BAUTISTAS
VocTEO

 

 Aunque tienen algunos parecidos  con los anabaptistas del s. XVl, los orígenes de las comunidades bautistas de hoy pueden verse en las diversas ramificaciones del congregacionalismo a comienzos del s. XVIl. John Smith (1570-1612), uno de los principales fundadores de los bautistas, sostuvo que las Iglesias del Nuevo Testamento estaban constituidas por cristianos comprometidos y que, por tanto, debería interrumpirse la práctica de bautizar a los nifios. El bautismo sólo debía administrarse a los que hubiesen dado pruebas de una genuina conversión.

Este énfasis de la experiencia religiosa  individual condujo a dar importancia a la predicación y a la expresión espontánea y emotiva en la liturgia. Estas características favorecieron una rápida difusión de la expresión particular bautista del cristianismo, durante el despertar evangélico que se advirtió en Gran Bretaña y en los Estados Unidos en los ss. XVllI y XIX. El estilo bautista resultó muy atractivo a los americanos negros, la mayor parte de los cuales formaron Iglesias bautistas. De estas Iglesias han surgido personalidades significativas, como Martin Luther King. Actualmente, casi el 90% de todos los bautistas viven en los Estados Unidos, donde, tomados colectivamente, constituyen el grupo protestante más numeroso.

Para los bautistas, la Iglesia es una asociación voluntaria de creyentes comprometidos, reunidos por Cristo en el Espíritu Santo. Han promovido vigorosamente la separación de la Iglesia y del Estado y el derecho a la libertad religiosa. Los bautistas afirman la igualdad fundamental en la vida de la Iglesia de todos los creyentes. Cualquier individuo puede celebrar el culto para sus compañeros cristianos y puede participar plenamente en la decisión sobre los asuntos de la comunidad. Cada Iglesia local es plenamente capaz de escoger sus propios ministros y de gobernar su propia vida. Esta autonomía de la Iglesia local no pretende ser aislacionista: las comunidades bautistas están unidas en federaciones libres, llamadas «asociaciones» o "convenciones», a niveles regionales, nacionales y hasta internacionales. La mayor parte de las Iglesias bautistas pertenecen a la Alianza Mundial Bautista, fundada en Londres en 1905 para estimular la cooperación entre los bautistas a través de todo el mundo.

Los bautistas sostienen la suprema autoridad de la Escritura como norma para la fe y para la práctica, con el corolario de que todos los credos posteriores son secundarios. Además, el acento en la experiencia religiosa personal ha llevado a los bautistas a ser menos interesados y hasta a veces suspicaces frente a la teología académica, aun cuando en la historia bautista pueden contarse no pocos estudiosos e instituciones educativas. A pesar de esto, la credencial más importante del pastor bautista es su propia conversión religiosa. Debido al considerable número de diversas Iglesias bautistas y de las diferencias de sus puntos de vista, ta manera, no es fácil dar una valoración global de la actitud bautista respecto al ecumenismo. Las Iglesias bautistas que están comprometidas en el movimiento ecuménico han contribuido especialmente a la reflexión sobre la doctrina bíblica del bautismo.

W . Henn

 

Bibl.: AA, VV , Iglesias bautistas, en J García Hernando (ed.), Pluralismo religioso, ], Atenas, Madrid 1992, 183-207.