CAPITULO V
DE LOS ANGELES BUENOS Y SUS RELACIONES EXTERNAS
 

Articulo único

De los ángeles custodios

 

TESIS 16. Los ángeles son por misión ordinaria custodios de los hombres.

 

423. Nexo. Puesto que hasta ahora hemos tratado acerca de los ángeles en sí mismos, esto es, en su naturaleza y en su condición moral, ahora pasamos a estudiarlos en sus relaciones externas, de tal manera que tratemos en primer lugar de los ángeles buenos y en segundo lugar de los ángeles malos.

 

Las funciones de los buenos son: a) Respecto a Dios, el adorarlo (Sal 96,7), el alabarlo y bendecirlo (Dan 3,58; Sal 102,20), el obedecer sus mandatos (Ap 7,lls). b) Respecto a Jesucristo, el adorarlo, no sólo en cuanto Dios sino también en cuanto hombre (Fil 2,10; Heb 1,6) y el servirle a El (Mt 4,11), que es también la cabeza de los ángeles mismos (Col 2,10). c) Respecto a los ángeles, el iluminar los superiores a los inferiores (Ap 7,2). d) ¿Y qué decir respecto a los hombres? Ahora vamos a responder de forma especial a esta cuestión. Consta que los ángeles han sido enviados muchas veces a los hombres por Dios en orden a un ministerio, esto es, a fin de obrar algo entre los hombres según la voluntad y la autoridad de Dios (1 q.112 a.1). Ahora bien, ¿son enviados también los ángeles para custodia de los hombres? He aquí la cuestión a la que ahora vamos a dar respuesta.

 

424. Nociones. Los ANGELES se consideran aquí de un modo indefinido, a saber, cualesquiera que sean de entre los buenos, bien todos bien algunos, bien inferiores bien superiores.

 

Son, a saber, no simplemente pueden ser en alguna ocasión, sino que son habitualmente.

 

425. MISION. «Se dice que es enviado aquel que de algún modo viene de parte de otro para empezar a estar donde antes no estaba, o donde antes estaba estar de otro modo» (1 q.112. a.1).

 

Esta noción, que conviene de algún modo a la misión tanto divina como de la creatura, aplicada a la misión del ángel por Dios, de la cual es de la única que se trata aquí, conlleva: a) La procedencia de parte de Dios, no por un origen inmanente, ni solamente por creación, sino por un impulso no ciertamente físico sino moral, esto es, el mandato de Dios. b) Mutación de lugar, bien formal en cuanto el ángel empiece a estar en el lugar que no estaba, al menos virtual, esto es permanencia en un lugar donde pudiera no estar. c) Alguna acción, la cual sea el fin de la misión pretendido por Dios (1 q.43 a.1).

 

La MISION ORDINARIA se da en virtud de la designación habitual del ángel por la providencia divina en orden a cumplir ciertas funciones entre los hombres, y ciertamente para llevarlas a cabo de suyo de un modo invisible y no necesariamente de una forma experimental en cuanto a la función angélica; mientras que se da la MISION EXTRAORDINARIA en virtud de la asignación de Dios en orden a desempeñar alguna función especial en el mundo, bien visible bien invisiblemente, v.gr. en orden a librar a Pedro de la cárcel (Hch 12,7-10), o para anunciar la Encarnación (Lc 1,26-38), etc.

 

426. CUSTODIOS, esto es que cumplen unas buenas funciones espirituales o materiales en orden, como de por sí claro, a la salvación del hombre.

 

Los HOMBRES se consideran: a) primeramente en general y en conjunto, sin que afirme esto de cada uno de ellos o al menos de la mayor parte; b) después en concreto y de cada uno de ellos, de tal manera que ninguno queda excluido de la custodia angélica, tanto por lo que se refiere a los hombres fieles, como a los infieles. Así pues respecto a todos ellos se probará la tesis distribuida en otras tantas partes.

 

N.B. Los ángeles que han recibido una misión de ningún modo están privados de la visión beatífica en el cumplimiento de esa misión, pues: Sus ángeles en el cielo siempre están viendo el rostro de mi Padre que está en el cielo (Mt 18,10).

 

427. Adversarios. Los racionalistas, que piensan que esta doctrina ha sido extraída, según unos, por los judíos de las fábulas de los gentiles, o, según otros, que ha sido derivada del primitivo politeísmo de los gentiles.

 

428. Aquellos Padres (v.gr. S.Basilio, S.Cirilo de Alejandría), que afirman la custodia angélica exclusivamente respecto a los bautizados, sin que no obstante lo nieguen expresamente respecto a los infieles, no debe decirse simplemente que rechazan esta custodia, al tratarse de los infieles, sino a lo sumo que hablan de una cierta especial tutela de los fieles, o tal vez que en alguna ocasión dudan respecto a este tema.

 

429. Doctrina de la Iglesia. JUAN XXIII en sus alocuciones públicas, en algunas ocasiones como, v.gr., dirigiéndose a los automovilistas (9 de agosto de 1961), dijo unas bellas palabras respecto a los ángeles custodios, las cuales podríamos traducir del siguiente modo:

 

«Ahora quiero insistir en la gran importancia que tiene en la vida de todo cristiano la presencia del ángel de la guarda, el cual por consiguiente debe conocerse, estimarse y amarse...

 

«El Padre en nuestro caminar hacia la patria ha asignado a cada uno de nosotros, ángeles, a fin de que protegidos por su auxilio podamos vencer las asechanzas y no nos apartemos jamás del recto camino del cielo... al menos esto es cierto: que todos y cada uno de nosotros hemos sido confiados al cuidado de un ángel... nuestro ángel custodio está siempre junto a nosotros; nunca olvidemos esto...»

 

«Una de las verdades de nuestra fe nos enseña que cada uno de nosotros no está solo. Inmediatamente que ha sido creada el alma... sobre todo cuando la gracia de los sacramentos la cubre con su inefable luz... es enviado un ángel que permanece junto a. nosotros a lo largo de toda nuestra peregrinación en la tierra. Es hermoso recordar esto...»

 

La institución de la fiesta de los Santos Ángeles Custodios (2 de octubre), en general da por supuesto como cosa cierta el que los hombres considerados en su conjunto poseen la custodia angélica. Lo cual también se dicen en el Breviario en ese día, v.gr. (Himno de Vísperas): «Cantamos salmos a los ángeles custodios de los hombres, el Padre Celestial dio como compañeros a la frágil naturaleza... y (la oración): «Oh Dios, que... te dignas enviar a tus santos ángeles para nuestra custodia...».

 

En concreto se da por supuesto también en el Breviario en dicho día la custodia de cada uno de los hombres, al menos de los fieles, puesto que hay que leer el sermón de S.Bernardo que contiene entre otras cosas las siguientes: «Anda con cautela, a saber, como es el mandato de Dios. En cualquier posada, en cualquier rincón, reverencia a tu ángel... o, ¿acaso dudas de la presencia del que no ves?...»

 

Además la Iglesia enseña que cada uno de los hombres, al menos los fieles, posee la custodia angélica, enriqueciendo con indulgencia la oración: «Angel de Dios, que eres mi custodio, guárdame... a mí que he sido confiado a ti...»; y la siguiente oración: «Arcángel S.Miguel, defiéndenos en el combate, a fin de que no sucumbamos en el tremendo juicio».

 

La predicación cotidiana de la Iglesia da por supuesta esta custodia y en verdad también por lo que se refiere a cada uno de los hombres, al menos de los fieles.

 

Parte primera: Los ángeles son custodios de los hombres considerados de un modo indefinido.

 

430. Valor dogmático. De fe divina y católica.

 

431. Se prueba por la sagrada Escritura. Sal 90,11s: El (Dios) dará orden sobre ti a sus ángeles de guardarte en todos tus caminos. Te llevarán ellos en sus manos... Estas palabras deben entenderse también acerca de todo hombre, o al menos del hombre fiel, según se ve por todo el contexto (acerca del que espera en Dios).

 

Heb 1,14: ¿Es que no son todos ellos (los ángeles) espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación? Luego no sólo algunos, sino todos los ángeles se dice que son "leitourgiká pneúmata", esto es ángeles servidores (como en el v.7: "leitourgoús") y en verdad en un sentido, sagrados, enviados (de forma incesante) en orden al servicio obligatorio de aquellos que heredarán la salvación, o sea de los cristianos que son llamados aquí de este modo.

 

432. Mt 18,10: Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños, porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos..., dice Jesucristo colocando a un pequeñito en medio de sus discípulos.

 

Estas palabras, con las que indica que los niños de los judíos tenían ángeles custodios, puesto que las palabras "sus ángeles" no pueden dar a entender ninguna otra cosa, tienen un valor mucho mayor respecto a los niños de los fieles, ya que los privilegios de los judíos que podían pasar a la Iglesia, hay que juzgar que de hecho pasaron. Y no hay razón de no extender estas palabras también a todos los infieles. Ahora bien el ángel de un niño sin duda no se aparta de él cuando éste es adolescente ya que es entonces cuando más necesita de la ayuda del ángel.

 

Hch 12,12-15: La persuasión de los cristianos primitivos que creían que cada uno de los hombres, al menos los fieles, tenían un ángel de la guarda, se ve por aquellos que responden a la sirviente Rhode al anunciar ésta que estaba allí Pedro que había sido liberado de la cárcel: Será su ángel.

 

433. Se prueba por la tradición. 1. Los SS.Padres enseñan esto, poniendo énfasis en ello. ORIGENES (R 448): Los ángeles sirven a Dios en orden a la salvación de los hombres. «Encontramos también en la predicación eclesiástica que hay algunos ángeles de Dios que le sirven para la salvación de los hombres...»

 

S.HILARIO (R 895): «Recordamos que hay muchas virtudes espirituales, las cuales tienen el nombre de ángeles... la naturaleza de Dios no necesita de la intercesión de éstos, sino nuestra debilidad. Pues han sido enviados a causa de los que heredarán la salvación».

 

S.JUAN CRISOSTOMO (R 1217): «Esta es la función de los ángeles, servir a Dios en orden a nuestra salvación. Por lo cual esta es la obra del ángel, hacer todo para la salvación de los hombres».

 

S.JUAN DAMASCENO (R 2354): Los ángeles «custodian las partes de la tierra,... y nos socorren a nosotros...»

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S.AGUSTIN: «Los ángeles... nos atienden a nosotros peregrinos y se compadecen de nosotros y por mandato del Señor nos socorren a fin de que alguna vez vayamos a la patria común».

 

2) El Catecismo Romano (4,9,4s): «Pues ha sido concedida por providencia de Dios esta misión a los ángeles, el custodiar al linaje humano y el atender a cada uno de los hombres... pues así como los padres si... los hijos tienen que emprender un viaje por un camino peligroso echan mano de guardianes, así el Padre Celestial en este viaje, en el que nos dirigimos a la patria celestial ha puesto al frente de cada uno de nosotros a ángeles con cuya ayuda... y siendo ellos nuestros guías nos mantuviéramos en el camino recto... Está llena la historia de las sagradas Escrituras de esta clase de ejemplos (Tobías, Pedro), con los cuales entendemos cuánta es la cantidad de beneficios que Dios otorga a los hombres mediante los ángeles... los cuales no han sido enviados solamente en algún asunto determinado y particular, sino que han sido encargados de nuestro cuidado desde el primer momento de nuestra existencia y han sido colocados para defensa de la salvación de cada uno de los hombres».

 

En estas palabras se atribuye la custodia angélica a cada uno de los hombres sin restricción; luego esta custodia se otorga a los hombres no sólo considerados en su conjunto, sino también por separado, y en verdad tanto a los fieles como a los infieles.

 

434. Razón teológica. a) Puesto que los hombres que están en estado de vía son débiles y están en este estado rodeados de muchos peligros, es conveniente el que estén custodiados por los ángeles así como los hermanos menores están custodiados por los mayores (1 q.113 a.4).

 

b) Es conveniente que los ángeles en cuanto destinados a la misma patria que los hombres guíen a éstos como peregrinos por el camino hacia la patria.

 

c) Así como los ángeles sirvieron a Cristo (Mc 1,13) y así como lo confortaron en el huerto (Lc 22,43), es lógico que también auxilien a los redimidos por Cristo.

 

d) Si los demonios atacan a los hombres, hay que juzgar que también los ángeles buenos los custodian.

 

e) Puesto que Dios ha instituido el orden del mundo de tal manera que los seres inferiores sean gobernados por los superiores, v. gr. de tal manera que los irracionales estén sujetos a los racionales, conviene que los hombres sean ayudados por los ángeles (1 q.22 a.3; 3 CG 78c; cf. 1 q.113 a.2).

 

435. La idea misma de los gentiles de que ciertos genios asisten a los hombres, muestra vestigios de la doctrina revelada. Y los SS.PP. no apelan a esta idea de los gentiles más que en lo que es conforme con la doctrina revelada.

Segunda parte: Los ángeles son custodios de cada uno de los fieles.

 

436. Valor teológico. Al menos cierta en teología.

 

Suárez:. «El aserto indicado (acerca de si cada uno de los hombres tiene custodia angélica), es doctrina católica. Pues aunque no se encuentre expresa en la sagrada Escritura, ni haya sido definida por la Iglesia, ha sido admitida con tan gran consentimiento de la Iglesia universal, y tiene tan sólido fundamento en la sagrada Escritura según ha sido entendida por los Padres, que no puede negarse sin gran temeridad y prácticamente sin cometer error».

 

437. Se prueba por la sagrada Escritura. Mt 18,10 y Hchs 12,12-15, según lo que acabamos de indicar en el n.432.

 

438. Se prueba por la tradición. ORIGENES (R 475): «A cada uno le asisten dos ángeles, uno justo y otro de iniquidad. Si hay en nuestro corazón buenos pensamientos y deseos... no hay duda de que nos habla el ángel del Señor...

 

S.BASILIO (R 940): «De entre éstos (ángeles) unos ciertamente han sido puestos al frente de los pueblos, y otros en cambio son compañeros que están unidos a cada uno de los fieles».

 

S.GREGORIO NICENO (R 1022): «Hay una enseñanza... de que algún ángel... ha sido constituido por El (por Dios), para auxiliar la vida de cada uno, y que por el contrario el corruptor de la naturaleza... por medio de algún perverso demonio... perjudica la vida del hombre; ahora bien, que el hombre se encuentra en medio de estos dos, teniendo ambos de sus compañeros un fin opuesto al otro..., puesto que el bueno ofrece en verdad con sus pensamientos los bienes de la virtud».

 

S.JERONIMO (R 1387): «La gran dignidad de las almas de tener cada una de ellas desde que ha sido creada un ángel encargado para su custodia».

 

TEODORETO (R 2156): Cristo dijo, «que cada uno de los hombres estaba bajo el cuidado de uno de los ángeles».

 

Tercera parte: Los ángeles son custodios de cada uno de los infieles.

 

439. Valor teológico. Común y verdadera.

 

Las palabras anteriormente aducidas de Suárez, n.436, se refieren en general a cada uno de los hombres.

 

440. Se prueba por la sagrada Escritura. No hay razón para distinguir exclusivamente a los fieles las palabras anteriormente citadas de Mt 18,10.

 

441. Se prueba por la tradición. Los textos antes citados de ORIGENES, TEODORETO, S.GREGORIO NICENO, S.JERONIMO, son generales, o sea que no

excluyen a los infieles.

 

442. Razón teológica. Todos los hombres en cuanto que están destinadosa la gloria, sujetos a la providencia de Dios (1 q.113 a.2), redimidos por Cristo, sujetos a semejantes peligros necesitan de la custodia angélica.

 

443. Escolio 1. Cada uno de los hombres tiene su ángel custodio, esto es, está bajo la tutela de ángeles distintos, esto lo que se afirma comúnmente... Los textos de Mt 18,10, Hchs 12,12-15, anteriormente citados, parece que indican esto en su sentido obvio. Lo mismo hay que decir de los textos de los Padres anteriormente aducidos, sobre todo del texto de Teodoreto. Y éste es también el sentimiento de los fieles. Y tal vez un sólo ángel no podría custodiar a muchos hombres que estuvieran muy distantes entre sí. Esto pone más de manifiesto la bondad y generosidad de Dios.

 

Ahora bien, ¿custodia un sólo ángel a muchos hombres, al menos en tiempos sucesivos, de tal manera que una vez que uno ha muerto reciba el encargo de la custodia de otro?. «Es probable... aunque no es obvio».

 

444. También a las naciones se les asigna un ángel custodio. Esto es muy probable. Dan 10,12-21: Precisamente debido a tus palabras he venido yo (ángel). El príncipe del reino de Persia me ha hecho resistencia durante veintiún días, pero Miguel, uno de los primeros príncipes ha venido en mi ayuda... cuando haya terminado verán que viene el príncipe de Graecorum... Nadie me presta ayuda para esto excepto Miguel, vuestro príncipe.

 

Puesto que «Miguel es uno de los primeros príncipes», es llamado «príncipe», esta palabra con todo derecho se juzga que significa ángel también al hablar del príncipe de los Persas y del príncipe de Yabán (Grecia). Ahora bien, puesto que Miguel es llamado «vuestro príncipe» y «el gran príncipe, que defiende a los hijos de tu pueblo» (12,1), aparece claramente como teniendo el cargo de ángel tutor, cargo que le había sido confiado por Dios respecto al pueblo de los judíos; es por consiguiente lógico que el príncipe de los Persas y el príncipe de Yabán (Grecia) sean igualmente ángeles tutores o custodios de los reinos que les habían sido confiados.

 

Orígenes (R 475): Así como «hay dos ángeles por cada uno de los hombres, así pienso que en cada una de las provincias los hay también dispares, unos para que sean buenos y otros para que sean malos«. S.Basilio (D 940, como acabamos de citar poco ha), S.Juan Damasceno (R 2354): Los ángeles «están al frente de las naciones y de las regiones». Teodoreto (R 2161).

 

445. La Iglesia católica tiene su ángel custodio. Esto se da con todo derecho, y ciertamente usando el argumento "a fortiori", puesto que los reinos de Israel tienen su ángel custodio. Más aún, puesto que los privilegios de Israel, que podían pasar, pasaron a la Iglesia, se cree que el ángel custodio de la Iglesia es San Miguel, puesto que él fue el custodio de Israel (Dan 10,12-21; 12,1).

 

446. También las iglesias particulares tienen sus ángeles custodios. Esto es muy probable. S.Hilario (R 895): «Recordamos que hay muchas virtudes espirituales, que tienen el nombre de ángeles, los cuales o bien están al frente de las iglesias...». S.Ambrosio: «El Señor no sólo consagró obispos para defender el rebaño, sino que. también destinó para este fin ángeles». S.Gregorio Nacianceno: «Y no tengo duda alguna de que unos presiden y son patrones de unas iglesias y otros de otras, como me enseña S.-luan en el Apocalipsis».

 

Además se estima con razón que los ángeles atienden a la Iglesia, y que aportan su ayuda a la edificación de ésta, que están presentes en las reuniones de los cristianos y en los actos del culto, como la administración de los sacramentos y sobre todo en el sacrificio eucarístico. Más aún, como si la liturgia cristiana fuera la ejecución visible y la participación de la liturgia angélica con la cual la liturgia cristiana viene a fundirse en una sola unidad y a prorrogarse en el cielo (Prefacio, Gloria in excelsis, el Trisagio, el Aleluya).

 

447. Asimismo es probable que los ángeles custodios asisten a las personas públicas en cuanto tales (a los reyes y a otros constituidos en dignidad egregia) sobre todo al Romano Pontífice, de tal manera que dichas personas públicas en cuanto personas privadas tienen un ángel custodio distinto del que tienen como personas públicas.

 

Suárez: «Es probable que, aunque a cada una de las personas privadas les está destinado su ángel correspondiente, sin embargo a los pontífices, a los reyes, y a otros prelados y príncipes les sean asignados ángeles especiales en orden a la custodia y al gobierno de éstos... de donde me resulta probable lo que se cree comúnmente, que estas personas públicas tienen dos ángeles custodios... y de un modo particular vale esto acerca de la Santísima Virgen, el que tuviera dos ángeles custodios, uno como persona privada y otro como madre de Dios y mientras ejerció el cargo de madre».

 

Comúnmente se defiende que Cristo no tuvo ángel custodio como tal, sino que tuvo muchos ángeles que le servían (n.423).

 

448. Escolio 2. De la duración de la custodia angélica. Esto es: 1) Desde el momento del nacimiento según unos (1 q.113 a.5), puesto que antes de éste se juzga que el niño es alguien íntimamente unido a la madre y por lo tanto es custodiado por el ángel de ésta; en cambio según otros desde el momento de ser engendrado. Los SS.PP. ponían de relieve que esta custodia era especial desde el momento del bautismo. 2) Se termina con la muerte, según muchos autores. 3) Nunca, según se defiende comúnmente, se interrumpe de un modo total, de tal manera que algún hombre (incluso el Anticristo mismo) quede privado definitivamente de dicha custodia antes de la muerte. Ahora bien, nada impide el que el ángel abandone a su tutelado durante cierto tiempo, en cuanto que como castigo no le aparta de algunos males e incluso de ciertos pecados, así como a veces se dice que Dios abandona a los pecadores (Rom 1,28) al negarles una protección especial y permitir nuevos pecados de estos pecadores.

 

449. Escolio 3. De los efectos de la custodia angélica. Estos efectos están ordenados, como es de por sí claro, a la salud espiritual de los hombres: a) Unos son corporales, en cuanto que los hombres son apartados de los peligros corporales, o bien son arrebatados a los males corporales, o son ayudados en las cosas temporales. Todo esto prácticamente lo encontramos en Tob c.5-12.

 

b) Otros espirituales, en cuanto que los ángeles o bien nos defienden contra los demonios (Tob 8,3) o bien oran por nosotros u ofrecen a Dios nuestras preces (esto es, haciéndolas más eficaces con su intercesión)(Ap 8,3; Tob 12,12), o bien mediante la excitación de la fantasía o del apetito sensitivo (si bien no produciendo en el hombre directamente impresas o luz intelectual, puesto que, según parece, esto no lo pueden hacer) despiertan en nosotros buenos pensamientos y de este modo mediante éstos nos incitan al bien (Hchs 8,26; 10,3-6), o bien a veces nos ocasionan penas medicinales (en orden a nuestra corrección)(2 Re 24,16), o nos protegen contra los demonios ante la proximidad de nuestra muerte, o llevan después de la muerte al cielo a las almas que no tienen que pasar por el purgatorio, o bien a las que han tenido que pasar por el purgatorio, en el cual por lo demás las visitan y las consuelan y tal vez las iluminen acerca de la duración de la pena, acerca de la gloria y sobre otros aspectos.

 

Puesto que todas estas funciones se dan en el orden de la providencia de Dios que conduce todas las cosas a su debido fin mediante las causas segundas, no es necesario el que dichas funciones se nos den de un modo extraordinario.

 

450. Escolio 4. Los ángeles de alguna manera están al frente de las creaturas irracionales. Esto lo sostienen de un modo bastante común los Padres y los teólogos. Mas téngase en cuenta lo siguiente: a) Los ángeles pueden sin duda usar de las cosas sensibles para proteger o para castigar a los hombres y en verdad de tal manera que el ministerio de los ángeles respecto al gobierno del universo parece que se reduce a la custodia de los hombres. b) El orden físico en cuanto fundado en las leyes físicas necesarias, es de suyo independiente del ministerio angélico. c) No implica contradicción el que cada una de las clases de cosas irracionales, y mucho más el que cada uno de estos seres, están bajo el patrocinio angélico; sin embargo no puede probarse esto estrictamente.

 

541. Escolio 5. ¿Qué ángeles son enviados al ministerio de los hombres y en general al mundo sensible? Todos, según S.Atanasio, S.Ambrosio, etc.; todos, ahora bien de tal manera que, según dicen expresamente Escoto, Molina y otros, los superiores sean enviados a ministerios más nobles; los sirvientes, pero no los asistentes, los cuales nunca salen del cielo, según el Pseudo-Dionisio, S.Buenaventura, Sto.Tomás y otros, que dividen los ángeles en asistentes y sirvientes.

 

452. Escolio 6. Acerca del culto de los ángeles. A los ángeles se les tributa culto, pero no de latría, el cual solamente se debe a Dios, sino de dulía, esto es el que también puede y debe darse a los santos que reinan con Cristo.

 

De ningún modo los doctores recriminan el culto de los ángeles en los cinco primeros siglos, según pretendió Turmel, como consta suficientemente también en virtud de los solos textos de ellos que antes hemos aducido, de tal manera que, si en alguna ocasión parece que éstos rechazan el culto de los ángeles, se entiende que se refieren al culto de latría.

 

453. Este culto: 1) Es aprobado por Dios mediante sus ángeles, que parece que lo aprueban (Núm 22,31; Jos 5,15; Jds 13,20; 3 Re 18,7; 4 Re 2,15). 2) Siempre ha florecido en la Iglesia si bien tal vez al principio, o seas en el tiempo de la herejía respecto a las divinidades menores y en tiempo de las persecuciones, fue menos magnífico, como también lo fue menos espléndido el culto de los mártires. 3) Es legítimo por parte de Dios, como admirable que es en sus santos y como que mediante sus ángeles obra el bien de un modo maravilloso en toda la Iglesia; es legítimo por parte de los ángeles, puesto que nos superan con mucho en perfección natural y sobrenatural, y a causa de la gracia y de la gloria por la que gozan de Dios, y es legítimo por parte nuestra, a fin de que seamos agradecidos con ellos, y para que por medio de ellos obtengamos muchas gracias, y los amemos como coherederos que son con nosotros. 4) Exige de nosotros reverencia, tanto negativa, por la que evitemos lo que les desagrada, como positiva, mediante actos que les tributemos; devoción por la que les seamos agradecidos, los amemos, los honremos, les recemos; confianza para con ellos, puesto que son fieles, prudentes, poderosos en orden a nuestra custodia.