CONCIENCIA DE JESÚS
VocTEO
 

 El problema de la conciencia que el  Jesús histórico tuvo de sí mismo y de su misión salvífica surgió en la época moderna cuando, con la aproximación histórico-crítica a las fuentes neotestamentarias, se fue llegando gradualmente a la conclusión de que se trata de documentos en los que la narración de la historia de Jesús se hace a la luz de la confesión de fe pospascual en su glorificación como Mesías y Señor. Los autores de orientación racionalista desde el siglo XVIII hasta hoy pensaron y siguen pensando que todos los pasajes  del Nuevo Testamento en que se atribuye al Jesús histórico una conciencia de ser algo más que un maestro (rabí), un profeta y quizás el mesías (no divino) de Israel y de tener una misión de salvación para todos los hombres, no son más que retroproyecciones en su conciencia histórica de la confesión de fe posterior en Jesús como Cristo, Señor e Hijo de Dios. La teología cristiana se tuvo que enfrentar con esta interpretación de los hechos evangélicos que amenaza con quitarle todo fundamento histórico a la fe en Jesús. Con un esmerado trabajo crítico (histórico, literario, exegético) se empeñó en demostrar que las narraciones evangélicas, a pesar de que surgieron en el contexto de la confesión de fe postpascual en Jesús como Señor, no exageran indebidamente su autoconciencia histórica, ni mucho menos la falsean, sino que son expresiones de una comprensión más profunda por parte de la comunidad cristiana de todo lo que él sintió y pensó históricamente de sí mismo y de su misión salvífica.

El problema de la conciencia de Jesús tiene un profundo alcance teológico. La fe no puede renunciar a ver y a poder mostrar cómo todos los contenidos cristológicos tienen en su raíz la  conciencia luminosa, autotransparente y cierta que Jesús de Nazaret tuvo de su identidad singular de Hijo de Dios, así como de salvador de la humanidad. Los teólogos discuten sobre el modo con que Jesús percibió subjetivamente su identidad persona y su misión. La orientación que prevalece puede expresarse en estos términos: Jesús tuvo siempre conciencia de su identidad personal única; sin embargo, cabe pensar que la vivió en el desarrollo de un proceso psicológico humano normal; igualmente, tuvo siempre conciencia de su misión salvífica, aunque los evangelios nos atestiguan que se fue abriendo a los modos y a las formas con que se iba realizando concretamente según la voluntad del Padre, que se le revelaba en los hechos humanos de cada día y a la que se sentía siempre sujeto y «obediente» (cf Mc 14,36).

 G. Iammarrone

 

 Bibl.: J. Galot, La conciencia de Jesús ~ Mensajero, Bilbao 1973; B. Xiberta. El yo de Jesus, Herder. Barcelona 1954; Commissione  teologica internazionale, La coscienza che Ges,:, aveva di sé stesso e della sua missiolle, en Civilta Cattolica ( 1986) 111, 53-65,