Este libro figura en el canon entre los doce profetas menores. Amós es el más antiguo de los profetas escritores. Aunque nació en Tekoa, una pequeña aldea del reino de Judá, no lejos de Belén, desarrolló su breve actividad en el reino del Norte, sobre todo en el santuario cismático de Betel, en tiempos de Jeroboán II (783-743). Cuidaba de su rebaño y de sus sicomoros cuando el Señor le dio la misión de ser su profeta para el reino del Norte. Ejerció su ministerio profético en Samaría, en Betel y en otros centros. Un choque con el rey le obligó a volver a la sombra después de una breve intervención que puede situarse entre el 760 y el 750 a.C.
El libro se divide en: introducción ( 1,12); juicio divino sobre las naciones, sobre Judá y sobre Israel (1,3-2,15); advertencias y amenazas (3,1-6,14); visiones y oráculos (7.1-9,10). Predicador popular con un lenguaje pintoresco, se siente impresionado por el lujo de las casas (3,13-4,3), pero sobre todo por la injusticia de los ricos (2,6-15; 8,4-8). Narra su vocación (7,10- 17) y en 3,3-8 intenta darle un sentido: el profeta es un hombre que, habiendo entrado en el proyecto de Dios, lo ve todo bajo esta luz e intenta descifrar este proyecto en la vida y en los acontecimientos. Amós no predica explícitamente la conversión, pero invita a buscar al Señor y a romper con la negativa a adherirse a él, entregándose a la misericordia de Aquel que puede devolver la vida. La verdadera alianza (a pesar de que nunca aparece en él este término) es la base de la enseñanza social: no es una certeza que permita vivir de cualquier manera, sino una responsabilidad: "De todas las familias de la tierra sólo a vosotros os elegí; por eso os castigaré por todas vuestras maldades" (3,2).
Si Dios castiga, es para conducir a la conversión. Amós prevé que quedará un pequeño "resto', lo cual permite mantener la esperanza. A través de las amenazas y de las esperanzas, el Dios de Amós se presenta como el Dios grande, cuyo poder y cuya justicia conciernen y gobiernan a todas las naciones. Puede hacerlo, porque él es el creador (4,13).
G.
Lorusso
Bibl.: L. Alonso Schokel - J. L. Sicre, Profetas. II, Cristiandad, Madrid 1980, 951-993; A. González Lamadrid, Semblanza de un profeta: Amós, en Profetas verdaderos, profetas falsos, Salamanca 1976; J. L. Sicre, Profetismo en Israel, Verbo Divino, Estella 1992.