SANTA SEDE

 

UN GOL PARA CONSTRUIR LA PAZ

El Papa se hace presente en al Partido de Fútbol del Corazón

ROMA, 26 mayo (ZENIT.org).- «También el deporte puede construir la paz». Lo afirma Juan Pablo II en un mensaje que envió ayer por la noche al «Partido del Corazón», un encuentro de fútbol en el que se enfrentó un equipo de fútbol formado por deportistas palestinos e israelíes contra otro compuesto por estrellas de la música y del deporte de Europa.

La iniciativa, en la que participaron 50 mil personas en el Estadio Olímpico de Roma, fue patrocinada por quien ha sido considerado el atleta más grande de todos los tiempos, el antiguo futbolista brasileño, el «rey Pelé». Los puestos de honor estaban ocupados por los Premios Nobel de la Paz, Yasser Arafat y Shimon Peres. Junto a ellos se encontraba el presidente de la República de Italia, Carlo Azeglio Ciampi.

«También el deporte, vehículo de estímulos y valores humanos y morales, puede ayudar al mundo a ser más fraterno y solidario --explicó el Papa en su mensaje--. Que este "Partido del Corazón" os aliente, queridos amigos de naciones y culturas diferentes, a conoceros mejor y avanzar por la senda del respeto mutuo y de la estima recíproca. Que en este simpático partido gane sobre todo la solidaridad y la paz».

El resultado final fue de 6 a 5 a favor de los futbolistas palestinos e israelíes. Sin embargo, no fueron los goles los protagonistas de la jornada, sino ese clima de fiesta y convivencia que se pudo respirar en Roma. El encargado de calentar el ambiente, al inicio del partido, fue el inolvidable James Bond, Sean Connery. El piloto de «Fórmula 1», Michael Schumacher, capitán del equipo de deportistas y cantantes subió al palco, al inicio del partido, a abrazar a Arafat y Peres, en lo que fue uno de los momentos más emocionantes de la noche.

Las entradas del partido, unos 35 millones de dólares, se destinarán a un proyecto para instalar en escuelas palestinas e israelíes una red de ordenadores que tiene por objetivo, entre otras cosas, unir a los niños de estos dos pueblos que luchan por recuperar la paz y para proyectos de educación en la paz.

Antes del encuentro Shimon Peres y Yasser Arafat se encontraron antes del partido. «Continuaremos cooperando para alcanzar una cuidadosa y honesta aplicación de lo que ya hemos definido y sobre lo que ya nos hemos declarado de acuerdo», dijo el presidente de la Autoridad Palestina. Al mismo tiempo, manifestó su satisfacción por el retiro del ejército israelí del sur del Líbano, en aplicación de la resolución 425 de las Naciones Unidas. Peres, por su parte, insistió en la necesidad de promover una educación en la paz entre los niños.

Por su parte, Pelé se mostró totalmente de acuerdo en un encuentro con la prensa con el mensaje del Papa, asegurando que el fútbol puede ser un gran mensajero de la paz.


 

LA ETICA INTERNACIONAL EN TIEMPOS DE GLOBALIZACION

Juan Pablo II fundamenta su propuesta de globalizar la solidaridad

ROMA, 26 mayo (ZENIT.org).- «La diplomacia tiene que afrontar los nuevos desafíos que presenta la globalización». Lo afirmó Juan Pablo II esta mañana al recibir las cartas credenciales del nuevo embajador de Grecia ante la Santa Sede. Sólo así se pueden «superar las amenazas que se presentan a la paz y al desarrollo, como son la pobreza de innumerables seres humanos, las desigualdades sociales, las tensiones étnicas, la contaminación ambiental y el respeto de los derechos humanos y de la libertad política», añadió.

El Santo Padre subrayó que, para evitar la anarquía, este mundo globalizado necesita contar con «un criterio objetivo de responsabilidad moral». De este modo constató una irónica paradoja: por una parte, reconoció los esfuerzos que se han realizado para constituir un Tribunal penal internacional para los crímenes contra la humanidad, pero, por otra, lamentó la difusión de una actitud relativista ante la verdad, que de hecho niega todo criterio objetivo de bien y de mal.

Responsabilidad global Para el obispo de Roma, «la raíz de este dilema, con sus graves consecuencias para la vida de la sociedad, es la tendencia a exaltar la autonomía individual, a expensas de los vínculos que nos unen y nos hacen responsables los unos de los otros. La sociedad, por el contrario, necesita una visión coherente que abarca tanto la dignidad y los derechos inalienables de cada individuo, especialmente de los más débiles y vulnerables, como la clara conciencia de los valores fundamentales y de las relaciones que constituyen en última instancia el bien común».

Europa, regreso a las fuentes En este nuevo escenario mundial, el pontífice quiso afrontar particularmente la situación que atraviesa el viejo continente. Concordó con el nuevo embajador de Grecia ante la Santa Sede, Stelios Rocanas, al considerar que «el impulso hacia la unidad política y económica no tendrá éxito» sin una «edificación espiritual de Europa».

Si Europa quiere unirse de nuevo, tendrá que «beber otra vez de los profundos manantiales del auténtico humanismo que dieron vida a esas tradiciones y aspiraciones». «Se trata de un humanismo que mana de la verdad de la persona humana, creada a la imagen de Dios y que, por tanto, posee una dignidad inviolable y unos derechos inalienables, incluido el derecho a la libertad religiosa».

Etica de la solidaridad «De esta visión de la persona humana --según Juan Pablo II-- deriva ese auténtico y noble concepto de sociedad humana, que reconoce que somos responsables los unos de los otros, y que exige por tanto una ética de la solidaridad». «Esta es la única senda --concluyó-- para un futuro de paz».


 

SEIS MIL PERIODISTAS DE TODO EL MUNDO HACIA «SU» JUBILEO

Una delegación africana también acudirá a Roma

CIUDAD DEL VATICANO, 26 mayo (ZENIT.org).- Llegarán de todos los continentes. Al menos, en esta ocasión, seis mil periodistas de al menos 52 países de los cinco continentes se reunirán en Roma no para cuchichear entre ellos sobre el último escándalo político, sino para vivir un gran acontecimiento espiritual. Estamos ha hablando el Jubileo de los Periodistas, una cita que tendrá lugar del 1 al 4 de junio. Entre los inscritos también se encuentra una nutrida delegación de periodistas africanos que incluye a un grupo de Sierra Leona, país convulsionado por la guerra.

La Sala de Prensa vaticana ha difundido el programa completo de esos cuatro días. Está previsto el inicio de las jornadas jubilares en la tarde del jueves 1, en el auditorio Santa Cecilia de Via della Conciliazione, donde a las 15.30 el presidente del Pontifico Consejo de las comunicaciones sociales, el arzobispo John Foley, dirigirá su saludo de bienvenida. Después será la presidente de la Unión Católica Internacional de la Prensa (UCIP), Theresa Ee-Chooi, quien afrontará el tema «La Iglesia al alba del tercer milenio: un desafío para los comunicadores». A las 16.30 los periodistas se trasladarán en dos grupos distintos a la Capilla Sixtina; allí el Maestro de las celebraciones pontificias, monseñor Piero Marini, guiará una «invitación a la oración».

El viernes 2 está programado en el Aula Pablo VI. Dos citas aguardan en el recinto: a las 11 el cardenal Darío Castrillón Hoyos, prefecto de la congregación para el clero, propondrá una reflexión sobre «Verdad y testimonio». A las 17 se esperan las intervenciones del secretario de Estado vaticano, cardenal Angelo Sodano, del presidente del Pontificio consejo de Justicia y Paz, François Xavier Nguyên Van Thuân, y del secretario de mismo organismo, Diarmuid Martin. En esta ocasión se conectarán con el Aula Pablo VI por vídeo-conferencia los periodistas reunidos en Washington, Ciudad de México y Manila.

El paso de la Puerta Santa será el sábado 3, a las 9.30 en la basílica de San Pablo extramuros. A este momento le sucederá una celebración ecuménica titulada «Fiesta de la Palabra», presidida por el cardenal Edward Idris Cassidy, presidente del Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos. Por la tarde y en distintos sitios de la ciudad habrá sacerdotes disponibles para la celebración del sacramento de la reconciliación. A las 19.30 se propone un concierto de órgano en la basílica de Santa María de los Ángeles.

En la mañana del domingo 4, el jubileo de los periodistas vivirá su momento culminante, también en el Aula Pablo VI. Después de la Misa presidida por el cardenal Roger Etchegaray, presidente del comité central del Jubileo, a las 12.15 tendrá lugar la audiencia con Juan Pablo II.

Además se anunció otro acontecimiento que, en cierto sentido, servirá de preludio a las jornadas jubilares: el martes 30 de mayo, a las 11.30 horas, en el aula Juan Pablo II de la Sala de Prensa vaticana, será presentado el documento «Ética en las comunicaciones sociales», publicado por el Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales. El texto llega dos años después del que dedicó el mismo organismo vaticano a la relación entre ética y publicidad.


 

VIAJE AL PASADO: EXPOSICION EN ROMA SOBRE PEDRO Y PABLO

Una sugerente muestra reúne los vestigios de los primeros cristianos

CIUDAD DEL VATICANO, 26 mayo (ZENIT.org).- Roma estrenará el próximo mes una exposición que quiere convertirse en una auténtica aventura tras los orígenes de la Iglesia. Con el título «Pedro y Pablo: la historia, el culto, la memoria en los primeros siglos», que tendrá lugar del 30 de junio al 10 de diciembre en el Palacio de la Cancillería, la muestra recoge aquellos momentos en los que llegaron los dos apóstoles, cuando la Urbe cosmopolita era un auténtico crisol de religiones y costumbres. Comenzó entonces una auténtica aventura humana y cristiana que cambiaría la historia del mundo.

Se trata de una iniciativa de dos instituciones vaticanas, el Consejo Pontificio para los Laicos y la Dirección de los Monumentos de la Ciudad del Vaticano, que en esta ocasión cuentan con la colaboración de un organismo especialmente calificado en este campo: el Míting para la Amistad entre los Pueblos del movimiento eclesial Comunión y Liberación, que desde hace años organiza exposiciones itinerantes sobre los testimonios históricos de la fe.

El resultado es una muestra sugerente en la que se podrán admirar vestigios procedentes de catacumbas y basílicas: lápidas, sarcófagos, vidrios dorados, etc. Objetos preciosos o humildes que hablan de la vida y motivaciones de los primeros cristianos: sus relaciones con la preexistente comunidad judía de la Ciudad Eterna; su confrontación con el mundo politeísta; su visión del más allá; o testimonios conmovedores que, como recordó el director de los Museos Vaticanos, Francesco Buranelli, demuestran la manera en que ya estaba arraigado el culto de los dos mártires por excelencia: «La imagen Pedro y Pablo abrazados sencillamente, con sus dos rostros que se miran de frente, se convierte en aquel período en un signo inmediato y fácil de comprender de esa unidad que la Iglesia buscaba con determinación, a pesar de las tensiones entre el Imperio de Oriente y de Occidente, a nivel político, y más graves aún las causadas por razones doctrinales y teológicas».

Las fechas de la exposición, como explicó el arzobispo Stanis³aw Ry³ko, secretario del Consejo Pontificio para los Laicos, han sido escogidas para que los chicos y chicas que participarán en la Jornada Mundial de la Juventud (mediados de agosto) puedan visitarla. La muestra no sólo ofrece un extraordinario patrimonio histórico y arqueológico, sino que es sobre todo de un testimonio vivo y tangible de los inicios de la Iglesia.

Inicios de los que Roma fue protagonista. Ahora bien, al mismo tiempo, esta urbe le debe prácticamente todo a Pedro y Pablo, según consideró el arzobispo Crescenzio Sepe, secretario del Comité vaticano para el Jubileo. «Sin el mensaje de estos dos apóstoles --constató-- la historia de esta ciudad se hubiera detenido con toda probabilidad a finales del Imperio romano». «Ciertamente --añadió--, sin conocer a Pedro y Pablo, no se pueden comprender todos los signos que ha dejado la Iglesia en cada calle y en cada plaza de la ciudad de Roma».


 

SETENTA MIL ROMANOS CELEBRAN CON EL PAPA SU JUBILEO

Le regalan una parroquia y un centro sanitario dirigido por Cáritas

CIUDAD DEL VATICANO, 28 mayo (ZENIT.org).- Setenta mil romanos se reunieron hoy con el Papa en la plaza de San Pedro del Vaticano para celebrar el Jubileo de la diócesis de la Ciudad Eterna.

Junto a Juan Pablo II se encontraba el cardenal Camillo Ruini, asistente del pontífice en la guía de «su» diócesis, los cardenales de la Curia Romana, una amplia representación del clero diocesano, pero sobre todo, ellos, los fieles de una diócesis que hoy ha hecho a su obispo un regalo particular: una nueva parroquia que se suma a las 328 ya existentes y que está dedicada a san Carlos Borromeo, el santo que lleva el mismo nombre de Karol Wojtyla. Ha sido un gesto significativo con el que los romanos han querido felicitarle por sus ochenta años.

El carácter particular de la ciudad que acogió la predicación de los santos Pedro y Pablo fue destacado por el Santo Padre durante la homilía, quien recordó que Roma tiene como tarea «presidir en la caridad» a toda la comunidad cristiana. Una responsabilidad que está siendo confirmada todos los días de este Jubileo por los millones de fieles que están viniendo a honrar la tumba de Pedro, primer pastor de esta diócesis.

«De este modo, se manifiesta una vez más la particular vocación que la divina providencia ha reservado a Roma: la de ser punto de referencia para la comunión y la unidad de toda la Iglesia y para la regeneración espiritual de toda la humanidad», dijo el sucesor del pescador de Galilea.

En este año 2000, Roma recibirá, según los cálculos, algo menos de 30 millones de peregrinos. Se trata de una «invasión» que pone a prueba la generosidad y el espíritu de acogida de los romanos. El Papa pidió a sus fieles diocesanos seguir esforzándose para estar a la altura de las circunstancias, especialmente en las grandes citas que aún depara el Jubileo, como son: el Congreso Eucarístico Internacional, al que definió como «corazón del Jubileo» (18 al 25 de junio); la Jornada Mundial de la Juventud (15 a 20 de agosto), que reunirá a un millón de jóvenes que «esperan ser acogidos con alegría y simpatía por sus coetáneos romanos y ser hospedados por las familias y por toda la comunidad cristiana y ciudadana»; y por último, el Jubileo de las Familias (14-15 de octubre).

«¡Iglesia de Roma, sé consciente de tu misión tan particular también en este Jubileo! No te desalientes ante las dificultades que encuentras en tu camino diario», exclamó el pontífice.

Casi al final de la liturgia, decenas de niños dieron un toque de color y simpatía con una coreografía en la que compusieron el logotipo del Jubileo. Al final, muy formales, se pusieron en fila para recibir un beso del Papa como recompensa. Juan Pablo II no escondió su satisfacción por el buen momento que le hicieron pasar estos pequeños.

Durante la celebración, voluntarios de Cáritas recogieron las ofertas de los fieles que serán destinados para la reestructuración y ampliación de un centro sanitario que ha creado esta institución católica en la estación central de trenes de Roma. La nueva estructura de acogida será abierta durante la celebración del Congreso Eucarístico Internacional.


 

ULTIMOS RETOQUES A LA EXPO MISIONERA MUNDIAL

Un viaje a través de los orígenes y actualidad de los misioneros

CIUDAD DEL VATICANO, 17 mayo (ZENIT.org).- Será uno de las grandes iniciativas de este Jubileo: el 10 de junio el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado Vaticano, inaugurará en Roma la Expo «Missio 2000», un proyecto en el que participan buena parte de las congregaciones misioneras de la Iglesia católica (más de doscientas), así como las instituciones que reagrupa la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el organismo vaticano que asiste a los territorios de misión.

La Expo se realiza al lado de la abadía trapense de las Tres Fuentes(en las afueras de Roma), en mismo lugar del martirio de San Pablo, primer misionero de los pueblos en la Iglesia cristiana. Permanecerá abierta hasta el 6 de enero del 2001.

«Missio 2000» pretende ser una especie de viaje a los orígenes de la misión. El lema escogido es el versículo del profeta Isaías «Todos los pueblos verán tu salvación». Será ilustrado por tres grandes escenarios: la búsqueda, el encuentro, la misión. El primer recorrido, a lo largo de los caminos de acceso a la Abadía de las Tres Fuentes, presentará a la humanidad en busca de Dios: la variedad de la creación, de las razas y culturas humanas, de los símbolos y ritos con los que el hombre expresó la búsqueda de Dios, los libros sagrados que las varias religiones consideran inspirados.

Delante de la iglesia del martirio de San Pablo se expondrá el tema del encuentro de Dios con el hombre a través de las etapas de la historia sagrada: el rostro de Cristo según los Evangelios y las diversas expresiones artísticas y culturales. Un lugar particular se reservará a la madre de Jesús. En el lugar de la decapitación de San Pablo los visitantes serán invitados a hacer un momento de oración en silencio.

El tercer escenario, bajo tres grandes tiendas de campaña preparadas para la ocasión en los campos que circundan el Monasterio trapense, ilustrará la misión hoy: se ofrecerán desde testimonios de caridad hasta una panorámica de la evolución del diálogo interreligioso. Asimismo se informará sobre la vida concreta de las jóvenes comunidades cristianas y de los misioneros. En esta última etapa será posible asumir compromisos concretos y observar la actividad de las congregaciones e instituciones misioneros.

Durante todo el recorrido de la Expo los visitantes serán acompañados por misioneros y misioneras que responderán a sus preguntas y presentarán su testimonio: el corazón de esta experiencia, en efecto, es la relación directa entre los testigos de la misión y los peregrinos.


 

EL PAPA INVITA A COMER A DOSCIENTOS POBRES DE ROMA

Un gesto que ya tuvo lugar en el Jubileo de 1500 y 1600

CIUDAD DEL VATICANO, 29 mayo (ZENIT.org).- El próximo 15 de junio Juan Pablo II comerá con doscientos pobres y personas sin techo de Roma. La comida tendrá lugar en el atrio de la sala de audiencias generales del Vaticano, donde en muchas ocasiones se han preparado mesas para invitar a comer a los cardenales, obispos o participantes en los sínodos.

En esta ocasión los huéspedes de honor serán ellos: los pobres y personas que viven en la calle, en signo de ese espíritu de caridad al que invita el Jubileo.

La idea de una comida de este tipo, que ya tuvo lugar en los años santos de 1500 y 1600, se estaba estudiando desde hace tiempo y Zenit ya la había anunciado. Ayer fue confirmada por monseñor Crescenzio Sepe, secretario del Comité para el gran Jubileo del año 2000.

Con motivo de este Jubileo, además, Juan Pablo II ha pedido que se preparen comedores gratis para pobres en los que puedan recibir todos los días comida caliente al lado de las basílicas más importantes de Roma.

No es la primera vez que el Papa invita a comer a los más necesitados. Lo hizo ya en 1988, en la Casa Don de María, fundada por la Madre Teresa de Calcuta en el mismo Vaticano a petición suya.


 

MUERE EL CARDENAL SLADKEVICIUS: TESTIGO DE LA FE DEL SIGLO XX

Fue deportado por las autoridades soviéticas de su diócesis

CIUDAD DEL VATICANO, 29 mayo (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha querido expresar su pésame al recibir la noticia del fallecimiento del cardenal Vincentas Sladkevicius, arzobispo emérito de Kaunas (Lituania), quien falleció ayer por la noche en esa ciudad, poco antes de cumplir los ochenta años a causa de una grave enfermedad.

«Sacerdote de fe íntegra y fervorosa piedad --dice el Papa en un telegrama--, a pesar de que se le impidió durante largos años el ejercicio de su misión episcopal y de ser confinado, nunca se dejó intimidar dando siempre luminoso ejemplo de indómita confianza en la providencia divina y de leal fidelidad a la Sede de Pedro».

El 14 de noviembre de 1957, Pío XII le nombró obispo auxiliar de Kaisiadorys sin la aprobación de las autoridades de la Unión Soviética, que habían anexionado el país en 1940, por lo que le impidieron asumir el ministerio episcopal y le deportaron de su diócesis. Por este motivo, tuvo que retirarse en una parroquia campesina hasta 1982, cuando Juan Pablo II le nombró administrador apostólico de la misma diócesis de Kaisiadorys y, en 1988, le creó cardenal. Un año más tarde fue promovido como arzobispo de Kaunas, permaneciendo en el cargo hasta 1996.

«Doy gracias a Dios por este heroico presbítero y obispo que él ha dado a su Iglesia», añade el Papa en su telegrama.

Los funerales del purpurado serán celebrados el 1 de junio en la catedral de Kaunas. Sus restos mortales reposarán en la cripta del templo, junto a otros arzobispos de esa ciudad.

Fuentes representativas de la Iglesia en Lituania han afirmado que se hará lo posible para introducir su proceso de beatificación.