GUIÓN LITÚRGICO
 DÍA DEL SEMINARIO 16 / 19 marzo 2003  —  Señor ¿Qué quieres que haga? 

Monición Inicial

DOMINGO 2º DE CUARESMA

La liturgia nos invita en este segundo domingo de Cuaresma, a avivar nuestra fe y esperanza en Dios, buscando siempre cumplir su voluntad y caminar en su presencia.

Celebramos también hoy el Día del Seminario. Intentando cumplir la voluntad de Dios, los seminaristas, dejan todo y acuden al Seminario, que es el lugar del discernimiento y de las opciones radicales, para entregar su vida a Dios  en servicio a los hermanos y a los hombres en el sacerdocio ministerial .

Recemos hoy por estos jóvenes, para que se mantengan fieles a Dios y se formen adecuadamente para ser mañana ministros de Jesucristo Pastor, Cabeza y Siervo de la Iglesia. 

DÍA DE SAN JOSÉ

San José es Patrono de la Iglesia Universal y de los Seminarios. Hoy le encomendamos las vocaciones sacerdotales, a él, que tuvo el cuidado de Jesús, el primer sacerdote.

Que el ejemplo de San José, hombre lleno de fe y bondad, siempre dispuesto a acoger en su vida la Palabra de Dios y cumplirla, sirva de estímulo para que muchos jóvenes de nuestras comunidades, estando atentos a la voluntad de Dios, no duden en realizarla por el camino del sacerdocio. 

SUGERENCIAS SOBRE LAS LECTURAS
PARA LA HOMILÍA DEL 2º DOMINGO DE CUARESMA

1ª Lectura : “Aquí me tienes” (Gn 22, 1-2.9ª.15-18)

Dios le pidió un día a Abraham que renunciase a todo su pasado(Gn 12, 1-3). Ahora le pide que renuncie al futuro que Él (el mismo Dios) le había prometido: le pide que sacrifique a su propio hijo, al hijo en quien se habían depositado todas las promesas, Sin él, la descendencia de la que Dios había hablado se acaba. La tierra que le había prometido en herencia se queda sin heredero. La fama, el prestigio ante los pueblos resulta imposible.

Abraham obedeciendo a Dios y sacrificando a su hijo destruía en definitiva la promesa que sostenía su fe. Pero Abraham opta por el Dios de las promesas antes que por las promesas de Dios; opta por Dios antes que por las cosas de Dios.

La fe ejemplar de Abraham se apoya únicamente en Dios a pesar de que lleve al sacrificio y a la obediencia total.

Los seminaristas también, habiendo escuchado la voz del Señor, tratan de cumplir la voluntad de Dios a pesar de las dificultades que conlleva. Y no dudan en entregar y sacrificar sus proyectos, sus deseos, en definitiva, sus vidas a Dios en servicio de todos los hombres.

2ª Lectura: “Dios está con nosotros” (Rom 8, 31b-34)

En el final de la lectura anterior veíamos como Dios proveía un carnero en sustitución de Isaac, hijo de Abraham. También Dios, para la salvación y felicidad de todos los hombres no dudó en entregar a su Hijo, Jesucristo, como Cordero Pascual que se entrega por nosotros. Dios nos amó tanto que no reservó su Hijo.

Por eso, Dios tampoco nos negará todo cuanto pidamos con fe para vencer las dificultades de la vida. Este es el fundamento de nuestra esperanza, porque si Dios está con nosotros, como lo ha demostrado entregándonos a su Hijo, ¿quién estará contra nosotros?

Los sacerdotes, como realizadores de la misión que Cristo llevó a cabo entre los hombres, se convierten en esa esperanza para los hombres tristes, afligidos, desesperanzados de nuestro mundo, a quienes les hablan del rostro misericordioso de Dios.

Evangelio: “Este es mi Hijo amado, escuchadlo”(Mc 9, 1-9)

En la Transfiguración del Señor el Padre pide a los hombres que escuchemos a Jesucristo. En esta Teofanía queda revelada la identidad de Jesús: “Cristo es la gran manifestación de Dios, de su amor a los hombres”.

Además, los discípulos son alentados para que puedan recorrer el camino de su Maestro.El final del relato es una exhortación a realizar ese camino en la escucha atenta al Hijo, la Palabra del Padre que manifiesta su amor y bondad infinitas.

Los seminaristas, como discípulos que buscan reproducir esa experiencia formativa que tuvo Jesucristo con los Doce, se preparan en los Seminarios, para revelar al mundo la identidad de Dios con su caridad pastoral, exhortar a los hombres a cumplir la voluntad del Padre y comunicar la vida divina por medio de los sacramentos.

Preces

Hermanos: es necesario orar en todo tiempo, pero particularmente en estos días de Cuaresma. Dirijamos nuestra súplica confiada al Padre de la Vida

R. / Danos, Señor, sacerdotes santos.

— Para que no falten en tu Iglesia ministros que prediquen el Evangelio a la humanidad necesitada de reconciliación y de esperanza. Roguemos al Señor

— Para que los que viven agobiados y desesperanzados  encuentren en los sacerdotes el consuelo y el aliento del Buen Pastor. Roguemos al Señor.

— Para que los jóvenes de nuestras parroquias y grupos estén atentos para descubrir la voluntad de Dios y dispuestos a ser sacerdotes, si ésa es su vocación. Roguemos al Señor.

— Por el Seminario de nuestra Diócesis, por los formadores y los seminaristas, para que sea una comunidad gozosa de seguimiento de Jesús y de entrega al servicio de la Iglesia y de la sociedad. Roguemos al Señor.

Celebrante: Concede a tu pueblo, Señor, la gracia de volverse a ti de todo corazón, y ya que ha puesto su confianza en ti, llénalo de tus dones y concédele santo sacerdotes. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Monición para la colecta

Acabamos de pedir por el Seminario  y las vocaciones. Nuestra ayuda  tiene ahora en cuenta las necesidades materiales  de la formación. Por ello, la colecta de hoy  será entregada al Seminario para colaborar en su mantenimiento y poder seguir haciendo verdad una vieja consigna de la comunidad cristiana: que ninguna vocación se pierda por razones económicas.

Cantos

ENTRADA:
      "Me invocará y lo escucharé" (CLN A12.Apéndice)
      "Reunidos en el nombre del Señor”. (CLN A9 

OFERTORIO: “Bendito seas Señor” (CLN H5)

SANTO: Palazón (CLN 18)

COMUNIÓN: “Sois la semilla” (Id y evangelizad)

FINAL: “Quiero decir que sí”


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