audet, La Didaché. Instructions des Apostoles, París 1958.