Prólogo

[707] Pr. 1. Mi hermano querido, en el libro anterior te hemos expuesto y al mismo tiempo desenmascarado toda la mal llamada gnosis, que los valentinianos enseñan con teorías falsas y opuestas. [708] También te descubrimos las doctrinas de sus ancestros, y mostramos cuánto difieren entre ellos mismos, y mucho más de la verdad. Te explicamos puntualmente la enseñanza de uno de ellos, Marco el mago, así como todas sus obras; [709] y te hicimos ver con cuánto empeño se esfuerzan por hallar en la Escritura textos para probar sus falacias. Así también te escribimos sobre el modo como, sin avergonzarse, usan los números y las veinticuatro letras del albafeto para demostrar sus verdades.

Igualmente descubrimos cómo andan diciendo que la creación fue hecha a imagen del Pléroma invisible, así como sus teorías y enseñanzas acerca del Demiurgo. Hablamos de la doctrina de su progenitor, Simón Mago el samaritano, y de sus sucesores; y añadimos todo el montón de los que se dicen gnósticos. Hicimos notar las diferentes doctrinas y sus consecuencias, así como todas las herejías que de ellas derivan. En seguida aclaramos cómo todos estos herejes han sacado de Simón el origen de sus impíos e irreligiosos dogmas; así como sus prácticas de redención y sus ritos de iniciación para introducir a aquellos que luego se vuelven perfectos, e igualmente sus inventos y misterios. Finalmente demostramos que uno solo es el Dios Creador, el cual no es el fruto de la penuria[147], y que fuera de él o sobre él no hay ningún otro.

Pr. 2. En este libro, hasta donde el tiempo nos lo permita, te enseñaremos los más importantes argumentos para refutar su norma de fe[148]. Por eso hemos titulado esta parte de la obra Denuncia y refutación de su doctrina: pues es necesario derrocar sus <<matrimonios>> desenmascarando esos <<matrimonios>> ocultos, y hacer añicos su Abismo, demostrando que jamás existió ni puede existir.

[147] Uno de los pilares del gnosticismo: el Creador de la materia es un Demiurgo que nació de la pasión y la caída de la Sabiduría inferior, el más bajo (el 30º) de los Eones, echado del Pléroma, hecho que la hundió en la penuria. Siendo este Eón tan imperfecto, también lo es su obra, la creación de este mundo. Por eso, en este libro II, toda la batalla de S. Ireneo será contra esta teoría, para dejar la puerta abierta, en el libro III, a la prueba de que el único Dios y Padre es también el Demiurgo (Creador) de todas las cosas (primer artículo de la Regla de la Verdad cristiana): ver el párrafo siguiente, n. 1,1.

[148] Nótese el plan del libro: S. Ireneo no puede dar espacio a todos y cada uno de los errores de los herejes (aunque aquí y allá atacará a algunos en concreto ocasionalmente) sino que tomará los <<bloques comunes>> de todas las herejías. Por ejemplo, no le interesa si una secta propone al Demiurgo, otra a los Angeles, una tercera a cualquier ser diverso como creador del mundo. S. Ireneo prueba el absurdo de que haya creado el mundo cualquier otro que no sea el único verdadero Dios y Padre.