CAPITULO  I I


SOBRE LA INSTITUCIÓN DE LA IGLESIA MONÁRQUICA

 

Artículo I
Jesucristo promete a san Pedro el primado de jurisdicción

 

TESIS 4. Jesucristo prometió, según el texto de San Mateo 16,16-19, inmediata y directamente a San Pedro el Primado de jurisdicción, o sea la potestad suprema sobre la Iglesia universal.

 

162. Nexo. 12 En la tesis precedente hemos probado que Jesucristo instituyó la Iglesia como sociedad jerárquica y que constituyó en ella el Colegio de los Apóstoles como sujeto de potestad social. 22 En las fuentes vemos que San Pedro está por encima de los Apóstoles; de donde preguntamos acerca de si por institución de Jesucristo la Iglesia jerárquica es una sociedad oligárquica, en la cual la potestad suprema la posee un colegio de iguales, o por el contrario es una sociedad monárquica, en la cual es una sola persona física la que posee la suprema potestad social. 32 La tesis responde que, según las fuentes, Jesucristo en la Iglesia: a) determinó específicamente un régimen monárquico, b) y designó en concreto como sujeto de la potestad social suprema a la persona de San Pedro. En los Evangelios aparece el nombre de San Pedro o de Simón 114 veces, el nombre de San Juan 38 veces, los nombres de los otros muy escasamente.

 

163. Nociones. PRIMADO atendiendo a la etimología del vocablo es el titulo por el que se dice que alguien es el primero en algo. Por el Primado de honor se dice que alguien es el primero honoríficamente (El Decano en el Colegio de los Cardenales). Por el Primado de dirección se dice que alguien es el primero en cuanto a la dirección, esto es que está dotado de la simple facultad de deliberar y de advertir, no de mandar. (El Presidente en el Senado). Por el Primado de mando se dice que uno es el primero por la potestad de mandar (El Padre de familia). Por el PRIMADO DE JURISDICCIÓN se dice que uno es el primero por derecho de autoridad en una sociedad perfecta.

 

En efecto la JURISDICCIÓN es la autoridad en una sociedad perfecta. Ahora bien sociedad perfecta se dice de aquella, cuyo fin es el bien supremo del hombre en su clase y la cual sociedad posee en realidad o por derecho los medios suficientes para alcanzar dicho bien supremo; la cual por consiguiente ni es parte de otra sociedad ni está subordinada directamente a otra sociedad.

 

164. Las palabras "INMEDIATA Y DIRECTAMENTE" se entienden según las explicó el Concilio Vaticano I (D 1822 en la parte final) y según las advertencias del mismo Concilio: "Las palabras inmediata y directamente van en contra de los Richerianos, los cuales solamente atribuyen a San Pedro y a su sucesores una potestad ministerial, y dicen igualmente que el Primado instituido por Dios ni fue otorgado inmediatamente a San Pedro, ni dirigido a el, sino a la Iglesia como a sujeto propio, en cuyo nombre Pedro lo recibió".

 

De donde el que se prometa inmediatamente el Primado a San Pedro, significa que Jesucristo hace la promesa del Primado inmediatamente a San Pedro mismo, no mediante los Apóstoles ni mediante la Iglesia; el que se prometa el Primado a San Pedro directamente, significa que las palabras con las que se hace la promesa a San Pedro, expresan directamente el Primado mismo, no otra prerrogativa, de la cual tal vez se seguirla o en la cual estaría contenido el Primado.

 

165. Decimos, como explicación, PRIMADO DE JURISDICCIÓN 0 SUPREMA POTESTAD, porque lo que en sentido estricto basta con probar en esta tesis es que Jesucristo prometió a San Pedro la potestad suprema en la sociedad instituida por Él. Ahora bien el que esta suprema potestad social es en concreto potestad de jurisdicción será una consecuencia necesaria de la tesis, en la que probaremos después que la Iglesia es una sociedad perfecta, de la cual es propia la potestad de jurisdicción, según consta por las nociones.

 

166. Acerca de la historia de la cuestión. Niegan el Primado   de San Pedro antes del siglo XIX y después:

 

1) Los        Orientales disidentes. Ciertamente admitieron y reconocieron el Primado de San Pedro todos hasta el siglo XII, incluso Facto lo admitió, si bien hablo acerca de algunas veces en un tono polémico de un modo menos acertado. Posteriormente negaron el Primado de San Pedro algunos pocos orientales a partir de mitad del siglo XII, y con más frecuencia a partir del siglo XIV, por último desde el siglo XVI hasta nuestros días casi todos los cismáticos orientales rehúsan admitir el Primado de San Pedro.

 

2) En los siglos XIV y XV Marsilio Patavino, Hus y Wicleff negaron también el Primado de San Pedro (D 496 633 673).

 

3) Desde el siglo XVI los Protestantes en general, los cuales siguieron a sus guías Lutero y Calvino (D 765s).

 

4) En el siglo XVII los Galicanos con E. Richer y los Jansenistas con BARCOS, y en el siglo XVIII

 

Febronio y los Pistorienses (D 1091 1500 1503 juntamente con la nota). Véase P. Jbrg, acerca de Barcos y la controversia del doble Primado (1941).

 

167. 5) En los siglos XIX y XX todos los Racionalistas y Modernistas, los cuales a fin de presentar como verosímil la negación del Primado de San Pedro, recurren principalmente a tres teorías.

 

A) Teoría de la interpolación (Resch, Soltau, Goguel, Harnack y otros muchos), la cual niega absolutamente la genuinidad literaria sobretodo del texto de San Mateo 16,18, esto es afirma que San Mateo de ningún modo escribió la perícopa del Primado, sino que esta perícopa fue interpolada posteriormente en el Evangelio por otra mano.

 

168.  B) Teoría de la idealización o histórico-formal (Loisy, Dell, Bultmann y otros en gran número), la cual reconoce ciertamente y defiende la genuinidad literaria del texto de San Mateo, sin embargo niega totalmente la genuinidad histórica del mismo texto, afirmando que tales palabras no fueron pronunciadas por Jesucristo y que el sentido de las mismas no hay que atribuírselo a Jesucristo, sino que en estas palabras San Mateo presenta simplemente la idea, que se formó la Iglesia primitiva acerca de San Pedro. Esta teoría prevaleció entre los críticos en los primeros decenios del siglo XX, sin embargo con posterioridad fue abandonada prácticamente por todos. No obstante a partir del año 1941 volvieron a utilizarla principalmente Bultmann y Xuemmel, a los cuales siguió Haller, y en nuestros días entre los no católicos tiene muchos seguidores y muchos que se oponen a ella.

 

169. C) Teoría de la interpretación (Seeberg, Sohm, Billerbeck, Wendland y otros muchos, los cuales proponen las teorías de los Protestantes anteriores un tanto modificadas), la cual teoría de la interpretación reconoce la genuinidad literaria e histórica del texto, sin embargo explica de distintas formas las palabras del Señor "sobre esta piedra" de manera que vengan a significar que Jesús edificará Su Iglesia o bien sobre Jesucristo al cual confesó San Pedro, o bien de un modo paritario sobre todos los Apóstoles, en cuyo nombre respondió San Pedro, o bien sobre la fe de San Pedro y de todos los fieles, los cuales creerán en Jesucristo al igual que San Pedro.

 

170. Doctrina de la Iglesia. Con ocasión de defender o de definir el Primado del Romano Pontífice, defendieron también de un modo indirecto el Primado de San Pedro:

En el siglo IX, en tiempo de Focio, San Nicolás I en carta al Emperador Miguel (D 332). En el siglo XI, San León IX en otra carta escrita a Miguel Cerulario en persona (D 351 353). En el siglo XIV, Bonifacio VIII en la bula "Unam Sanctam" (D 468), y Clemente VI en la carta dirigida a Catolicon de los Armenios (D 570c). En el siglo XV, con ocasión de la unión de los Orientales, El Concilio Florentino (D 694). Iugie, 4,333, advierte que en el Concilio Florentino no hubo ninguna cuestión acerca del Primado de San Pedro.

 

171. Por último el Concilio   Vaticano I (a.1870) definió explícita y directamente que el Primado fue directa e inmediatamente prometido por Jesucristo a San Pedro, y en concreto con las palabras del Señor que se encuentran en San Mateo 16,17-19 (D 1822). Ahora bien los errores que se rechazan con esta definición del Concilio Vaticano I, los declaró en calidad de Relator en el mismo Concilio el Obispo Pictaviense, con las siguientes palabras: "La Doctrina del Primado de San Pedro se opone principalmente a un doble error. 12 Al error de los herejes y de los cismáticos, que o bien niegan absoluta y sencillamente que fue instituida por Jesucristo la jurisdicción divina del Primado, o bien colocan la autoridad primera y el centro de toda la Iglesia en el sacrosanto Concilio supremo. Y 22 al   error de estos innovadores Richerianos y de otros, los cuales pretenden que el Primado, más aún que cualquier cargo que lleve aneja la jurisdicción, fue entregado por Jesucristo en primer término inmediata Y esencialmente a la Iglesia, y mediante esta fue otorgado a Pedro, como ministro suyo".

 

León XIII en la Encíclica "Satis cognitum" ademas hace una esmerada exégesis del texto de San Mateo 16,17-19: "Jesucristo puso a San Pedro como gobernante supremo de la Iglesia. En verdad hizo a San. Pedro y a nadie mas aquella insigne promesa: "Tu eres Pedro         sobre esta piedra edificare  Mi Iglesia" (San Mateo 16,18). Por estas palabras queda claro que por voluntad y por mandato de Dios la Iglesia se asienta en San Pedro, así como un edificio está asentado en sus cimientos... Por consiguiente pertenece a Pedro el sustentar la Iglesia y el defenderla unida y firme con estructura irrompible. Ahora bien ¿quién es el que puede cumplir un cargo de tan gran responsabilidad sin la potestad de mandar, de prohibir, de juzgar, a la cual potestad se la denomina verdadera y propiamente con el nombre de jurisdicción?... Además Jesús añadió lo siguiente: Y a ti te daré las llaves del Reino de los Cielos... La Iglesia ostenta la imagen expresa no solo del edificio, sino también del Reino: además todo el mundo sabe que las llaves son el distintivo normal que indican el poder. Por lo cual cuando Jesús promete dar a San Pedro las llaves del Reino de los Cielos, promete que le dará potestad y derecho sobre la Iglesia... Están de acuerdo con esto las palabras que Jesús le dijo a Pedro a continuación: Y cuanto tu atares sobre la tierra, quedará atado en el cielo; y cuanto tu desatares sobre la tierra, quedará desatado en los cielos. La expresión empleada en sentido translaticio de atar y desatar indica el derecho de dar leyes e igualmente la potestad de juzgar y de castigar. En verdad esta potestad se dice que tendrá tanta amplitud y poder, que cualesquiera decretos de la misma los ratificará Dios. Por tanto es una potestad suprema y plenamente "sui iuris", puesto que no hay en la tierra por encima de ella ninguna potestad de grado superior, y ya que abarca a la Iglesia entera y a todo lo que le ha sido confiado a la Iglesia" (AAS 28,726s). Esta doctrina acerca de la Constitución de la Iglesia "exige per se el asentimiento" (Pío XII, Encíclica "4umani generis": AAS 42,568): D 2313.

 

172. Valor dogmático. La tesis es de fe divina definida en los Concilios Florentino y Vaticano I (D 694 1822).

 

La Prueba consta de tres puntos que se suceden gradualmente de forma que respondan a la triple teoría de los adversarios más modernos, acerca de los cuales hemos hecho mención anteriormente, en el apartado 5) de la historia de la cuestión. Así pues vamos a defender en primer lugar la genuinidad literaria del texto de San Mateo, después la genuinidad histórica del mismo texto, y por último hay que dejar clara la interpretación auténtica de las palabras del Señor.

 

173. i. Prueba de la genuinidad literaria del texto de San Mateo 16,18.

 

A) Dicen A. Resch y J. Schnitzer que las palabras del texto de San Mateo 16,18s: Y Yo a mi vez te digo; tu eres Pedro y sobre esta piedra Yo edificaré mi Iglesia; y los poderes del infierno no prevalecerán contra ella, etc. han sido interpoladas hacia finales del siglo II, porque faltan en San Marcos 8,29 y en San Lucas 9,20, porque no son citadas por los autores hasta Tertuliano Orígenes, al comienzo del siglo III. J. Grill se ha atrevido además a afirmar que la interpolación fue hecha en Roma, hacia el año 190, en tiempo del Papa Víctor. En cambio W. Soltau, reconociendo que el texto había sido conocido por San Justino, dice que la interpolación fue hecha poco antes del año 130.

 

174. B) Dice A. Harnack que solamente las palabras, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia (San Mateo 16,18), fueron interpoladas hacia el año 120, a saber en tiempo del Emperador Adriano (117-138). El motivo principal, que adúce, es que en el Diatessaron, o sea en la Armonía de los Evangelios de Taciano (hacia el 170) (se ha perdido la obra de la cual tenemos un conocimiento imperfecto por lo que se nos dice de ella en las obras de San Efrén), se leía; "Tu eres Pedro, y las puertas del infierno no te vencerán", con las cuales palabras, dice A. Harnack, se prometía a Pedro la inmortalidad. Ahora bien después que Pedro murió, a fin de corregir este error, insiste A. Harnack, fueron interpoladas las palabras "y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia". Y en los versículos siguientes en lugar de aparecer el pronombre te se ha escrito el pronombre ella.

 

175. En contra de estas teorías de la interpolación hay que admitir la genuinidad literaria del texto de San Mateo 16,18.

 

A. 1) Porque este texto aparece en todos los códices y versiones antiquísimos, conforme han demostrado de modo irrefutable todas das ediciones críticas que han realizado tanto los católicos como los no católicos. En el códice Syro-sinaitico falta ciertamente un folio íntegro, en el cual debería encontrarse este texto que estamos comentando; pero para que este folio estuviera íntegramente escrito, según el cálculo hecho a base del número y de la medida de las líneas y de las letras, se saca en conclusión que forzosamente debía estar incluido en é1 el texto de San Mateo 16,17-19. Se confirma esto mismo, porque nuestro texto se encuentra en la versión siríaca, realizada en el siglo II y transcrita en un códice del siglo V, la cual versión la publicó Cureton, y por este motivo se la conoció con el nombre de Códice Syro-Curetoniano. El texto Curetoniano esta tan de acuerdo con el texto Syro-sinaitico que deben ser considerados como dos recensiones del mismo original del siglo II; y por consiguiente en el Códice Syro-sinaltico no pudo faltar el texto de San Mateo 16,17-19.

 

176. 2) Porque o bien los autores de la antigüedad cristiana citan el texto o bien hacen alusiones a ella. Y en concreto lo cita el Evangelio de los hebreos, publicado o bien el año 70, según Harnack, o bien hacia el año 100, según Lagrange, o bien por lo menos antes del año 135 según otros autores. También es citado nuestro texto en Las Odas de Salomón antes del año 150. Igualmente citan nuestro texto el Pastor de Hermas y San Justino hacia el año 150, San Ireneo hacia el año 180, Tertuliano y Orígenes hacia el año 200; de entre los cuales Orígenes, que era muy erudito, muy estudioso y muy diligente recopilador de los textos de la Sagrada Escritura, conoció sin duda los mejores y los más antiguos códices de los libros sagrados, principalmente en las grandes Bibliotecas de Alejandría y de Cesarea; por consiguiente su testimonio seguro tiene un valor definitivo en favor de la tradición unánime de nuestro texto. Hay que tener en cuenta que nos consta, que en el siglo II se escribieron por lo menos 47 obras, de las cuales se han perdido por lo menos 30, en las que pudo estar citado el texto de San Mateo 16,17-19.

 

177. 3) Porque el texto presenta un color semítico, que reconocen unánimemente los criticos tanto católicos como no católicos, en las palabras: "Bienaventurado,--Bar Iona, -la carne y la sangre, -los poderes del infierno, -atar desatar"; -y presenta expresiones propias del Evangelio de San Mateo, como son las siguientes: "Reino de los cielos, -Padre que estás en los cielos". El juego de palabras, petros-petra (en griego), no puede ser de origen griego, sino que denota origen arameo, Kepha-Kepha. La perífrasis, de la que se hecha mano al hacer uso de la voz pasiva, será atado, será desatado, juntamente con el nombre del lugar de los cielos, para referirse a Dios, a fin de evitar la pronunciación del nombre inefable de Dios, es típicamente semítica. De donde debe concluirse con toda razón que el texto no fue interpolado en la versión griega, sino que hay que adjudicárselo al texto arameo mismo, que fue el primitivo.

 

4) Porque una interpolación, o falsificación, hecha con tanta sagacidad en cuanto a la forma (tinte arameo), con tanta audacia en cuanto al tema del que se trata (la Filiación Divina de Jesucristo, la Fundación de la Iglesia y de su Primado), con tan gran y tan universal éxito que no quedara ningún rastro de contradicción, es en verdad totalmente inverosímil.

 

178. B) 1) Acerca de la explicación dada por Harnack hay que decir además: a) es absurdo afirmar que San Mateo escribió en el año 70, según sostiene Harnack, las palabras "las puertas del infierno no te vencerán", significando la inmortalidad de San Pedro, puesto que San Pedro ya había muerto, según el mismo Harnack reconoce, el año 64.

 

b) Es falso concluir, a base de las dos citas libres de San Efrén, que Taciano no presenta mas que el texto, que indica Harnack, puesto que según muchas otras citas o alusiones del mismo San Efrén y de Afrates, con igual derecho se puede sacar la conclusión de que ellos en Taciano habían leido nuestro texto integro. San Efrén comentando a Isaías 62,2 dice: "Y se te llamará con el nombre nuevo de Iglesia Santa, el cual nombre lo impondrá la boca del Señor diciendo: sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y los cerrojos del infierno no prevalecerán sobre ella". Y en la exposición del Evangelio concordante recuerda a Jeremías citado exclusivamente por San Mateo, y poco después de las palabras, de las que Harnack hace derivar su hipótesis, prosigue San Efren mismo: "El Señor, al ir a edificar su Iglesia, edificó su torre, cuyos cimientos pudieran soportar toda la estructura, que iba a ser levantada por encima de dichos cimientos... Tu eres la piedra, aquella piedra, que levantó, para que Satanás se estrellara contra ella. Por el contrario Satanás quiso oponer esta piedra al Señor, a fin de que se disgustara con ella, cuando Pedro dijo al Señor: lejos de ti Señor...". En estas palabras se ve de forma manifiesta la auténtica paráfrasis de nuestra texto de San gateo 16,16. Por último en la versión arábiga del siglo XI de la obra de Taciano, y en la retractación latina de la misma del año 540 está contenido íntegro el texto de San Mateo 16,13-20.

 

179. c) Por consiguiente con todo derecho la teoría de Harnack fue relegada al olvido por todos de forma que E. Nestle, el cual en el aparato crítico del Nuevo Testamento de su edición del año 1923 indicó: que Taciano leía "las puertas del infierno no te vencerán", ya omitió esta nota en todas las ediciones posteriores. Más aún Harnack mismo, tres años antes de su muerte, en concreto el año 1927 escribía: Respecto al texto de San Mateo 16,18 "es dudoso acerca de si la palabra Iglesia es original o fue posteriormente interpolada"; luego todas las otras palabras de este texto las admitía ya como genuinas.

 

180. 2) El argumento basado en el silencio de San Marcos 8,29 y de San Lucas 9,20, en el cual hacen hincapié los no católicos, prueba demasiado; luego no prueba nada. En efecto, probaría que no son genuinos tres versículos enteros, a saber el 17, el 18 y el 19, lo cual en verdad no se atreven a afirmarlo tales autores. Ahora bien para que el argumento basado en el silencio probara algo, debería mostrarse que San Marcos y San Lucas no pudieron abstenerse de escribir lo mismo que escribió San Mateo. Parecidas omisiones de algunos textos de San Mateo, verbigracia 14,28-31; 17,24-27, podemos ver en San Marcos 6,50; 9,33. Además es mucho más inverosímil la interpolación en el texto de San Mateo, que la omisión en los textos de San Marcos y de San Lucas. Ambos nos transmiten la narración del cambio de nombre de Simón (San Marcos 3,16; San Lucas 6,14), sin embargo omiten la explicación, o bien porque suponen ésta conocida o bien porque, puesto que se trata de algo muy honroso para Pedro y conocido de los oyentes de éste, pudo omitirlo San Marcos, el cual en su Evangelio refiere la predicación de San Pedro; y San Lucas puede depender de San Marcos. Finalmente San Mateo, por escribir
 el Evangelio en orden a los judíos, era necesario que transmitiera las palabras con las que Jesucristo instituyó su Iglesia a fin de que substituyera a la Sinagoga; ahora bien San Marcos y San Lucas no se veían precisados a transmitir esto a sus lectores. La prohibición de Jesucristo inmediatamente después de la respuesta a su pregunta, no se entiende mas que una vez intercaladas las palabras acerca de la Iglesia que iba a durar hasta la parusía.

 

Recientemente Graber confirmó con argumentos positivos la explicación que defiende que San Mateo no tuvo ninguna dificultad a la hora de narrar la promesa del Primado, porque escribía antes de que empezaran las persecuciones contra los "Apóstoles". San Marcos en cambio escribía después que San Pedro hubiera sido encarcelado el año 43 por el Rey Agripa y liberado por un ángel, y en concreto escribía a los Romanos, los cuales si leyeran la promesa de las llaves del Reino y de la potestad de atar y de desatar hecha a San Pedro, sin duda irían en contra de Él; por lo cual era necesario silenciar esto por motivos de prudencia, a fin de que las autoridades estatales no se levantaran contra la Iglesia. Y San Lucas debió también silenciar esto por las mismas causas y puesto que depende en esto de la redacción de San Marcos.

 

181. 2. Prueba de la Genuinidad histórica del texto de San Mateo 16,16-19 (D 2154).

 

La teoría de la idealización o teoría histórico-formal (Formgeschichte) concede que ciertamente el texto fue escrito por San Mateo, sin embargo afirma que en este texto no se presenta el pensamiento de Jesucristo ni las palabras de É1, sino lo que San Mateo y la Iglesia primitiva pensaban acerca de Pedro y de la relación de éste con la Iglesia. (Gemeindetheologie). Los presupuestos de esta teoría y la forma de explicarla están descritos en la Encíclica "Pascendi" (D 2096-2100).

 

A. En general, esta teoría afirma que desde la muerte de Jesucristo hasta la conversión de San Pablo, en el espacio de cinco o siete años, en la Iglesia de Jerusalén imbuida en ideas escatológicas, los Apóstoles y los discípulos de Jesucristo y otros seguidores de estos, en virtud de una evolución sentimental religiosa, que toma ideas religiosas de otra parte y a base de desfigurarlas las transforma en su favor, elucubró la doctrina de Jesucristo y la que esta contenida acerca de Jesucristo en los Evangelios, y envolvió en incontables ficciones míticas los sencillísimos hechos históricos de la vida de Jesús (Loisy, Bultmann, Kuemmel).

 

182. B) En concreto, estos adversarios reseñan entre otras ficciones la del texto de San Mateo 16-19, donde se le otorga a San Pedro la primacía sin igual. El fundamento de esta invención, dicen ellos, radica en que San Pedro fue el que primeramente vio a Jesucristo resucitado (14 Corintios 15,5; San Lucas 24,34) y el primer predicador de la resurrección de Jesucristo (Hechos de los Apóstoles 2,14-36; 3,12.26; 4,8-12; 5,29-32). Después, insisten estos adversarios, se añadieron otras notas que desfiguran y transforman la imagen de San Pedro, sacadas bien de la literatura  judía, según Goetz, o bien de las representaciones populares de otras religiones, según Dell, o bien de las circunstancias mismas de paisajes de Palestina, según Hart y Immisch, o bien de las imágenes con las que los judíos describían el Reino escatológico, según Bultmann. "Ahora bien, dicen estos adversarios, Pedro ni siquiera sospechó jamás que Jesucristo le había otorgado el Primado" (D 2055).

 

183. Contra estas teorías de la idealización hay que sostener la genuinidad histórica del texto de San Mateo 16,16-19. En efecto una vez admitida la genuinidad literaria del texto, debemos estar seguros de la genuinidad histórica del mismo, tratándose de un autor honesto, veraz y fidedigno, mientras no se pruebe con certeza lo contrario; es así que las teorías de la idealización de ningún modo prueban lo contrario; luego hay que sostener la genuinidad histórica del texto de San Mateo 16,16-19. La Mayor es evidente.

 

184. Probamos la menor. A) En   general, la teoría de la idealización es absurda.

 

1) Por ser apriorística y apoyarse en un prejuicio erróneo; ya que supone a priori que es imposible todo orden sobrenatural y por negar, basándose en una opinión que no es sino un prejuicio, la legación o misión divina de Jesucristo, su autoridad y la intención de fundar la Iglesia.

 

2) Porque contradice a la naturaleza esencial de los Evangelios y de la Iglesia primitiva, la cual es de índole narrativa y tradicional de forma que no quería admitir absolutamente nada que no le hubiera sido  transmitido por testigos oculares. Si esta evidente naturaleza histórica de los Evangelios y de la Iglesia primitiva se pone en tela de juicio, habría que dudar mucho más de toda certeza histórica.

 

3) Porque es imposible, pues no puede sin milagro suceder de ningún modo el que en tan breve espacio de tiempo doctrinas tan sublimes pudieran inventarse e imponerse por hombres rudos, en presencia de tantos testigos inmediatos y sinceros de los hechos, sin rastros de contradicción alguna.

 

185. B) En concreto, es imposible la ficción del texto de San Mateo 16,16-19.

 

1) A causa de la importancia de este; pues en dicho texto se trata de la mesianidad y de la divinidad de Jesucristo, del fundamento y del origen de la Iglesia, del Primado de Pedro sobre los Apóstoles, en fin de un hecho del que todos los Apóstoles fueron testigos oculares; ¿quien puede creer que tamaña y tan enorme invención hubiera podido prevalecer, quedando callados y permitiéndolo San Pedro, los otros Apóstoles y todos los discípulos?

 

2) A causa de su origen y fin; pues en la hipótesis de los autores de la teoría de la idealizacíón, esta ficción hubiera surgido en una Iglesia democrática y contraria al universalismo, según describen ellos mismos a la Iglesia de Jerusalén, y la finalidad de la ficción hubiera sido ensalzar por encima de los otros Apóstoles exclusivamente a San Pedro como cabeza monárquica y fundamento de la Iglesia universal.

 

3) Puesto que los motivos en los que se basa, los actuales críticos los encuentran que no tienen ningún valor. Más aún los argumentos de la teoría de la idealización pueden retorcerse, de forma que caiga por tierra la base de esta teoría, que consiste en un Reino puramente escatológico.

 

En efecto, esta teoría afirma: a) Que Jesucristo no pudo hablar acerca de la Iglesia a no ser después que la Iglesia existía ya; luego saca en conclusión: que Jesucristo no pudo prometer que Él iba a edificar la Iglesia. Si fuera verdadero este supuesto, podemos argüir del mismo modo que Jesucristo no pudo hablar de un Reino meramente escatológico a no ser después que existiera ya tal Reino; luego concluimos: que Jesucristo no pudo predicar un Reino meramente escatológico.

 

La misma teoría afirma: b) Que San Mateo no refiere el pensamiento y las palabras de Jesucristo acerca de San Pedro y de la Iglesia, sino la forma de pensar y las palabras del Evangelista mismo y de la Iglesia que pensaban erróneamente que habían sido las palabras y el pensamiento de Jesucristo mismo. En esta misma hipótesis, argüimos "a parí" que San Mateo no refiere el pensamiento y las palabras de Jesucristo acerca de un Reino meramente escatológico, sino el modo de pensar y las palabras del Evangelista mismo y de la Iglesia que pensaban erróneamente que había sido el pensamiento y las palabras de Jesucristo mismo. Luego en contra de esta misma teoría pueden retorcerse sus principios y sus supuestos.

 

186. 3. Verdadera interpretación de las palabras del Señor, con las que vamos a probar ya la promesa del Primado ateniéndonos al texto de San Mateo 16,13-19.

 

Prueba. En San Mateo 16,13-19 Jesucristo bajo una triple metáfora prometió inmediatamente a San Pedro una prerrogativa singular sobre toda la Iglesia; es asi que bajo esta triple metáfora Jesucristo dio a entender directamente la suprema potestad social; luego Jesucristo prometió inmediata y directamente a San Pedro la suprema potestad social sobre toda la Iglesia.

 

187. En cuanto a la Mayor. Es prometida una prerrogativa:

 

a) Singular: porque aparece como en correspondencia a la fe de San Pedro, la cual es alabada como extraordinaria; puesto que se la presenta como raíz de su indefectibilidad; porque sus efectos alcanzan a los cielos; y puesto que queda señalada con el cambio del nombre de Simón. Este cambio realizado de una manera explícita, y no solo ocasionalmente o para indicar una cualidad natural de una persona, sino por razón de una cierta imposición que se hace a alguien, ocurre tres veces en la Sagrada Escritura: 1) A Abraham (Génesis 17,5), cuando en premio de su fidelidad queda constituido como Padre del Pueblo de Dios antes de la Ley; 2) A Jacob (Génesis 32,28; 35,9) cuando en premio de su fortaleza es llamado con .el sobrenombre de Israel y es hecho padre del pueblo que réplica a Dios bajo      la Ley;  3) A San Pedro (San Mateo 16,18), cuando en premio de su fe queda constituido como príncipe del pueblo de Dios en la economía de la gracia. Este cambio de nombre ya lo anunció Jesucristo, tan pronto como vio y hablo a Simón, con estas palabras: "Tu eres Simón, el hijo de Juan; tu te llamarás Cefas" (que quiere decir, "Piedra") (San Juan 1,42). El nombre de Cefas parece que más que nombre de persona es nombre de oficio, igual que el nombre de Apóstol, según San Lucas 6,13-14.

 

188.  b) Sobre toda la Iglesia. Porque Jesucristo prometió una prerrogativa singular sobre la Iglesia sin restricción alguna, ahora bien en tiempo de Jesucristo la palabra "Iglesia" tenía un sentido universal, el cual es el sentido originario y primordial de dicha palabra (véase n2 145 y 150, nota 19). Porque Jesucristo prometió una prerrogativa singular sobre mi Iglesia, esto es sobre la Iglesia de aquél que por revelación del Padre había sido reconocido por Pedro como Mesías y verdadero Hijo de Dios; luego sobre una Iglesia tan universal como Kahal Yahveh. Puesto que prometió esta prerrogativa sobre una Iglesia invencible (no prevalecerán). Porque prometió esta prerrogativa sobre la Iglesia a quien confió las llaves del Reino de los cielos universal, esto es sobre una Iglesia en la que obligó a entrar a todos como condición imprescindible para salvarse, según queda ya probado (véase n° 47-51.132-137).

 

c) Inmediatamente a San Pedro; puesto que la promesa se hace a la persona misma de San Pedro, sin ningún intermediario, según queda claro por el uso de los nombres y de los pronombres personales y por las contraposiciones, que muestran la inmediatez.

 

"aquellos (los Apóstoles) dijeron -respondiendo Simón"; "Pedro dijo: tu eres el Cristo - Y Yo a mi vez te digo, que tú eres Pedro"; "Bienaventurado eres Simón Bar Iona (hijo de Jonás)- porque te lo ha revelado Mi Padre"; "Tu eres Pedro y sobre esta Piedra -(Yo) edificare mi Iglesia";

 

El juego de palabras indica el origen semítico del texto, en el que la misma palabra Kephas repetida dos veces en idéntica forma, muestra de modo evidente que el fundamento de la Iglesia, que se edifica, es la persona misma de Simón, al cual van dirigidas las palabras. Este juego de palabras desapareció en las versiones griega y latina.

 

189. En cuanto a la menor: Bajo la triple metáfora se da a entender directamente la suprema potestad social:

 

A) Bajo la metáfora de la Piedra se da a entender que Pedro es respecto a la Iglesia lo que es en relación a una casa su cimiento natural, esto es el primer principio eficaz de su unidad y de su firmeza; es así que el primer principio eficaz de unidad y de firmeza en una sociedad es la potestad suprema de esta; luego bajo la metáfora de la Piedra se da a entender la suprema potestad social.

 

La Mayor es verdadera porque expresa el modo de pensar de Jesucristo mismo, modo que aparece expresado en los libros del Nuevo Testamento. En efecto

 

1) La Iglesia es a manera de una casa que es edificada, según está claro atendiendo al vocablo que se emplea, el cual no es el verbo domeo (en griego) (edifico), sino el verbo oikodomeo (en griego) (edifico una casa) (San Mateo 16,18); y por esto mismo San Pablo llama a la Iglesia "casa de Dios" (la a Timoteo 3,15).

 

2) La piedra es como el fundamento natural, sobre el que se levanta el fundamento artificial (cemelion) (en griego), para construir una casa, según se ve en el texto de San Lucas 6,48. (Véase el texto original griego).

 

3) La piedra fundamental es el principio de firmeza de la casa entera y de unidad de las partes de la misma, según consta por el texto de San Mateo 7,24.

La menor está clara por sí misma, atendiendo a la-naturaleza de la realidad, y a la índole misma de la imagen de Kephas, la cual se la aplica Jesucristo a Simón.

 

190. Además el cargo mismo o la función fundamental del Mesías lo describen los Profetas mediante la metáfora de la piedra como fundamento de edificación y signo de contradicción en el Reino mesiánico (Salmos 117,22; Isaías 28,14.16; véase Isaías 8,14s; Daniel 2,34s; 44s). Jesús anuncia que esta imagen de los Profetas va a tener su cumplimiento en Él mismo (San Mateo 21,42-45). Ahora bien San Pedro y San Pablo atestiguan que esta misma imagen profética se ha cumplido en Jesucristo (Hechos de los Apóstoles 4,11s; Romanos 9,32s; 10,11); y según esta imagen explican bellamente la edificación de la Iglesia sobre la piedra fundamental y angular, que es Cristo Jesús (Efesios 2,19-21; la de San Pedro 2,3-8).

 

Ahora bien Jesucristo mismo denomina a Simón con el nombre de Pedro, esto es le impone el nombre de su cargo (San Lucas 6,13s: ous kai apostolous onomasen, Simona, on kai onomasen Petron) (en caracteres griegos, ver texto pag. 556), puesto que le designa como fundamento de la edificación y como signo de contradicción en su Iglesia perenne (San Mateo 16,17-19). Luego Jesucristo quiso hacer solamente a San Pedro partícipe en la tierra del cargo supremo mismo que Él en persona tiene por derecho propio como Mesías en su Iglesia.

 

191. B) Bajo la metáfora de las Llaves se da a entender que se le promete a San Pedro en orden al Reino de los cielos la potestad que se otorga por la entrega de las llaves. Es así que por la entrega de las llaves se otorga la potestad suprema sobre aquello a lo que pertenecen las llaves; luego bajo la metáfora de las Llaves se da a entender la potestad suprema.

 

En cuanto a la mayor. Mediante Las Llaves de los cielos se da a entender la potestad que respecto al cielo se atribuía en las religiones paganas a las deidades, verbigracia Schamasch en Babilonia, a Dikae en Grecia, a Iano en Italia, a Mitra en el culto de los Mysterios del Sol, etc. La entrega de las llaves de ningún modo significa el nombramiento de un portero.

 

En cuanto a la menor. Mediante la entrega de las Llaves se otorga la potestad suprema:

 

1) Según el uso corriente no religioso, por la entrega de las Llaves de una ciudad, de un reino, etc., se otorga la potestad suprema sobre esa ciudad, ese reino, etc. Así Solimán II, rey de los turcos, responde a los embajadores del emperador Fernando I: "Colgaré las llaves de Hungría de mi hombro", esto es seré dueño de Hungría. Esto mismo lo indica el cuadro en el que Velázquez pintó la rendición de la ciudad de Breda del año 1626, cuando el vencedor Ambrosio de Espínola, en señal de potestad y dominio, recibe del general holandés Justino de Nassau las llaves de la ciudad (véase A. Straub, De Ecclesia n9 101).

 

2) Según el uso de los griegos y  de los latinos, entre los cuales se llaman kleidoujoi (en caracteres griegos) esto es portadores de las llaves los sacerdotes que tienen potestad en los templos; más aún se las representa en las religiones paganas de Egipto, de Grecia y de Roma a las deidades sosteniendo en sus manos las llaves como símbolo de los poderes, que se les atribuyen, respecto a la tierra y al mar, o respecto a las ciudades, o en orden a todo el universo, o al infierno mismo.

 

3) Según el uso de los judíos en la literatura que no pertenece al canon, donde el Príncipe de los ángeles San Miguel es llamado o kleidoujos tes basileias ton ouranon (en caracteres griegos), y se le representa a Dios mismo "sosteniendo en- su mano las llaves de los lugares en que habitan las almas".

 

192. 4) Según el uso bíblico del Antiguo Testamento. En Isaías 9,6s se dice acerca del Mesías: el señorío reposará en su hombro:... grande es su señorío... sobre el trono de David y sobre su Reino; donde se dice que sobre el hombre del Mesías está la señal de su suprema potestad en el Reino davídico. Ahora bien entre los semitas, la llave, a causa de su enorme tamaño, se llevaba sobre el hombro y era señal de potestad; y por ello en el Apocalipsis 3,7 se dice acerca del Mesías, el    que   tiene la llave de David. Luego en el Antiguo Testamento la potestad suprema misma del Mesías se daba a entender con el símbolo de la llave.

 

Además en Isaías 22,20ss Dios anuncia que Él dará a Elyaquím la potestad plena en el Reino de David, diciendo: tu autoridad pondré en su mano, y será él un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá. Pondré la llave de la casa de David sobre su hombre; abrirá, y nadie cerrará, cerrará y nadie abrirá. Luego en el Antiguo Testamento con el símbolo de la llave se daba a entender la potestad en el reino de David, y ciertamente se daba a entender la potestad suprema, porque se dice que es irreformable.

 

5) Según el uso bíblico del Nuevo Testamento. Jesucristo posee ciertamente la potestad omnímoda del Reino Davídico, según el admirable anuncio que hizo el ángel (San Lucas 1,32s). Ahora bien no se da como símbolo de esta potestad otro que, el de la llave: esto dice el Santo, el Veraz, el que tiene la llave de David: si el abre, nadie puede cerrar; si el cierra, nadie puede abrir (Apocalipsis 3,7). Con el mismo símbolo de las llaves se da a entender aquella potestad suprema que obtuvo Jesucristo con su resurrección sobre la muerte y el infierno, según la siguientes palabras: "No temas, soy yo, el Primero y el Último, el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la Muerte y del Hades (Apocalipsis 1,17s).

 

Además la llave del Reino de los cielos de algún modo la tenían los Legistas, pero puesto que usaron mal de ella, por eso los rechaza Jesucristo con estas palabras: "¡Hay de vosotros, los Legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia!...¡que cerráis (Kleiete) (en caracteres griegos) a los hombres el Reino de los Cielos!. Vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les dejáis entrar (San Lucas 11,52; San Mateo 23,13).

 

Por consiguiente esta suprema potestad del Reino de los cielos, cuyos símbolos son las llaves y la cual le compete a Jesucristo, se le promete a Pedro en San Mateo 16,19, y se da a entender con el símbolo de la entrega de las llaves del Reino de los cielos.

 

193. C) Bajo la metáfora de atar-desatar se da a entender la potestad suprema.

 

N.B. 1) La doble potestad de atar-desatar entre los semitas puede indicar: a) o bien la autoridad de prohibir-permitir, b) o bien la potestad de declarar que algo está prohibido-permitido según hemos expuesto en la tesis anterior, números 134ss.

 

2) Esta doble potestad en San Mateo 16,19 es muy amplia, puesto que se extiende a "todo lo que sea", y es suprema y plenamente "sui iuris" puesto que al ser ratificada en el cielo, nadie puede respecto a ella recurrir a otra potestad, que sea superior a ella en la tierra.

 

194. Prueba. Bajo la metáfora de atar-desatar se indica la potestad bien de prohibir-permitir, bien de declarar prohibido-permitido todo lo que sea, con poder de obligar de un modo absoluto; es así que de esta índole es la suprema potestad social; luego bajo la metáfora de atar-desatar se indica la suprema potestad social sobre la Iglesia que se le va a conferir exclusivamente a San Pedro. (Véase anteriormente n° 135s).

 

195. D) En síntesis. Según la triple metáfora,

 

1) La Iglesia es: a) como la casa de Dios que va a ser edificada, b) el reino de los cielos que debe ser gobernado, c) como la religión que aprieta o suelta las ataduras en el cielo.

 

2) San Pedro es en la Iglesia: a) como la piedra o primer principio de unidad y de firmeza, b) como el que posee las llaves o Virrey al que se le confía el cuidado de todo, c) como el que ata o suelta, o sea el juez plenipotenciario en orden a tomar decisiones.

 

196. 3) De donde argüimos del siguiente modo: Solamente a San Pedro se le promete en orden a la Iglesia el que va a ser: a) fundamento principal de esta edificación, o sea raíz de firmeza y de unidad, b) el que va a tener las llaves de tal reino, esto es el mayordomo universal, c) el juez supremo de esta religión en orden a tomar decisiones de un modo absoluto; es así que el fundamento principal de la sociedad, o sea la raíz de firmeza y de unidad; el mayordomo universal; el juez supremo en orden a tomar decisiones es la potestad suprema de la misma sociedad; luego bajo la triple metáfora se le promete exclusivamente a San Pedro la potestad suprema en la Iglesia.

 

Así pues acertadamente dijo León Magno: "Por tanto permanece la disposición de la verdad y el bienaventurado San Pedro se mantiene en la fortaleza de piedra que ha recibido... En efecto ha sido ordenado por encima de los demás de forma que, al ser llamado Piedra, al ser proclamado fundamento, al ser constituido como poseedor del gobierno de las puertas del Reino de los Cielos y juez en lo concerniente a atar y desatar, teniendo que permanecer incluso en el cielo la decisión de sus juicios, se anticipa el que pudiéramos conocer mediante los misterios mismos de su denominación, qué unión tendría el con Jesucristo" (Sermones 3,3: ML 54,146).

 

197. Escolio. Prueba del Primado por San Lucas 22,32. Con el texto de San Mateo, en base al cual hemos probado la promesa del Primado, presenta un paralelismo real otro texto de San Lucas, por el que puede también acertadamente probarse que le compete a San Pedro El Primado en la función de enseñar. Trataremos de él al hablar sobre la infalibilidad del Primado de la Iglesia. Por consiguiente baste ahora con indicar algún detalle:

 

San Mateo 16,18: Y yo a mi vez te digo que tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.

 

San Lucas 22,32: Pero yo he rogado por tí, para que tu fe no desfallezca. Y tu. cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.

 

198. Teniendo en cuenta este paralelismo real se ve de un modo evidente que en ambos textos es Jesucristo el que da la firmeza a San Pedro, sobre la cual firmeza se mantenga segura la Iglesia. La diferencia radica en que el texto de San Lucas habla específicamente acerca de la firmeza en la fe, y en cambio el texto de San Mateo no presenta ninguna restricción; sin embargo en ambos se atribuye a San Pedro igual función de fundamento; es así que en San Mateo 16,18 se promete a San Pedro la potestad suprema con relación a la Iglesia en general; luego en San Lucas 22,32 se le promete al mismo San Pedro la potestad suprema en concreto respecto a la fe de la Iglesia.

 

199. Objeciones. I. Jesucristo promete a todos los Apóstoles la potestad suprema.

 

1. San Mateo 16,15-17: San Pedro responde a Jesucristo que pregunta a los Apóstoles, en lugar de estos; luego la promesa de Jesucristo se hace a San Pedro, pero representando este a todos los Apóstoles.

 

Respuesta. Distingo el antecedente. Pedro responde según la fe que es propia de él mismo, quedando en silencio los otros Apóstoles, concedo; responde según la fe de los Apóstoles y en nombre de los mismos, niego. Haciendo igual distinción del consiguiente, se niega la consecuencia.

 

2. Es así que San Pedro responde según la fe de los Apóstoles y por consiguiente en nombre de ellos. San Mateo 14, 33: Los Apóstoles ya antes habían mostrado la misma fe en la divinidad de Jesucristo. Luego responde según la fe y en nombre de los Apóstoles.

 

Respuesta. Distingo el antecedente. Los Apóstoles ya antes habían mostrado la misma fe que había nacido a causa de los milagros de Jesucristo, concedo el antecedente; los Apóstoles ya antes habían mostrado la misma fe poseída por una revelación singular, niego    el antecedente.

 

De igual modo distingo el consiguiente. Pedro responde según la fe de los Apóstoles, pero poseída además por una revelación singular, concedo el consiguiente; San Pedro responde solamente según la fe de los Apóstoles, que había nacido a causa de los milagros de Jesucristo, niego el consiguiente.

 

200. 3. Es así que la promesa del Primado no fue hecha exclusivamente a San Pedro; luego se mantiene la dificultad. San Mateo 18,1: Los Apóstoles después discutían diciendo a ver quien de ellos era el mayor; es así que no hubieran discutido acerca de esto, si la promesa del Primado hubiese sido hecha exclusivamente a San Pedro; luego la promesa del Primado no fue hecha exclusivamente a San Pedro.

 

Respuesta. Distingo la Mayor. Los Apóstoles discutían o bien porque no habían entendido la promesa o bien porque solicitaban el Primado, concedo la Mayor; discutían porque la promesa no hubiese sido hecha a San Pedro, niego la Mayor. Y una vez contradistinguida la menor, se niega el consiguiente y la consecuencia. Consta por San Mateo 20,21 que los Apóstoles habían solicitado el Primado.

 

4. Es así que la misma promesa había sido hecha a todos los Apóstoles; luego se mantiene la dificultad San Mateo 18,18: Jesucristo promete a todos los Apóstoles la potestad suprema; luego había sido hecha a todos los Apóstoles la misma promesa del Primado. Distingo el antecedente. La misma promesa había sido hecha a todos los Apóstoles en cuanto Colegio con Pedro y bajo Pedro, concedo el antecedente; la misma promesa había sido hecha a todos los Apóstoles en plano de igualdad a Pedro, niego el antecedente.

 

201. 5. Es así que todos los Apóstoles son iguales a Pedro en potestad; luego se mantiene la dificultad. Efesios 2,20: Los Apóstoles son fundamento de la Iglesia del mismo modo que San Pedro; luego todos los Apóstoles son iguales a Pedro en potestad.

 

Respuesta. Distingo el antecedente. Por razón del Apostolado, esto es en cuanto que después de Jesucristo son los primeros constructores (cemelioi) (en caracteres griegos) de la Iglesia, concedo el antecedente; por razón del Primado, o sea en cuanto que hace las veces de Jesucristo como cimiento natural (petra) (en caracteres griegos) de la Iglesia, niego el antecedente.

 

Del mismo modo distingo el consiguiente. Por razón del Apostolado, concedo el consiguiente; por razón del Primado niego el consiguiente.

 

202. 6. Es así que el Apostolado es en la Iglesia el supremo grado de potestad; luego se mantiene la dificultad. Efesios 4,11: Se cita al Apostolado por encima de otros grados de potestad; luego el Apostolado es en la Iglesia el supremo grado de potestad.

 

Respuesta. Distingo el antecedente. Positivamente por encima de los grados que se citan, concedo el antecedente; exclusivamente, esto es excluyendo todo otro grado, niego el antecedente. Igualmente distingo el consiguiente. De aquellos grados que se citan, concedo el consiguiente; de todos los grados absolutamente, niego el consiguiente.

 

7. Es así que el Apostolado es el grado supremo de potestad exclusiva y absolutamente; luego se mantiene la dificultad.

 

1ª Corintios 12,28: Expresamente se muestra que el Apostolado es el primer grado de potestad; luego es también supremo y absoluto.

 

Respuesta. Distingo el antecedente. Entre los grados carismáticos que se citan, concedo el antecedente; entre los grados de potestad jerárquica, subdistingo: en cuanto Colegio juntamente con el Primado y bajo el Primado de Pedro, concedo; excluido el Primado de Pedro, niego.

 

203. II. La promesa del Primado no puede estar dirigida inmediatamente ala persona de San Pedro.

 

8. San Mateo 16,17 y 23: Si la alabanza de Jesucristo y por tanto la promesa fuera dirigida inmediatamente a San Pedro, Jesucristo al mismo tiempo le llamaría "bienaventurado" y "satanás"; es así que esto implica contradicción; luego la promesa no va dirigida inmediatamente a la persona de San Pedro.

 

Respuesta. Distingo la Mayor. Bajo distinto aspecto, concedo la Mayor; bajo el mismo aspecto niego la Mayor. Y hecha la contradistinción de la menor, niego la consecuencia.

 

9. Es así que la promesa no puede estar dirigida a la persona de San Pedro; luego se mantiene la dificultad. Santo Tomás 2.2 q.174 a.6 y Catena en su comentario a San Mateo 16,18: La Promesa debe entenderse de la fe que profesó San Pedro; luego no puede estar dirigida a la persona de San Pedro.

 

Respuesta. Distingo el antecedente. Debe entenderse de la fe de San Pedro, como de la ocasión de la promesa libremente hecha, o como de la forma que dispone al sujeto, al cual va dirigida la promesa, concedo el antecedente; debe entenderse escuetamente de la fe de San Pedro, como del sujeto al cual va dirigida directa e inmediatamente la promesa, niego el antecedente.

 

204. 10. Es así que no puede entenderse la promesa directa a San Pedro; luego se mantiene la dificultad. San Agustín (Retract. 1,21,1): Debe entenderse de Cristo; luego no puede entenderse de San Pedro.

 

Respuesta. Distingo el antecedente. Literalmente "tu eres Cefas y sobre esta Cefas" puede entenderse de Jesucristo, niego      el antecedente; teológicamente puede entenderse de Cristo, subdistingo: como de fundamento de la Iglesia por derecho propio y principal, sin excluir a Pedro, concedo; excluyendo a Pedro como segundo fundamento por derecho vicario, niego.

 

11. Es así que debe entenderse solamente de Jesucristo; luego se mantiene la dificultad.

San Juan 2,19: "Este Templo" debe entenderse exclusivamente del Cuerpo de Jesucristo; luego a parí "sobre esta piedra" debe entenderse exclusivamente de la persona de Jesucristo.

 

Respuesta: Se niega la paridad. Queda clara la falta de paridad, porque en el contexto "este templo" puede entenderse del Cuerpo de Jesucristo y expresamente (2,21) se ha indicado que debe entenderse de su cuerpo; en cambio "sobre esta piedra" no puede entenderse literalmente de la persona de Jesucristo, pues se dice: tu eres piedra y sobre esta piedra, y en ninguna parte se ha indicado que deba entenderse de la persona de Jesucristo.

 

205. 12. Es así que debe entenderse absolutamente de la persona de Jesucristo; luego se mantiene la dificultad. la Corintios 3,11: No hay otro fundamento de la Iglesia que no sea Jesucristo; luego sáquese la consecuencia.

 

Respuesta: Distingo el antecedente. No hay otro fundamento puesto por los Apóstoles (cemelion) (en caracteres griegos) que no sea la doctrina de Jesucristo y acerca de Jesucristo, concedo el antecedente; no hay otro fundamento puesto por Jesucristo (petra) (en caracteres griegos) que no sea Jesucristo, niego el antecedente.

 

13. Es así que el fundamento puesto por Jesucristo no es otro que Jesucristo mismo; luego se mantiene la dificultad.

 

Efesios 2,20: Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios, edificados sobre el cimiento de los Apóstoles y Profetas, siendo la piedra angular Cristo mismo. Luego Jesucristo es la piedra angular clave de la Iglesia, y por tanto su único fundamento.

 

Respuesta. Distingo el consiguiente. Jesu­cristo es como la piedra que es colocada en el ángulo del edificio para unir y mantener unidas las dos paredes de los Gentiles y de los Judíos que hasta entonces habían estado separados, concedo. Por eso mismo Jesucristo es el único fundamento de la Iglesia, subdistingo: es el fundamento primordial y por derecho propio, concedo; es un fundamento de tal naturaleza que excluya un segundo y vicario fundamento, niego.

 

206. 14. Es así que el fundamento natural (petra) (en caracteres griegos) bajo todos los aspectos es exclusivamente Jesucristo; luego se mantiene la dificultad.

 

1ª Corintios 10,4: Y la roca era Cristo; luego sáquese la consecuencia.

 

Respuesta: Distingo el Antecedente. Jesucristo es llamado piedra en cuanto que era la fuente de las gracias, que antes de su venida eran otorgadas a causa de la fe y de la esperanza en Jesucristo que había de venir, concedo el antecedente; en cuanto que era el fundamento natural de tal forma que excluyera toda otra razón de fundamentar, niego el antecedente.

 

207. 15. Puesto que Simón era enfermo por naturaleza no pudo ser comparado por Jesucristo a una piedra; luego las palabras de San Mateo 16,18 no las pronunció Jesucristo.

 

Respuesta: Distingo el antecedente. No pudo Simón ser comparado a una piedra por razón de su índole psicológica, concedo el antecedente; en base al poder y a la potestad que prometía Jesucristo otorgarle a Simón, niego el antecedente.

 

16. Si las palabras de San Mateo 16,17-19 las hubiera pronunciado Jesucristo, San Pedro hubiera tenido sobre los Apóstoles y sobre San Pablo una autoridad, la cual testifican las fuentes que de hecho San Pedro no la poseyó; luego las palabras de San Mateo 16,17-19 no son de Jesucristo.

 

Respuesta: Distingo el antecedente. Las fuentes testifican que San Pedro de hecho no poseyó autoridad sobre los Apóstoles por razón exclusivamente del Apostolado, concedo el antecedente; por razón del Primado, niego el antecedente, en efecto En los Evangelios, en los hechos de los Apóstoles y en la epístola de San Pablo a los Gálatas se reconoce que le competen a San Pedro tantas y tan singulares prerrogativas, que no puede explicarse la convergencia de estas, en el caso que no se admita el Primado de San Pedro.