Iglesia en el mundo

Cardenal Rouco: El reto de educativo actual, educar en la libertad

Clausura del II Congreso "Católicos y vida pública" en España

MADRID, 19 nov (ZENIT.org).- Con un llamamiento a recuperar los valores fundamentales que deben orientar a la educación integral de la persona, el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, intervino esta mañana en la jornada conclusiva del II Congreso "Católicos y vida pública".

La homilía del purpurado pronunciada durante la eucaristía, que se celebró en la capilla del Colegio Mayor San Pablo, sede del Congreso, y retransmitida por "La 2", canal de la televisión pública española, se centró precisamente en el lema del Congreso: "Educar para una nueva sociedad".

El cardenal Rouco, quien es también presidente de la Conferencia Episcopal Española, explicó que "la educación debe tener claro su punto de partida y hacia dónde ser va". "La aportación de los católicos tiene que tender más hacia lo que el hombre es y hacia dónde va que al mero conocimiento y manejo de los instrumentos técnicos y psicológicos que están a nuestra disposición".

"La educación --señaló el arzobispo de la capital española-- debe servir para que el hombre pueda resucitar y para que, con la contribución de su vida, también lo pueda hacer la Humanidad".

Retos de la educación cristiana
Llegado a este punto, el cardenal Rouco dejó claro que "una educación cristiana está para asumir la responsabilidad de la vida, sabiendo que el don de la libertad hay que utilizarlo respondiendo a quien nos lo ha concedido, el Señor de la Historia".

Una responsabilidad, la de educar, que conlleva "un camino, un debate, no sólo cultural, sino también espiritual y existencial". Y que comporta "la claridad de la fe, que completa, eleva y da profundidad y verdad a la razón".

Para llegar a ello, el cardenal mostró la figura imprescindible de Jesús: "La educación necesita de la incorporación al Cristo que ha ofrecido el sacrificio de su vida".

Por último, el arzobispo de Madrid pidió a los católicos que participan en la vida pública, y muy especialmente en la educación, que indiquen "a dónde hay que encaminarse y por dónde hay que encaminar".

Tras la eucaristía, tuvo lugar la conferencia de clausura del Congreso, "La formación humanista entre dos siglos", pronunciada por el ex ministro de Educación, Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona.

Durante estos tres días de debates, mesas redondas y conferencias, líderes intelectuales de España han reflexionado sobre los fundamentos de la educación. Ha quedado claro que el compromiso de los católicos en este sector es sin duda uno de los servicios más importantes que los creyentes han ofrecido y deben seguir ofreciendo a la sociedad española.


La cultura de la paz pasa por los libros de historia

Conclusiones de las "XIV Jornadas de Educación para la paz"

BARCELONA, 19 nov (ZENIT.org).- Educar en la paz no es algo obvio y la historia se ha encargado de demostrarlo. Con esta convicción, un año más, se han vuelto a convocar las "XIV Jornadas de Educación para la paz", convertidas ya en un punto de referencia internacional para expertos en la materia.

Se trata de una iniciativa organizada por el Seminario Permanente de Educadores para la Paz de la Facultad de Formación del profesorado de la UB. Tuvo lugar en el Campus de Vall Hebrón de la Universidad de Barcelona (UB),

De este modo, entre el 15 y el 16 de noviembre, mediadores en conflictos armados, catedráticos, pedagogos, humanistas..., discutieron sobre la manera en que es posible sensibilizar en la convivencia pacífica y en el mutuo respeto. Fue particularmente significativa la participación de representantes latinoamericanos comprometidos en la resolución de conflictos.

El primer día de las Jornadas, Eduardo Vinyamata, como experto en resolución de conflictos, se refirió al conflicto como realidad inherente de la persona humana. De ahí, por tanto, surge la necesidad indispensable de educar en la paz.

La pedagoga Marta Burguet propuso, en este sentido, una educación basada en la amistad y la paz, desde una enseñanza de la Historia que nos lleven a relacionarnos con los contemporáneos sin resentimientos o recelos por una historia del pasado.

De este modo, Burget, al igual que otros de los expositores del primer día, insistieron en la necesidad de empezar a escribir la historia de los pueblos no tanto desde la guerra y los conflictos armados, sino desde los acontecimientos diarios que demuestran una nueva manera de entender la vida.

Por otra parte, se subrayó que la paz incluye como premisa la justicia y como base la dignidad de cada ser humano, respetando al otro, la ecología y todo el universo.

Las aportaciones del segundo día ofrecieron un estupendo panorama multicultural con experiencias y situaciones reales en algunos sectores latinoamericanos (Colombia, Ecuador, Chile y Honduras).

Candelario Reyes, del Centro Cultural de Hibueras, Honduras, presentó de forma muy dinámica su labor durante más de 20 años en la promoción humana de una zona campesina, con el deseo de desarrollar y cultivar la paz desde los conflictos y los acuerdos en la expresión artística y dramática.

Comentó que su experiencia educativa se fundamentaba en los contenidos de la "Carta de la Paz, dirigida a la ONU", documento que desea ofrecer unos principios y unas bases sólidas para reflexionar sobre cuáles podrían ser algunos aportes personales en favor de la paz.


Misionero de Pekín en Italia

Un sacerdote chino atiende a 18.000 inmigrantes del país asiático

PRATO, 19 nov (ZENIT.org).- Quería ser misionero en China. En cambio ha venido a encontrar a China en Italia para llevarle el Evangelio. El padre Juan Ding, de 37 años, nacido en Pekín, es el "párroco" de los chinos en la localidad italiana de Prato, a donde ha llegado hace poco.

En la industriosa ciudad toscana, una de las principales zonas textiles de Europa, se ha establecido desde hace más de diez años una numerosa comunidad china. Sobre una población de 180.000 habitantes, los chinos que viven regularmente son 12.000 pero, si se cuenta a los clandestinos, son en torno a los 18.000, en gran parte provenientes de la región de Zhejang, al sur de Shangai.

Entre ellos hay muchos empresarios, dedicados sobre todo al tejido de punto. Y están en fuerte expansión las empresas comerciales. La convivencia no ha registrado hechos negativos pero la integración no es fácil. Entre estos asiáticos, los católicos son poquísimos. En cambio tiene una cierta consistencia la comunidad evangélica, que desde hace algunos años se reúne en los locales de una parroquia católica.

Desde hacía tiempo la curia diocesana estaba buscando un sacerdote chino a tiempo pleno. La propuesta fue acogida favorablemente por el Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME) del que forma parte el padre Ding. Y así el sacerdote se ha sumado a una religiosa que trabaja en esta localidad con la Cáritas, sor Magdalena Poh.

"Estoy muy contento de trabajar en contacto con mis paisanos --explica el padre Ding--. Ya había estado en Prato otras veces para celebrar la misa semanal de los chinos. Ahora finalmente tengo la posibilidad de dedicarme a tiempo pleno al anuncio del Evangelio. Por ahora seguiré cuidando del pequeño grupo católico y pronto espero empezar a visitar a todas las familias chinas".

El padre Ding está habituado a las dificultades y no se asusta. La suya es una historia de "catacumbas" y de humillaciones, como la de todos los católicos chinos. Su familia es católica, probablemente convertidos a finales del siglo XIX. Le bautizó su abuelo en secreto, mientras se desencadenaban violentas persecuciones contra los católicos y no había sacerdotes. Los que habían quedado en China con vida estaban en la cárcel.

"He conocido a Cristo gracias a mi abuela que, cada domingo, me enseñaba el catecismo en casa, tras haber cerrado bien todas las ventanas --relata--. Para participar en una Misa tuve que esperar a que abrieran de nuevo al culto las iglesias, a inicios de los años ochenta".

La vocación nació en la familia, en medio de aquella fe tenazmente cultivada. El padre Juan logró dejar China en 1986. Llegó a Italia y en Monza entró en el PIME. En 1995 fue ordenado sacerdote. Ahora vive en Prato, en la parroquia de la Ascensión, que se convertirá en el centro pastoral de los chinos.

"Es una comunidad joven pero veo mucha esperanza. Estoy convencido de que el Espíritu Santo "trabaja bien". Y gracias sobre todo a Caritas, en estos años se ha hecho mucho por favorecer su integración", explica.


Francia: "Los hijos podrán demandar a los padres por haberles hecho nacer"

Una sentencia indemniza a minusválido por no haber sido abortado

ROMA/PARÍS, 19 nov (ZENIT.org).- El Tribunal Supremo de Francia dictaminó el viernes pasado que es mejor no nacer que nacer con algún tipo de minusvalía.

La sentencia establece que Nicolas Perruche, de diecisiete años, con una minusvalía grave, sea indemnizado por su venida al mundo.

Nicolas no camina, no oye y está casi ciego. La madre, cuando estaba embarazada, fue al ginecólogo porque su otra hija, de cuatro años, había contraído la rubéola. "Si la he contraído --le dijo claramente al doctor-- quiero abortar". La rubéola puede provocar discapacidades en los bebés. Sin embargo, los exámenes médicos no detectaron la rubéola, y la madre continuó con el embarazo.

La Fiscalía se había opuesto a un fallo de compensación de un tribunal inferior, alegando que el pago por daños a Nicolás implicaría que algunas vidas no valen la pena. Asimismo, alegó que sustentar el recurso podría establecer un precedente para que otros niños que se sientan infelices con sus vidas por razones menos graves puedan presentar demandas contra sus padres.

Pero el Tribunal Supremo de Francia, se ha opuesto a estos argumentos, sosteniendo que Nicolas tenía derecho a compensación por daños causados por su condición.

Los padres han perseguido este resultado pues, al tener un coeficiente de inteligencia de 50 o inferior, Nicolas no está mentalmente capacitado para entablar una demanda judicial. De este modo, la compensación será recibida y administrada por ellos mismos.

El caso podría convertirse en un antecedente que promete una lluvia de sentencias del mismo tenor y quizá un escenario de pesadilla: "De ahora en adelante --dijo el abogado del médico que equivocó el diagnóstico-- será posible que un hijo denuncie a los propios padres por haberlo hecho nacer. No se puede excluir que encuentre jueces dispuestos a darle la razón".

La sentencia del tribunal ha sido comentada por la edición italiana de "L'Osservatore Romano", diario oficioso de la Santa Sede, en su edición de hoy. El periódico explica que todo ser humano, aunque sufra algún tipo de discapacitación, tiene derecho a la vida. Por este motivo, la decisión judicial es "aceptable si alienta esta interpretación".

Ahora bien, el diario vaticano considera que la sentencia no se puede aceptar "si abre un capítulo de subversión jurídica". Reconoce que, si bien "es verdad que la legislación del Estado sigue sus normas", no hay que olvidar que "quien tiene la conciencia para seguir los principios de la moral universal sabe que no se puede utilizar el diagnóstico prenatal con fines abortivos".

"El hijo ya concebido, independientemente de sus condiciones de salud, tiene que ser aceptado, criado y deben ofrecérsele los tratamientos y atenciones que reclama su dignidad", añade el artículo.

Por su parte, monseñor Elio Sgreccia, vicepresidente de la Academia Pontificia para la Vida y director del Instituto de Bioética de la Universidad del Sagrado Corazón de Roma, en declaraciones publicadas hoy por el diario italiano "Avvenire", considera que la sentencia es "peligrosa", pues "se basa en un principio discriminatorio, según el cual, los minusválidos no tienen derecho a existir".

El obispo considera que esta decisión cancela "lo que hizo Europa a partir de Nuremberg para que la discriminación no se repita y prevalezca el principio de igualdad. Para nosotros la supresión de un minusválido o, peor aún, la condena porque no ha sido "eliminado" antes del nacimiento, es un hecho sumamente alarmante".


Guadalupe y Santiago de Compostela, santuarios más visitados en 1999

El Vaticano es en el año 2000 el foco más importante de peregrinaciones

MADRID, 17 nov (ZENIT.org).- El Santuario de Guadalupe es el más visitado del mundo, con 14.800.000 peregrinos al año.

Lo revela el servicio informativo de la Conferencia Episcopal Española, "Retablo", quien tiene en cuenta informes publicados por diferentes publicaciones periodísticas de varios países.

Según estos datos, el segundo lugar en la lista de los santuarios más visitados del mundo corresponde a Santiago de Compostela que, en 1999, recibió a unos diez millones de personas. Ahora bien, se data un dato excepcional, pues en el año anterior se celebraba el Año Santo Compostelano, provocando un aumento decisivo de peregrinos.

La lista de los santuarios más visitados del mundo continúa, después, con San Giovanni Rotondo, donde se rinde culto al beato Padre Pío de Pietralcina, y con el santuario brasileño de Nossa Senhora Aparecida. Estos dos centros de peregrinación recibieron el año pasado a 7.800.000 peregrinos.

A continuación, por número de visitas, se encuentran los santuarios de Fátima y de Lourdes, que recibieron en el último año 5.300.000 y 5.200.000 peregrinos respectivamente.

En Polonia, el santuario de Jasna-Gora, de la Virgen de Czetochowa, contó con la afluencia de 4.800.000 fieles.

El santuario italiano de Loreto, dedicado a la Virgen, recibió en 1999 4.600.000 de visitas.

El Vaticano, sin embargo, es el lugar de peregrinación católico que recibe el mayor número de visitas, al menos este año. Durante el Jubileo del año 2000 los peregrinos podrían alcanzar los 30 millones.


Los obispos mexicanos esperan mantener un "diálogo libre" con Fox

Confirmado el vértice de la Conferencia Episcopal Mexicana

CIUDAD DE MÉXICO, 17 nov (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal Mexicana anunció ayer el nombramiento de su nueva dirección, en la que prácticamente quedan confirmados todos los cargos, comenzando por su presidente, monseñor Luis Morales Reyes, arzobispo de San Luis Potosí.

Junto con él también han sido renovados en su cargo el vicepresidente, monseñor José Guadalupe Martín Rábago, obispo de León; el secretario general, monseñor Abelardo Alvarado Alcántara; y el tesorero, monseñor José Guadalupe Galván, recién designado obispo de Torreón.

Monseñor Martín Rábago, en declaraciones publicadas hoy por la prensa local, explica que con la llegada del presidente electo de México, Vicente Fox Quesada, la jerarquía católica de México no busca una revancha histórica y que sus relaciones serán semejantes a las que tuvieron con el doctor Ernesto Zedillo Ponce de León.

"Esperamos que exista un diálogo libre, fructuoso, respetuoso", afirma. "Un diálogo en donde gobierno y la Conferencia Episcopal tengamos como único interés el de México".

El prelado considera que si algo se requiere es que "se avance en el reconocimiento de la libertad religiosa y su dimensión en el sentido amplio y su aval jurídico para que vayamos progresando cada día en el establecimiento de ese anhelo, de una auténtica libertad religiosa válida para todos"


"Boom" de las emisoras radiofónicas católicas en Europa

Conferencia Europea de Radios Cristianas en Madrid

MADRID, 17 nov (ZENIT.org).- Evangelización, promoción de los derechos humanos, atención a las inquietudes de la gente... Sobre estos temas están dialogando en Madrid, del 16 al 19 de noviembre, los miembros de la Conferencia Europea de Radios Cristianas (CERC), una organización nacida en 1994 pero que cuenta ya con 650 emisoras.

La fuerza e influencia de la Conferencia es tal que ya ha participado en las sesiones del Consejo de Europa en calidad de organización no gubernamental.

Uno de los grandes promotores de esta iniciativa ha sido el padre Federico Lombardi, director de programación de Radio Vaticano. En esta entrevista, cuenta detalles sobre sus orígenes y objetivos.

--Cómo nace la Conferencia Europea de Radios Cristianas.

--Federico Lombardi: Nació para tratar de establecer una colaboración y una coordinación estable entre las radios cristianas en Europa (en su mayoría, hasta ahora, son radios católicas). Para alcanzar este objetivo, trata tener relaciones concretas con las instituciones europeas: el Consejo de Europa, el Parlamento europeo, etc. De este modo, quiere presentar la realidad de estas radios como algo que no es estrictamente confesional, sino más bien como propuesta de un nuevo humanismo.

Por tanto, afrontan temas como los derechos del hombre y la democracia, la importancia de las instituciones europeas para la tolerancia, la libertad y el derecho, siempre en relación con una visión cristiana del hombre, son temas centrales en estos coloquios.

--En este amplio abanico de realidades, "Radio Vaticano", a quien usted ha representado en muchos coloquios de este tipo, desempeña un papel curioso pues es la radio de un Estado europeo singular.

--Federico Lombardi: Efectivamente, "Radio Vaticano" en cuanto tal, no es un miembro de la Conferencia Europea de Radios Cristianas, pues no es una radio europea, sino una radio con una vocación universal y tiene un planteamiento muy particular. Ahora bien, "Radio Vaticano" colabora prácticamente con todas las emisoras que son miembros de la Conferencia, poniendo a disposición material sobre los acontecimientos vaticanos y papales, ofreciendo al alcance nuestros programas para que sean retransmitidos, apoyando a sus corresponsales en Roma. Obviamente la enseñanza de la Iglesia y el magisterio de Juan Pablo II dan una contribución esencial y nos sentimos por tanto perfectamente integrados en este tipo de servicio.

--¿Cuál es el futuro que prevé para esta asociación?

--Federico Lombardi: Es una asociación que está creciendo rapidísimamente. Nació hace seis años por iniciativa de cuatro emisoras o grupos: las redes de cadenas radiofónicas católicas de España, COPE; de Francia, CRF; de Italia, CORALLO; y "Radio Renascença" de Portugal. Se trata de cuatro naciones latinas y europeas en las que la Radio católica tenía más tradición.

Ahora bien, la Conferencia se abrió inmediatamente a otros horizontes más amplios: hacia el Este de Europa, en donde en los últimos diez años han nacido muchísimas radios católicas o cristianas.

Se está abriendo también al gran ámbito del idioma alemán, donde comienzan a nacer ahora emisoras católicas diocesanas. Al mismo tiempo, se ha comenzado una colaboración interesante para ayudar a las radios de África.

Los horizontes, por tanto, son muy vastos, pues hay un enorme dinamismo en la radio católica y cristiana del continente.


Los religiosos españoles abordan su futuro con optimismo

Finaliza la VII Asamblea de Superiores y Superioras Mayores

MADRID, 17 nov (ZENIT.org).- De acuerdo con los últimos datos facilitados por el Departamento de Estadística de la Confederación Española de Religiosos (Confer), en España hay 50.842 religiosas y 16.621 religiosos, que pertenecen a alguna de las 291 congregaciones femeninas y 100 masculinas presentes.

Su presidente, Jesús Mª Lecea, señaló, en la apertura de la VII Asamblea de Superiores y Superioras Mayores --celebrada esta semana en Madrid--, que los religiosos "conectan con las ansias, los gozos, las pruebas y las esperanzas de los hombres y mujeres de nuestro tiempo" cuando manifiestan con su forma de vivir y actuar "la experiencia de la gratuidad, la belleza y la ternura de Dios".

Ante cerca de 400 superiores y superioras provinciales de las congregaciones femeninas y masculinas de España, Lecea justificó que esta actitud no supone "estar en las nubes" sino "pisar tierra", pues "nuestro empeño no nos separa de las preocupaciones de los hombres y mujeres de hoy y del ajetreo del mundo actual", y exhortó a dejar a "estar a la altura de las circunstancias y responder a necesidades reales".

Al referirse a la vida religiosa europea, Lecea --también presidente de la Unión de Conferencias Europeas de Superiores Mayores (UCESM)--, comentó que los religiosos están llamados a "aportar 'alma' al proyecto de la nueva Europa, con todo lo que ello implica de experiencia espiritual, humanismo, comunión que posibilite una casa común para todos con iguales derechos y deberes, servicio a los más desprovistos y desprotegidos, diálogo intercultural e interreligioso".

A las jornadas asistió el nuncio de Su Santidad, Manuel Monteiro de Castro, quien señaló que la vida consagrada "sólo tiene sentido si mira hacia delante" desde "la delicada fidelidad de cada instituto al espíritu fundacional" pero "volcada a dar esperanza y alegría a los hombres y mujeres de hoy".

El nuncio comentó que "resulta paradójico que, en un mundo donde con tanta fuerza se manifiesta el poder del mal, donde hay tantas injusticias, odios y guerra", los religiosos quieran ser "testigos de la belleza de un Dios Padre que ama a cada ser humano y ha creado el mundo para ser alabanza de su gloria".

Ante la tentación del desánimo, Monteiro animó a los religiosos a "superar las inevitables dificultades del camino", y aclaró que la alegría de los religiosos no es "pueril y pasajera" sino profunda y verdadera, pues "aún en medio de las dificultades y sufrimientos saben descubrir el rostro amable de Dios".

Al mismo tiempo, pidió que los hombres y mujeres llamados a seguir radicalmente a Cristo por el camino de la perfección evangélica enseñen al hombre de hoy el camino de Cristo.

Del mismo modo, los presentes en las jornadas escucharon las cuestiones sobre la vida religiosa realizadas por el obispo de Guadalajara, José Sánchez; Mª Fe Ramos, teóloga; Manuel Sardinero, párroco de San Pedro Apóstol (Madrid); y Pedro León y Francia, presidente del Foro de Laicos.

Sánchez manifestó que la Iglesia necesita la presencia de los religiosos, al tiempo que reclamó la radicalidad evangélica "frente a la cultura "light", las medias tintas, ambigüedades y camuflajes", porque de ellas "depende la revitalización, la renovación, la reforma de vuestras familias religiosas y de la sociedad".

El obispo de Guadalajara solicitó la gratuidad de los religiosos como "una profecía y un testimonio que el mundo necesita", y les animó a encarar sus dificultades "desde la confianza y desde la fe", porque así demostrarán que son "hombres y mujeres de fe, que ponen sus manos samaritanas en las heridas de sus hermanos y las levantan implorando la misericordia divina".

Finalmente, la asamblea aprobó la creación de una agencia de noticias que se ocupará de todo lo referente a la labor de los miles de religiosos y religiosas españoles en cuestiones de educación, cultura y acción social. Su responsable será el franciscano Luis Esteban Larra, quien en la actualidad es el responsable de medios de comunicación de Confer y dirige el espacio "La linterna de la vida religiosa", que emite la cadena Cope.


Italia: Debate sobre las relaciones Iglesia-Estado en la sociedad actual

Discusión entre creyentes y no creyentes

ROMA, 17 nov (ZENIT.org).- Representantes de la Iglesia católica y exponentes de la cultura laica italiana han afrontado el siempre apasionante debate sobre las relaciones entre la Iglesia y el Estado en las sociedades modernas.

El debate tuvo lugar el 15 de noviembre con motivo de la publicación del libro "Después de 2000 años de cristianismo", editado por la editorial Mondadori, en colaboración con el Servicio de la Conferencia Episcopal Italiana para el Proyecto Cultural de la Iglesia, un programa con el que los católicos italianos quieren renovar y actualizar su compromiso en la vida pública.

El libro cuenta con artículos del cardenal Camillo Ruini, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y vicario del Papa para la diócesis de Roma, así como intelectuales italianos de relieve, creyentes y no creyentes, cada uno según su punto de vista.

En la presentación a la prensa participaron tres de los autores, el cardenal Ruini, Sergio Romano (ex embajador italiano e intelectual liberal de prestigio nacional) y Giorgio Rumi, historiador católico. El moderador fue el director del diario "Avvenire", Dino Boffo.

Al afrontar la cuestión de las relaciones entre el cristianismo y la sociedad moderna, el cardenal Ruini puso de relieve la existencia de lo que definió como "el caso italiano en clave religiosa", es decir, una sociedad y una cultura en las que se advierten los fenómenos de la descristianización, comunes a todo Occidente, pero en las que (como demuestran la Jornada Mundial de la Juventud y todo el Jubileo) "el paso de los creyentes no es ni mucho menos cansado".

Para el vicario del Papa en la diócesis de Roma, el desafío principal que afronta la Iglesia católica en estos momentos es claro: "el intento de integrarse en la modernidad sin disolverse en ella y sin rechazarla en bloque".

En opinión de Sergio Romano, comentarista político para varias publicaciones y cadenas de televisión itilianas, en Italia permanece la anomalía de una clase política que vive "una especie de neurosis en su relación con la Iglesia, que persigue continuamente el consenso. Esto lleva a una aprobación incondicional de lo que dice el Papa, si los temas son compatibles con el propio programa. Y a durísimas condenas en el caso contrario".

Se trata por tanto de una "postura iliberal, aunque sea democrática". Esto, según Romano, sería el fruto de una mentalidad concordataria absolutamente negativa. Mejor, según él, sería regresar a la fórmula de los padres de la unificación italiana que hablaban de "libre Iglesia en libre Estado".

A este propósito, Giorgio Rumi paradójicamente recordó que "es libertad muy extraña la que impone la confiscación de los bienes, como sucedió a la Iglesia en el periodo del Resurgimiento italiano". El problema de fondo, según Rumi, es tener claros los límites de la acción del Estado que no puede pedir a los cristianos que renuncien a su doble ciudadanía (ciudad terrena y ciudad de Dios).


Enzo Bianchi: La vida religiosa no es un simple servicio solidario

Intervención ante la Asamblea General de los Religiosos españoles

MADRID, 16 nov (ZENIT.org).- El prior de la comunidad ecuménica y mixta de Bose (Italia), Enzo Bianchi, declaró en la VII Asamblea General de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) que si los religiosos "reducen su testimonio a una ética y el evangelio a la caridad a través del voluntariado y la ayuda a las necesidades emergentes, serán buenos filántropos pero no profetas de fe".

Bianchi consideró una tentación para la vida religiosa diluir el anuncio de Cristo resucitado en obras de caridad, en defensa de los derechos del hombre o a favor de organizaciones solidarias.

Por eso, el prior aclaró que no se puede reducir la profecía a un servicio, como el voluntariado, que responda a las necesidades emergentes de la sociedad, sino que la dimensión profética de la vida religiosa presupone una "viva espera escatológica", una forma de vida que no ve el tiempo mundanamente secularizado como evolución, la historia como algo homogéneo privado de sorpresa, un infinito conocido, una eternidad vacía.

Al referirse al carácter escatológico de la vida religiosa, Bianchi invitó a "vivir una nueva relación con las estructuras de la vida religiosa, repensar la autoridad y los ministerios de modo diverso, leer los sacramentos y la liturgia como elementos necesarios pero siempre provisionales".

Es más, frente a la "creciente eclesialización de la fe cristiana", Bianchi señaló que los religiosos, amantes de la Iglesia, deben decir una palabra que recuerde "el señorío eterno de Cristo y la provisionalidad de las lecturas o disposiciones eclesiales y eclesiásticas".


Cuatro sobrevivientes al aborto narran su historia en un nuevo libro

Historias de mujeres que habían sido condenadas a morir antes de nacer

MADRID, 16 nov (ZENIT.org).- "Yo sobreviví a un aborto", es el título del nuevo libro publicado por la Editorial Planeta+Testimonio en el que por primera vez, cuatro personas que sobrevivieron a los abortos practicados a sus madres hablan sin resentimientos, con ánimo de reconciliación.

El libro ha sido escrito por Alejandro Bermúdez, periodista, director de la Agencia Católica de Informaciones para América Latina (ACI Prensa), y en él ha recogido los testimonios de cuatro mujeres estadounidenses que salieron airosas de una batalla contra la muerte cuando se encontraban en el vientre de su madre.

A lo largo de sus 264 páginas, se presentan por primera vez los testimonios de cuatro protagonistas directos del aborto: Gianna Jessen, Sarah Smith, Audrey Frank y Bridget Hooker.

Según Alex Rosal, director de la colección Planeta+Testimonio, "sus testimonios no poseen la más mínima nota de resentimiento, amargura o prejuicio contra nadie. Son más bien un alegato en favor del perdón, la reconciliación, la perseverancia y la alegría de vivir".

El libro se divide en cuatro capítulos, cada uno de los cuales narra la historia de una las protagonistas. La primera parte está dedicada a Gianna Jessen, cuya madre hace 23 años se sometió a un aborto por inyección salina, procedimiento que causa la muerte del bebé a través de severas quemaduras.

El procedimiento no terminó con la expulsión de un feto muerto de tres meses --como creían los que hicieron la operación abortiva-- sino en el nacimiento de una niña agonizante a los siete meses de su gestación. Una enfermera se apiadó de ella y en un hospital cercano salvaron su vida.

La segunda es la historia de Sara Smith, cuya madre --esposa de un pastor protestante--, decidió terminar con su sexto embarazo en una clínica de California. Ni los "médicos" ni la madre sabían que en el vientre llevaba dos niños --un varón y una mujer-- y que el procedimiento sólo acabó con uno- -Andrew James--, dejando con vida a su hija Sarah, que hoy tiene 30 años de edad.

El tercer capítulo está dedicado a la "decana" de las sobrevivientes del aborto: Audrey Frank. Sobrevivió al intento de aborto de su madre, mucho antes que el aborto fuera legal en Estados Unidos y nunca había querido, hasta ahora, contar su historia fuera de las limitadas audiencias con las que su actual trabajo pastoral la pone en contacto.

Finalmente, el cuarto capítulo lo protagoniza Bridget Hooker. Su madre intentó abortarla en 5 ocasiones con la inyección de un compuesto químico con la hormona Pitocin. Bridget nació en febrero de 1965 sin ningún problema de salud y con muchos deseos de vivir. Su profunda fe la ha ayudado a enfrentar su historia y soportar un arduo proceso de reconciliación con su madre.

"En cada uno de los relatos, como en los diversos matices del arco iris, brillan características diversas que hacen de estas historias verdaderas epopeyas domésticas. Todas ellas, como un único haz de luz, irradian un profundo amor a la vida. Su lectura no le dejará indiferente", indican los editores.

"Yo sobreviví a un aborto" ya está a la venta en España. En América Latina, el libro puede ser adquirido en las principales tiendas de libros y en grandes librerías religiosas como Paulinas y Paulinos.

"Yo sobreviví a un aborto"se puede comprar en Internet en la librería Bol.com.

Se pueden leer extractos del libro en http://www.aciprensa.com/yosobrevivi.htm


Cáritas Española calienta en invierno casas de Yugoslavia y Kosovo

434.580 dólares destinados sobre todo a comprar madera

MADRID, 16 nov (ZENIT.org).- Cáritas Española destinará 434.580 dólares (cerca de 87 millones de pesetas) a financiar acciones de emergencia para ayudar a pasar el invierno a los refugiados, desplazados internos y familias en situación de vulnerabilidad social que existen en las dos repúblicas que integran la República Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) y Kosovo.

En Montenegro y Serbia se suministrará a más de 20.000 personas (entre las que se encuentran desplazados internos, refugiados y población local en situación de extrema vulnerabilidad) madera para calefacción y productos alimenticios e higiénicos (jabón, toallas, champú, papel higiénico, etc.) de primera necesidad.

Esta ayuda se distribuirá a través de las Cáritas parroquiales que existen en las dos repúblicas yugoslavas y llega oportunamente en este momento crítico en que Yugoslavia inicia su transición hacia la un régimen democrático.

En Kosovo Cáritas Española suministrará madera para calefacción a familias en situación de vulnerabilidad social e instituciones de acción social en la región de Prizren (sudoeste de Kosovo), una de las más afectadas por la guerra. En general, los beneficiarios de la ayuda son familias que perdieron sus casas durante el conflicto y todavía no las han visto reconstruidas. A menudo, el cabeza de familia murió durante la contienda, por lo que no tienen una fuente de renta propia, al no haber nadie en situación de poder trabajar.

Esta ayuda procede de los fondos de la campaña de emergencia de Cáritas Española para Kosovo, a la que miles de españoles contribuyeron generosamente a lo largo del año 1999. La campaña continúa abierta, pues la región de los Balcanes sigue precisando de la solidaridad internacional para borrar las heridas materiales y morales que ha causado casi una década de conflictos en la zona.