ADÁN

Según la Biblia, es el primer hombre creado por Dios y el origen de la humanidad. La palabra Adán indica, bien la especie humana, bien al individuo de quien descienden todos los demás hombres. Según el relato bíblico, Adán fue puesto por Dios en la cima de la creación; se distingue de todos los demás seres creados en virtud de su cualidad de estar hecho «a imagen y semejanza de Dios», cultivador y guardián del ambiente en que vive: señor preocupado de las demás criaturas, objeto de la benevolencia divina, compañero de un diálogo con Dios, abierto al encuentro y a la comunión con los demás hombres, dotado de una dimensión material o corpórea y juntamente de una dimensión espiritual.

En Gn 3 se dice que adán fué sometido a una prueba, que no logró superar, proporcionando entonces a sus descendientes una serie de consecuencias negativas, que pueden sintetizarse de este modo: pérdida de la armonía y de la paz con Dios, con los demás hombres y con las otras criaturas. Pero la última palabra que le dirige Dios a Adán no es la de condenación; junto con su no al pecado, el Creador pronuncia también el sí de la misericordia y de la salvación, que llegarán por medio de un descendiente del mismo Adán: es la promesa de un redentor, que restablecerá la armonía y la paz perdidas (cf. Gn 3,15). El Nuevo Testamento, siguiendo la línea del Antiguo, habla de Adán como del primer hombre (cf. 1 Tim 2,13-14), pero sobre todo como anticipación de Cristo en los siguientes lugares : Mc 1,13; Rom 5,12-21; 1 Cor 15,22.45-49.

En Mc 1,13 se afirma que Cristo es el nuevo Adán que, sometido a la tentación, superó la prueba, convirtiéndose en cabeza de la nueva humanidad. En Rom 15,12-21, Pablo se sirve de la oposición Adán-Cristo para resaltar la universalidad de la gracia. En 1 Cor 15,22, la antítesis tipológica de Adán - Cristo es utilizada por Pablo para señalar la universalidad de la resurrección. En 1 Cor 15,45-49, por el contrario, la figura de Adán se recuerda en oposición a la de Cristo para afirmar la gloria y la incorruptibilidad de los resucitados. Es muy probable que esta idea paulina tenga como trasfondo cultural y religioso algunas concepciones judías relativas: a) al primer hombre como modelo de la humanidad; b) a la recuperación de la perfección que hubo en los origenes, perdida con el pecado, gracias a la obra del Mesías.

G. M. Salvati

 

Bibl.: J Jeremia5, Adam. en TWNT 1, 141- 143; F. Stier, Adán, en CFT 1, 27-42.