ÚLTIMAS NOTICIAS
Juan Pablo II nombra a los
primeros cardenales del nuevo milenio
El Papa envía ayuda económica a El Salvador
La unidad de los cristianos es hoy una de las tareas «más comprometedoras»
La Cáritas de todo el mundo se moviliza a favor de El Salvador
Cáritas de El Salvador: La tragedia es muy superior a las cifras oficiales
Gloria Macapagal Arroyo, una católica vuelve a salvar Filipinas del caos
Tierra Santa: Un testimonio de oración interconfesional en plena violencia
«L´Osservatore Romano» censura éticamente las corridas de toros
Juan Pablo II llama a hacer una «conversión ecológica»
Antonio Gaspari: El desafío, una «ecología optimista»
Juan Pablo II nombra a los primeros
cardenales del nuevo milenio
Sorprende el elevado número de arzobispos de América Latina
CIUDAD DEL VATICANO, 21 enero 2001 (ZENIT.org).-
Juan Pablo II anunció este mediodía, en su tradicional encuentro dominical con
los peregrinos, el nombre de los primeros cardenales creados en el tercer
milenio. En la lista no faltan sorpresas.
Entre los nuevos cardenales, 11 son cercanos colaboradores del pontífice en la
Curia Romana, 21 son arzobispos de importantes diócesis del mundo, y cinco han
sido auténticas sorpresas.
Además, el Santo Padre ha deparado una sorpresa al elevar a la dignidad
cardenalicia a cinco obispos o sacerdotes que han superado ya los ochenta años
(no podrán participar en el próximo cónclave de elección del pontífice).
Con este gesto, como él mismo reconoció, el obispo de Roma pretende hacer un
reconocimiento de toda una vida ofrecida al servicio de la Iglesia.
A primera vista, al leer la lista de nuevos cardenales, el dato más
significativo es el del elevado número arzobispos que proceden de América
Latina. Por primera vez el Papa ha nombrado diez cardenales de los países
evangelizados por los misioneros de la península ibérica, donde hoy se
encuentra casi la mitad de la población católica del planeta.
Se trata de los argentinos Jorge María Mejía, archivista y bibliotecario de la
Santa Romana Iglesia y Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires; de los
brasileños Geraldo Majella Agnelo, arzobispo de San Salvador da Bahía y
Claudio Hummes, arzobispo de Sao Paulo; del ecuatoriano Antonio José González
Zumárraga, arzobispo de Quito; del colombiano Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo
de Bogotá; del chileno Francisco Javier Errazuriz Ossa, arzobispo de Santiago;
del hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, de
Ignacio Antonio Velasco García, arzobispo de Caracas; del peruano Juan Luis
Cipriani Thorne, arzobispo de Lima.
El Papa ha nombrado, además, un cardenal de España, Francisco Alvarez Martínez,
arzobispo de Toledo y primado de ese país; y dos de Portugal, el patriarca de
Lisboa, José Da Cruz Policarpo, y José Saraiva Martins, prefecto de la
Congregación para las Causas de los Santos.
Juan Pablo II ha nombrado también a tres cardenales de Estados Unidos. Dos ya
eran esperados. Se trata de los arzobispos de Washington, Theodore E. McCarrick,
y Nueva York, Edward Michael Egan. Además, en reconocimiento a su larga y
fecunda carrera teológica, el pontífice ha elevado a la dignidad cardenalicia
al sacerdote Avery Dulles, teólogo jesuita, profesor de la Fordham University
de Nueva York.
La geografía del catolicismo está representada además en el colegio
cardenalicio por Ivan Dias, arzobispo de Bombay (India); Desmond Connell,
arzobispo de Dublín (Irlanda); Audrys Jouzas Backis, arzobispo de Vilnius
(Lituania); Bernard Agré, arzobispo de Abidjan (Costa de Marfil); Louis Marie
Billé, arzobispo de Lyon (Francia); Severino Poletti, arzobispo de Turín
(Italia); Cormac Murphy-O’Connor, arzobispo de Westminster (Gran Bretaña); y
el arzobispo mayor de los sirios-malabareses de la India, Varkey Vithayathil.
Entre los nuevos cardenales de la Curia romana, se encuentran los arzobispos
Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos (italiano);
Francois Xavier Nguyen van Thuan, presidente del Consejo Pontificio Justicia y
Paz (vietnamita); Agostino Cacciavillan, presidente del Patrimonio de la Sede
Apostólica (italiano), y Sergio Sebastiani, presidente de la Prefectura para
los Asuntos Económicos de la Santa Sede (italiano).
Asimismo, recibirán el capelo cardenalicio los arzobispos de la Curia Romana
Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación católica
(polaco); Crescenzio Sepe, secretario general del comité del gran Jubileo del Año
2000 (italiano), el patriarca Ignace Moussa Idaoud, prefecto de la Congregación
para las Iglesias Orientales (sirio); Mario Francesco Pompedda, prefecto del
Tribunal Supremo de la Sede Apostólica (italiano), y Walter Kasper, secretario
del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos (alemán).
Por lo que se refiere a las cinco «sorpresas», además del antes mencionado
padre Dulles, el Papa ha creado cardenales al patriarca de Alejandría de los
Coptos, Stephanos II Ghattas, quien acogió al pontífice en su peregrinación
jubilar realizada a Egipto el mes de febrero pasado; del arzobispo emérito de
Tours (Francia), Jean Honoré, quien desempeñó un papel importante en la
redacción del Catecismo de la Iglesia Católica de 1992; el sacerdote jesuita
Roberto Tucci, del Comité directivo de «Radio Vaticano» y encargado de
preparar los viajes internacionales del Papa; y de monseñor Leo Scheffczyk,
brillante teólogo de la arquidiócesis de Munich (Alemania).
«Los nuevos purpurados --dijo el Papa al presentar a los designados-- provienen
de varias partes del mundo. En sus filas se refleja muy bien la universalidad de
la Iglesia con la multiplicidad de sus ministerios. Junto a prelados beneméritos
por el servicio que han rendido a la Santa Sede, se encuentran pastores que
gastan sus energías en el contacto directo con los fieles».
Con este nuevo grupo de cardenales, de ellos 32 con menos de 80 años, se rebasa
el límite de 120 fijado por Pablo VI, por lo que en un eventual cónclave
elegirían nuevo pontífice 129 purpurados.
Juan Pablo II reveló también que tiene la intención de «anunciar próximamente»
los nombres de dos cardenales que él mismo se había reservado «in pectore»
en el consistorio de 1998 por razones de prudencia pastoral.
El consistorio en el que el obispo de Roma creará a los nuevos cardenales tendrá
lugar el próximo 21 de febrero. Será el octavo de su pontificado.
El Papa envía ayuda económica a El
Salvador
En su representación viaja al país centroamericano el arzobispo Cordes
CIUDAD DEL VATICANO, 21 enero 2001 (ZENIT.org).-
Para manifestar su cercanía con las poblaciones afectadas por el reciente
terremoto que ha devastado América Central, Juan Pablo II ha enviado su propia
ayuda económica y ha pedido a uno de sus cercanos colaboradores que visite la
región en su nombre.
De este modo, el próximo martes viajará a El Salvador el presidente del
Consejo Pontificio «Cor Unum», el arzobispo Josef Cordes, quien llevará
consigo 100 mil dólares de parte del Papa. La noticia fue confirmada ayer por
un comunicado distribuido por la Sala de Prensa de la Santa Sede.
La visita de monseñor Cordes, explica el texto, quiere ser un «signo de la
cercanía de Juan Pablo II hacia las poblaciones afectadas».
Durante su permanencia en El Salvador, el arzobispo alemán se encontrará con
algunas de las familias damnificadas, con los obispos del país, con el
presidente de la República Francisco Flores y con exponentes de las
instituciones que colaboran en la acción de socorro.
Monseñor Cordes, como presidente del Consejo Pontificio «Cor Unum» tiene por
misión alentar y coordinar la acción de las instituciones de ayudas católicas
de todo el mundo. Todas las organizaciones de Caritas del mundo se están
movilizando para poder enviar ayuda y asistencia a Caritas El Salvador.
La cifra de fallecidos en El Salvador por el terremoto de 7,6 grados en la
escala de Ritcher que asoló a Centroamérica el pasado 13 de enero asciende a
704, según el rotativo salvadoreño «El Diario de Hoy» en su edición
digital.
Se puede enviar ayuda a la cuenta corriente de Caritas El Salvador en:
Cuenta nr. 001-1-738747 Chase Manhattan Bank of New York, Banco de Comercio de
El Salvador ABA 021000021 para abonar la cuenta corriente de Caritas de El
Salvador NO 02-03-02510-6. Causal: Terremoto 13 Enero.
La unidad de los cristianos es hoy una
de las tareas «más comprometedoras»
Juan Pablo II impulsa la Semana de Oración ecuménica
CIUDAD DEL VATICANO, 21 enero 2001 (ZENIT.org).-
La búsqueda de la unidad entre los cristianos separados en diferentes Iglesias
y comunidades es, según Juan Pablo II, uno de los compromisos prioritarios en
estos momentos.
El pontífice lo afirmó esta mañana al encontrarse a mediodía con miles de
peregrinos que se habían reunido en la plaza de San Pedro, a mediodía, antes
de anunciar el nombre de los 37 nuevos cardenales que creará en el consistorio
del próximo 21 de febrero.
El obispo de Roma recordó que en estos momentos los casi dos mil millones de
cristianos celebran una Semana de Oración por la unidad rota. Este
acontecimiento concluirá, en Roma, el 25 de enero, con una ceremonia que será
presidida por el Papa en la Basílica de San Pablo Extramuros.
La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, explicó el Santo Padre,
«tiene este año un valor singular porque se celebra a pocos días de la
conclusión del gran Jubileo, durante el cual hemos profesado con alegría
siempre nueva que Cristo es el único salvador del mundo ayer hoy y siempre».
De hecho, añadió, «la búsqueda de la unidad constituye unas de las tareas más
comprometedoras a la que los discípulos de Cristo están llamados».
«Al inicio del nuevo milenio, salimos al encuentro del futuro en esta
perspectiva de fe --concluyó Juan Pablo II--. Que Dios nos conceda la fuerza
inagotable de su Espíritu capaz de sorpresas siempre nuevas».
La Cáritas de todo el mundo se moviliza
a favor de El Salvador
Lanzan campañas de recaudación de ayuda
MADRID, 17 enero 2001 (ZENIT.org).-
Veinticuatro horas después de la petición urgente de ayuda lanzada, el 15 de
enero, por la Cáritas de El Salvador, numerosas Cáritas de todo el mundo han
movilizado sus recursos para apoyar las labores de asistencia a las víctimas de
la catástrofe que lleva a cabo sobre el terreno la Cáritas local.
Hasta ayer, ocho Cáritas de países donantes --Bélgica, Reino Unido, Alemania,
España, Suiza, Italia y Hong Kong, Estados Unidos-- habían destinado a El
Salvador de sus fondos especiales de emergencia una suma total cercana a los
550.000 dólares.
Ahora, estas Cáritas han lanzado campañas en los diferentes países para
sensibilizar a la generosidad de la gente y poder así hacer más decisiva su
propia contribución.
Ha sido sorprendente, por ejemplo, la respuesta al llamamiento lanzado por Cáritas
española, quien ha abierto una línea telefónica para informar sobre la
situación de El Salvador (902 33 99 99 ) que puede consultarse también en la página
web (http://
http://www.caritas-espa.org/elsalv.html). De este modo, pueden encontrar los
números de cuentas corrientes a los que se pueden enviar los donativos.
En las primeras 48 horas que siguieron a su anuncio Cáritas ha recogido entre
la población española 600 mil dólares con este objetivo. Hay que hacer notar
que en estos fondos se computan únicamente las aportaciones realizadas a través
de las cuentas abiertas a nivel nacional por Cáritas Española, por lo que
faltan por añadir las recaudaciones realizadas a través de las cuentas
abiertas por cada una de las 68 Cáritas Diocesanas existentes en el país.
No sólo Cáritas se moviliza, sino también las mismas Iglesias. La presidencia
de la Conferencia Episcopal Italiana, por ejemplo, ha decidido ya el envío de
un millón y medio de dólares.
Por su parte, en Estados Unidos, el Catholic Relief Services (equivalente a la Cáritas
en ese país), ha enviado 250.000 dólares de sus fondos de emergencia.
Dentro de El Salvador, la Iglesia católica y su organización para la acción
social, Cáritas, ha sumado sus esfuerzos al Comité de Emergencia creado por el
Gobierno salvadoreño y en el que participa monseñor Gregorio Rosa Chávez,
obispo auxiliar de San Salvador y vicepresidente de Cáritas Internacional para
América Latina y el Caribe.
Como organización miembro de este Comité, el Gobierno de El Salvador ha
confiado a la Cáritas Salvadoreña responsabilidades concretas de distribución
de la ayuda gubernamental a los damnificados.
Por su parte, el director de Cáritas El Salvador, Gilberto Gallegos, ha
insistido en la conveniencia de recibir de forma prioritaria ayuda económica,
dado que todos los materiales necesarios para la emergencia puede ser adquiridos
en la zona, con lo que, además de agilizar los aspectos logísticos de la
distribución, se evitan numerosos trámites burocráticos.
La acción de los trabajadores y voluntarios de la Cáritas local abarca todos
los departamentos del país, aunque está siendo especialmente intensa en las diócesis
de Santiago de María y Sonsonate, dos de las más afectadas por el terremoto.
Mientras que en Santiago de María, entre el 80 y el 90 por ciento de las
viviendas han sido destruidas por el terremoto, en Sonsonate hay comunidades en
las que han desaparecido más del 60 por ciento de las edificaciones. Las
primeras evaluaciones realizadas por la Cáritas Salvadoreña hablan de una
cifra de muertos superior a las que se están proporcionando de forma oficial y
de un porcentaje de daños muy elevado.
Cáritas de El Salvador: La tragedia es
muy superior a las cifras oficiales
Piden la condonación de la deuda externa de El Salvador
MADRID, 19 enero 2001 (ZENIT.org).- Gilberto
Gallegos, director de la Cáritas Salvadoreña, aseguraba al mediodía de hoy
(madrugada en El Salvador) que la situación sigue siendo crítica en el país
centroamericano y que la verdadera magnitud de la tragedia todavía se
desconoce.
«Hay comunidades rurales de las que no se tenía noticias y cuyos líderes están
llegando a los municipios más grandes para pedir ayuda, porque no se ha
recibido ninguna», explicó al servicio de información de Cáritas en España.
Gallegos estima que, «conservadoramente», se podría hablar de 250.000
personas damnificadas y 4.000 muertos (aunque las cifras oficiales hablan sólo
de 800 víctimas mortales), además de 47.000 desplazados por la catástrofe.
Estos datos podrán completarse mañana, tras la reunión que hoy celebrará la
Junta Nacional de Cáritas El Salvador para llevar a cabo una evaluación más
exhaustiva de los daños causados por el terremoto y de las necesidades para
atender a los miles de damnificados.
Tanto Cáritas como la Iglesia salvadoreña en general han movilizado a todos
sus colaboradores para atender a las víctimas de la tragedia. Voluntarios de
las 8 Cáritas Diocesanas del país y de las 350 Cáritas Parroquiales están
dedicando todo su esfuerzo a las tareas de socorro y atención a los afectados
por el terremoto. Incluso se han desplazado equipos de emergencia desde zonas no
afectadas del país, como Chalatenango, hacia las más perjudicadas, como
Sonsonate o Usulután.
Por su parte, el presidente de Cáritas Española, José Sánchez Faba, pidió
ayer al Gobierno español, ante los micrófonos de la Cadena radiofónica COPE,
que condone la deuda externa que tiene contraída El Salvador con ese país. El
Departamento de Cooperación Internacional de Cáritas en España recuerda que
el país centroamericano sufre de manera permanente «un terremoto de 4.043
millones de dólares» (es decir, el montante total de su deuda externa).
Gloria Macapagal Arroyo, una católica
vuelve a salvar Filipinas del caos
Hija del presidente que precedió a Marcos y con un amplio respaldo popular
MANILA, 21 enero 2001 (ZENIT.org).- A mediodía
de ayer juraba como decimocuarta presidenta de Filipinas, ante la multitud
reunida frente al Santuario de Edsa, Gloria Macapagal Arroyo.
«Esta vez --dijo el cardenal Jaime Sin, arzobispo de Manila-- no es una
victoria contra la dictadura sino contra la inmoralidad, la corrupción y la
avaricia».
En un breve discurso, la presidenta Macapagal Arroyo ha delineado las cuatro
prioridades de su mandato: vencer a la pobreza en un decenio; mejorar el nivel
moral del Gobierno y la sociedad; cambiar la políticas para lograr auténticas
reformas; y, por último, un liderazgo fundado en el ejemplo y no en la retórica.
Por segunda vez una mujer, católica, podría salvar a Filipinas del desastre al
que la estaba conduciendo un presidente «inmoral». La misma definición que
usaron los obispos para Marcos ahora ha servido para el depuesto Joseph Estrada.
Gloria Macapagal Arroyo resume en su persona los valores que empujaron al pueblo
filipino a volverse contra el dictador Ferdinand Marcos hace 15 años y lo han
vuelto a lanzar a la calle para arrojar del poder al corrupto Estrada.
Arropada por quienes habían conducido aquella revolución pacífica con un
fuerte sello católico, aunque de más amplio alcance, pues reunía a gran parte
de las fuerzas democráticas del país, Gloria Macapagal Arroyo se había
presentado a la multitud en la víspera de su acceso a la presidencia, vestida
de amarillo, el color del «People Power» de 1986.
Junto a esta mujer, señalada por el «Asian Week» como una de las más
influyentes de Asia, para expresarle públicamente su apoyo, se situaban los
protagonistas de aquella revolución popular: el cardenal Jaime Sin, Corazón
Aquino y Fidel Ramos, el general que apoyó aquél movimiento y sucedió a
Aquino en la presidencia.
El portavoz de Gloria Macapagal Arroyo, Renato Corona, indicó ayer que ésta
había rechazado la petición (no oficial) de Estrada de gozar de una amnistía
como condición para presentar la dimisión como presidente.
«Estrada no está en posición de negociar o de hacer concesiones. La única
opción que le queda es la dimisión», dijo Corona.
Gloria Macapagal-Arroyo es también la segunda mujer que asume la presidencia en
Filipinas, después de Aquino. Tiene un amplio respaldo popular ya que, en los
últimos años, ha logrado varios récords en la historia democrática de
Filipinas.
Según indica su biografía oficial, en 1995, obtuvo casi 16 millones de votos,
el mayor número de votos a un candidato en la historia del país. En 1998, ganó
por un margen de 7 millones de votos sobre su más cercano rival, el mayor
margen de la historia de Filipinas. Durante más de 5 años, desde diciembre de
1994, permaneció en la cima de las preferencias de los filipinos según los
sondeos.
Es hija del presidente democrático que había precedido a Marcos, Diosdado
Macapagal, que fue conocido por su integridad y su estilo de vida sencillo y
digno. Bajo el mandato del padre, este país era el segundo en desarrollo económico
en Asia, después de Japón.
Estudió con brillantes calificaciones en el colegio católico de la Asunción y
obtuvo la calificación universitaria de «Magna cum laude» en Comercio en el
centro universitario del mismo nombre. Hizo dos años de postgrado en la
Universidad de Georgetown (Washington), donde fue compañera de clase de Bill
Clinton. Además, es doctora en Economía por la Universidad de Filipinas.
Durante el mandato de la presidenta Cory Aquino llegó a ser subsecretaria del
Ministerio de Comercio e Industria. Fue elegida senadora en 1992 y, desde su
escaño, fue redactora de 55 leyes en el campo de las reformas económicas y
sociales. Fue elegida vicepresidente en 1998 y nombrada por Estrada ministra de
Bienestar Social y Desarrollo.
Ha demostrado sus capacidades no sólo como economista sino también como
educadora (empezó a trabajar como profesora de Economía en varios centros
universitarios), periodista (durante su participación en el Gobierno de Cory
Aquino mantuvo un programa televisivo dirigido a los campesinos emitido por «Channel
4») y funcionaria de la Administración del Estado.
Está casada con un abogado y hombre de negocios, José Miguel Tuason Arroyo,
nieto del último senador de Iloilo, José María Arroyo. Tienen tres hijos
Mikey, Luli, y Dato.
Fue propuesta al Senado por varias asociaciones y publicaciones y elegida mujer
del año por la Asociación de Educación Católica de Filipinas.
Como ministra de Bienestar Social y Desarrollo, introdujo el «Ahon Bayan», un
fondo para recabar donaciones a los proyectos sociales de su departamento, así
como el «Ahon Bata sa Lansangan», una iniciativa en favor de los niños de la
calle.
Entre sus mayores compromisos están la expansión del «Comprehensive and
Integrated Delivery of Social Services» (CIDSS) y la implementación del «Early
Childhood Development Projects».
Aparte de este apabullante curriculum , la pregunta es si Gloria Macapagal
Arroyo, logrará reunir un amplio respaldo popular, tras los años caóticos que
ha vivido Filipinas durante la presidencia del populista Joseph Estrada, un
actor televisivo.
El padre Alessandro Vavassori, misionero en Filipinas desde hace décadas,
responde: «Sí es una persona popular.
Digamos que no goza de la popularidad de Cory Aquino. Pero es también muy
estimada por la gente».
Según este misionero italiano que trabaja en Manila, «el cardenal Sin ha
lanzado un llamamiento a la movilización y la gente ha decidido responder a su
llamada en defensa de la verdad. Los colegios católicos han suspendido las
clases para permitir a profesores y alumnos participar en las manifestaciones».
El reconocimiento de Gloria Macapagal Arroyo ha sido inmediato por algunos de
los más influyentes países del mundo: Japón, Tailandia, Australia, Canadá y
Estados Unidos. Le ha llegado incluso un caluroso saludo del Gobierno chino, que
la ha definido como una «amiga», recordando la visita realizada a Pekín
cuando era vicepresidenta.
Tierra Santa: Un testimonio de oración
interconfesional en plena violencia
Los cristianos rezan por la unidad en una Jerusalén que no encuentra la paz
JERUSALÉN, 21 enero (ZENIT.org).- En una Jerusalén que no encuentra la tan
deseada paz, se inicia hoy la Semana de Oración por la Unidad de los
Cristianos. Una cita a la que acuden casi todas las confesiones cristianas que
abren las puertas de sus iglesias a la acogida festiva y fraterna.
El octavario empieza hoy, debido a que la Navidad armenia se celebra el 19 de
enero y, por tanto, hay que esperar a que acabe esta fiesta para que sus fieles
puedan unirse a la oración común.
Esta experiencia espiritual deja cada año en Tierra Santa la nostalgia de
llegar pronto a una verdadera unidad en la diversidad. El calendario de las
celebraciones se abre en la catedral anglicana de San Jorge y se concluye en la
greco-melquita católica de la Anunciación.
En los restantes días, tienen lugar en la catedral armeno-ortodoxa de Santiago,
en la iglesia luterana del Redentor, en la parroquia católica del Salvador, en
la catedral etíope-ortodoxa y en la iglesia de San Marcos de los
siro-ortodoxos. A esta iglesia van también los fieles coptos que se alternan
anualmente en la preparación de la oración con los sirios en sus respectivas
iglesias.
El punto central de la semana es el jueves, la oración común en el Cenáculo,
donde las oraciones y lecturas del antiguo y nuevo Testamento, así como los
cantos, son expresión de todos los ritos. Su organización está confiada a los
padres benedictinos de la abadía Maria Hagia Sion. Desde hace algún año,
participan también judíos mesiánicos y judíos bautizados.
El mayor problema de este octavario es la renuencia a participar de la Iglesia
greco-ortodoxa. A pesar de ello, un representante suyo, el archimandrita
Atanasios, participa en las funciones litúrgicas y se une a la oración común
del Padrenuestro o a la bendición conjunta a los fieles por parte de los
obispos. Fue significativo ayer el hecho de que el unicio litúrgico de la
semana comenzara uniéndose al rezo del oficio de «Apodeipnon» (Completas),
recitado por los monjes greco-ortodoxos en el Calvario, es decir en la Basílica
del Santo Sepulcro.
Hoy por la tarde, antes de la celebración en la catedral anglicana, muchos se
han encontrado en Belén, en el monasterio de las religiosas greco-melquitas del
Emmanuel, para escuchar el tradicional informe sobre las actividades ecuménicas
del año precedente, realizado por el padre Frans Bouwen, experto en el diálogo
ecuménico.
«L´Osservatore Romano» censura éticamente
las corridas de toros
El sufrimiento inútil provocado a un animal es injustificado
CIUDAD DEL VATICANO, 19 enero 2001 (ZENIT.org).-
«No hay justificación para que el hombre haga sufrir a inútilmente los
animales». Así de claro lo escribe el diario oficioso de la Santa Sede en un
artículo en el que afronta cuestiones tan delicadas como el valor ético de las
corridas de toros.
El artículo, publicado por «L’Osservatore Romano» (edición francesa 16 de
enero de 2001, p. 10) con el título «Por una relación más justa con los
animales», está firmado por Marie Hendrickx, teóloga que trabaja en Roma al
servicio de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuyo prefecto es el
cardenal Joseph Ratzinger.
La intervención del órgano informativo vaticano cobra interés tras dos
importantes llamamientos lanzados recientemente por Juan Pablo II: «¡Salvemos
al hombre!» (el
13 de enero al dirigirse al Cuerpo diplomático) y la invitación a evitar
«la catástrofe ecológica» a favor de una «ecología humana» en su última
audiencia general (Zenit,
17 de enero).
«Si una relación justa con Dios hace justas a las personas y benevolentes en
su relación con los animales, la benevolencia hacia los animales podría por su
parte despertar en el corazón del hombre sentimientos de admiración y alabanza
por la obra grandiosa del Creador del Universo», escribe la teóloga belga.
Respondiendo a las organizaciones ecologistas que reprochan a la Iglesia su visión
bíblica de la realidad, según la cual el medio natural es considerado como el
marco de la actividad humana, el artículo plantea interrogantes decisivos.
«El derecho a servirnos de los animales para alimentarnos, ¿implica el criar a
los pollos en batería, en un espacio más pequeño al de una hoja de papel? O
el que las terneras estén encajonadas en un recinto en el que no se pueden
mover y en el que no verán la luz?», pregunta.
«El derecho a utilizar los animales para la confección de los vestidos --añade--,
¿implica el dejar morir lentamente de hambre, de sed y de frío o de hemorragia
en trampas a animales cuya piel es preciosa?».
También el pasatiempo está comprendido en los interrogantes suscitados por el
artículo. «El derecho a ser asistidos por animales en nuestro tiempo libre, ¿implica
el matar a los toros después de haberles atormentado durante un buen tiempo con
banderillas? ¿Implica el reventar los caballos? ¿Implica el lanzar gatos o
cabras de lo alto de un campanario?».
La lista podría continuar. La teóloga escoge un caso concreto para argumentar
su respuesta, la experimentación científica con los animales. La versión del
Catecismo de la Iglesia Católica de 1992 decía que «Los experimentos médicos
y científicos en animales, si se mantienen en límites razonables, son prácticas
moralmente aceptables, PUES contribuyen a cuidar o salvar vidas humanas» (n.
2417).
La versión definitiva del Catecismo publicada después dice: «Los experimentos
médicos y científicos en los animales son prácticas moralmente aceptables SI
permanecen en los límites razonables y contribuyen a curar y ahorrar vidas
humanas».
El cambio que ha hecho la Iglesia, explica Hendrickx, está en que el «pues»
se convierte en «si» condicional. «Ya no se acepta a priori el que los
experimentos médicos y científicos contribuyan a curar o ahorrar vidas
humanas. Antes de ser legítimas, estas operaciones deben demostrar su utilidad».
El número 2418 del Catecismo, en este sentido, es claro: «Es contrario a la
dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y sacrificar sin
necesidad sus vidas».
En particular, la teóloga afronta el tema de los espectáculos basados en la
lucha y sufrimiento de los animales, como las corridas de toros. «Un atentado a
la vida, un sufrimiento infligido a un ser humano, que es un fin en sí mismo, sólo
es moralmente justificable en el caso en que permita a quien lo sufre (y
eventualmente a otros) vivir mejor, intensificar y mejorar sus relaciones
humanas, acercarse a Dios. En el caso de los animales, el sufrimiento no puede
ser infligido legítimamente si no es en condiciones análogas».
«Esta observación --concluye la teóloga-- puede ayudar a aclarar el problema
de los espectáculos, que comportan violencia contra los animales».
Reconoce que con frecuencia se trata de fiestas ricas de color y de folclore, y
«es fácil comprender el que las masas queden fascinadas por el espectáculo de
la inteligencia humana que triunfa contra la fuerza bruta y desencadenada».
«Puede comprenderse, además, que de esta experiencia surja un sentimiento de
solidaridad y emoción común, que parece justificar el sacrificio del animal y
el riesgo que puede correr el hombre», añade. Pero, pregunta, «¿se trata de
una solidaridad real, de un acercamiento auténtico entre las personas? ¿Se da
una auténtica purificación colectiva de la agresividad?».
No, afirma Hendrickx, más bien sucede lo contrario. «Hay que poner todos los
medios para lograr aquello que constituye el valor del espectáculo, pero sin
que eso se haga a expensas del animal y sin riesgos excesivos para el hombre».
Juan Pablo II llama a hacer una «conversión
ecológica»
Para evitar la catástrofe aboga por una «ecología humana»
CIUDAD DEL VATICANO, 16 enero 2001 (ZENIT.org).-
Juan Pablo II exigió esta mañana una «conversión ecológica» como condición
indispensable para evitar una «catástrofe» hacia la que en ocasiones parecería
encaminarse el hombre.
La armonía de las relaciones del hombre con la naturaleza «es trastornada
continuamente por el pecado humano», reconoció. De este modo, al encontrarse
esta mañana con miles de peregrinos de los cinco continentes con motivo de la
tradicional audiencia general de los miércoles, el Santo Padre abogó con
claridad a favor de una «ecología humana».
Una ecología, aclaró, «que haga más digna la existencia de las criaturas,
protegiendo el bien radical de la vida en todas sus manifestaciones y preparando
a las generaciones futuras un ambiente que se acerque más al proyecto del
Creador».
Biblia y ecología
Juan Pablo II, que tras concluir este Jubileo está afrontando en este tipo de
citas con los peregrinos la manera en que ha de vivirse el compromiso de los
cristianos en la vida social a inicios del milenio, afrontó el argumento
haciendo un repaso de los textos ecológicos de la Biblia.
De este modo, se detuvo a analizar particularmente los primeros capítulos del Génesis,
en donde Dios entrega al hombre el señorío sobre la naturaleza, que en el
lenguaje bíblico se simboliza con el gesto de «poner un nombre» a las
criaturas. Ahora bien, advirtió, el Creador no ha hecho al hombre «déspota
autónomo» de la naturaleza, «no es la misión de un dueño absoluto e
incensurable, sino la de un ministro del Reino de Dios, llamado a continuar con
la obra del Creador, una obra de vida y de paz».
Síntomas de catástrofe
«Por desgracia --constató el obispo de Roma--, al recorrer con la mirada las
regiones de nuestro planeta, nos podemos dar cuenta inmediatamente de que la
humanidad ha decepcionado la expectativa divina».
De este modo, el pontífice denunció que «el hombre ha devastado sin dudarlo
llanuras y valles boscosos, ha contaminado aguas, ha deformado el hábitat de la
tierra, ha hecho irrespirable el aire, ha trastornado los sistemas hidro-geológicos
y atmosféricos, ha desertizado espacios verdes, ha establecido la
industrialización salvaje, humillando --por usar una imagen de Dante Alighieri--
ese "huerto" que es la tierra, nuestra morada».
«Ecología humana»
«Por eso --propuso--, es necesario estimular y apoyar la "conversión ecológica"
que en estas últimas décadas ha hecho a la humanidad más sensible con
respecto a la catástrofe hacia la que se estaba encaminando».
Las palabras del pontífice denotaban preocupación: «no está sólo en juego
una ecología "física", atenta a tutelar el hábitat de los
diferentes seres vivientes, sino también una ecología "humana" que
haga más digna la existencia de las criaturas».
El Papa concluyó invitando a descubrir a Dios en la belleza de la creación,
citando un pensamiento de la tradición judía «chassidim» que dice: «Dondequiera
que vaya, ¡Tú! Dondequiera que me detenga, ¡Tú!... Dondequiera que me dé la
vuelta, dondequiera que me maraville, sólo Tú, de nuevo Tú, siempre Tú».
Antonio Gaspari: El desafío, una «ecología
optimista»
El experto en temas ambientales analiza la última intervención del Papa
ROMA, 18 enero 2001 (ZENIT.org).- Juan Pablo
II pidió ayer una «conversión ecológica» al afrontar el candente argumento
de las relaciones entre el hombre y el ambiente. Un llamamiento que ha tenido
resonancia en los medios de información mundiales y que Zenit ha querido
profundizar con un experto en la materia, Antonio Gaspari.
Director de la agencia especializada «Greenwatch-news», este periodista
italiano ha escrito numerosos libros sobre el argumento. El último, que acaba
de salir a las librerías italianas lleva por título «De
Malthus al racismo verde - La auténtica historia del movimiento por el control
de los nacimientos» («Da Malthus al razzismo verde - La vera storia del
movimento per il controllo delle nascite»).
«Conversión ecológica»
El Papa, en la audiencia general de ayer, explicó ilustrando el primer libro de
la Biblia, el Génesis, que Dios ha entregado al hombre el señorío sobre la
naturaleza; ahora bien, añadió, el Creador no le ha hecho «déspota autónomo».
Su misión es un «llamado a continuar con la obra del Creador, una obra de vida
y de paz» (Cf. Juan
Pablo II: «El compromiso para evitar la catástrofe ecológica»).
De este modo, propuso que esta «conversión» dé origen a una «ecología
humana», «que haga más digna la existencia de las criaturas».
«Cuando el Papa habla de "ecología humana" --aclara Antonio Gaspari--
se refiere a una concepción ética precisa, según la cual, el equilibrio del
ecosistema, la defensa y la salubridad del ambiente exigen la responsabilidad
del hombre en la utilización del conocimiento científico y de la tecnología,
como instrumentos para curar las plagas del hambre, vencer las enfermedades,
proteger a la humanidad de los desastres naturales».
El hombre, ¿cáncer del planeta?
Una visión diferente a la de algunas organizaciones ecologistas radicales que
conciben el hombre como el mayor peligro para la naturaleza. Gaspari explica: «Se
trata de puntos de vista radicalmente enfrentados. Mientras el Santo Padre exige
una mayor responsabilidad ética de las personas, esas asociaciones ecologistas
hablan del hombre como "cáncer del planeta". Mientras el pontífice
denuncia el escándalo del hambre en un mundo en el que Dios nos ha puesto a
disposición una gran cantidad de recursos, esas organizaciones, en nombre de la
falta de recursos ambientales piden el control demográfico en las regiones más
pobres del planeta».
«En la audiencia de ayer --insiste el experto en cuestiones ecológicas--, Juan
Pablo II subrayó la vocación del hombre y la mujer, creados a "imagen de
Dios", que han recibido la misión de "fecundar, multiplicar y llenar
la tierra, subyugándola y dominando los peces del mar, los pájaros del cielo y
todo ser que vive sobre la tierra". Un señorío que no es
"absoluto", sino delegado por Dios. Por el contrario, algunas
asociaciones ecologistas tienden a eliminar toda diferencia ontológica entre el
hombre y los demás seres vivientes, cancelando de este modo la superior
responsabilidad del hombre en relación con las demás realidades naturales».
Ecología optimista
En la presentación que se hizo de su último libro «De
Malthus al racismo verde - La auténtica historia del movimiento por el control
de los nacimientos», e-mail 21mo.secolo@ciaoweb.it), Antonio Gaspari lanzó
un llamamiento a favor de una «ecología optimista».
«Se trata de un manifiesto --explica--, suscrito por hombres de ciencia y
profesores universitarios, en el que se expresa una concepción de la defensa
del ambiente en línea con esa "ecología humana" propuesta por el
Santo Padre. Se trata de un gobierno de la creación fundado sobre una idea más
optimista del hombre y de sus potencialidades. Un hombre que no es maldición
sino bendición para el planeta; no es empobrecimiento sino riqueza para el
mundo. Un hombre cuya descendencia suscita esperanza y no desesperación, tanto
para el resto de la humanidad como para la creación».
«Creo que este manifiesto se acerca mucho a la esperanza expresada por el pontífice
--concluye Antonio Gaspari-- para que "hombres y mujeres vuelvan a pasear
por el jardín de la creación tratando de hacer que los bienes de la tierra estén
disponibles para todos y no sólo para algunos privilegiados"».