CONCLUSIÓN

 

72. El Señor Jesús ha instituido la Eucaristía como sacramento de comunión y de revelación del Padre. A este método ha adherido, en primer lugar, la Virgen María: “En cierto sentido, María ha practicado su fe eucarística antes incluso de que ésta fuera instituida, por el hecho mismo de haber ofrecido su seno virginal para la encarnación del Verbo de Dios... Hay, pues, una analogía profunda entre el fiat pronunciado por María a las palabras del Ángel y el amén que cada fiel pronuncia cuando recibe el cuerpo del Señor. A María se le pidió creer que quien concibió ‘por obra del Espíritu Santo’ era el ‘Hijo de Dios’ (cf. Lc 1, 30.35). En continuidad con la fe de la Virgen, en el misterio eucarístico se nos pide creer que el mismo Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, se hace presente con todo su ser humano-divino en las especies del pan y del vino”.[241]

Desde la primera Pascua, en la cual el Señor Jesús ha cumplido con sus discípulos el nuevo y definitivo éxodo de la esclavitud del pecado, no existe más la sangre de un cordero, sino Pan y Vino distribuidos a todos, Cuerpo y Sangre del verdadero Cordero de Dios. Así se da cumplimiento a la nueva alianza.

Como recuerda el Catecismo de la Iglesia católica, citando a San Ireneo: “La Eucaristía es el compendio y la suma de nuestra fe: ‘Nuestra manera de pensar armoniza con la Eucaristía y a su vez la Eucaristía confirma nuestra manera de pensar’”.[242]

 

73. En el Sacramento de la presencia real, la fe encuentra fuerza e impulso para que realmente la lex orandi permanezca vinculada a la lex credendi y se traduzca en la lex agendi de la vida y de la misión de la Iglesia. Por esta razón la Eucaristía tiene también un dinamismo personal: es don para celebrar, que ayuda a entrar en un conocimiento más profundo del misterio de la salvación, lleva a la comunión, conduce a la adoración y finalmente interpela a la vida a través de la misión y del ministerio pastoral, dando impulso a la caridad dentro y fuera de la Iglesia.

La Eucaristía por su naturaleza permanece inseparablemente ligada a las notas de unidad, santidad, apostolicidad y catolicidad de la Iglesia[243] profesadas en el Credo. Así, la vida y la misión de las comunidades cristianas en el mundo conservan el carácter propio de la Iglesia, cuando de ella custodian y promueven la entera riqueza de aquellos dones. El tema del Sínodo indica que la Iglesia vive de la Eucaristía, en el sentido que recibe de ella, como fuente, la vida divina que viene de lo alto, y en su misión tiende a ella como punto culminante de su misterio de comunión: “Así, la Eucaristía es la fuente y, al mismo tiempo, la cumbre de toda la evangelización, puesto que su objetivo es la comunión de los hombres con Cristo y, en Él, con el Padre y con el Espíritu Santo.”[244]

 


 

CUESTIONARIO

 

1. La Eucaristía en la vida de la Iglesia: ¿Qué importancia tiene, en la vida de vuestras comunidades y de los fieles, la celebración de la Eucaristía? ¿Cual es el porcentaje de participación en la Santa Misa de los domingos, de los días de semana, de las grandes fiestas del año litúrgico? ¿Existen estadísticas aproximativas a este respecto?

 

2. La doctrina eucarística y la formación: ¿Qué esfuerzos se realizan para transmitir a vuestras comunidades e individualmente a los fieles la doctrina integral y completa sobre la Eucaristía? Especialmente, ¿qué uso se hace del Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 1322-1419, y de la Encíclica “Ecclesia de Eucharistia”, sobre todo de parte de los sacerdotes, de los diáconos, de las personas consagradas, de los laicos comprometidos pastoralmente? ¿Cómo se asegura la formación sobre la fe en la Eucaristía: en la catequesis de iniciación, en las homilías, en los programas de formación continua de sacerdotes, de diáconos permanentes, de seminaristas, de personas consagradas y de laicos?

 

3. Percepción del misterio eucarístico: ¿Cuál es la idea predominante sobre la Eucaristía entre los sacerdotes y entre los fieles de vuestras comunidades: sacrificio, memorial del misterio pascual, precepto dominical, convivio fraterno, acto de adoración, u otras concepciones? ¿Se manifiesta en la práctica el predominio de uno de estos aspectos? ¿Cuáles podrían ser las motivaciones que llevan a acentuar tal preferencia?

 

4. Sombras en la celebración de la Eucaristía: En la encíclica Ecclesia de Eucharistia (n.10) el Papa habla de “sombras” en la celebración eucarística. ¿Cuáles son los aspectos negativos (abusos, equívocos) que pueden constatarse en el culto de la Eucaristía? ¿Qué elementos o gestos cumplidos en la praxis pueden oscurecer el sentido más profundo del Misterio eucarístico? ¿Cuáles pueden ser las razones que llevan a esta situación que desorienta a los fieles?

 

5. Celebración eucarística y normas litúrgicas: ¿Se verifican en el modo de celebrar de los sacerdotes algunas acciones en explícita o implícita contradicción con las normas litúrgicas establecidas por la Iglesia católica (cf. Ordenación General del Misal Romano, cap. IV; Instrucción para la Aplicación de las Prescripciones Litúrgicas del Código de los Cánones de las Iglesias Orientales), buscando personalismo y protagonismo? ¿Qué elementos o gestos cumplidos durante la celebración de la Santa Misa y también en el culto eucarístico fuera de ella, según las respectivas normas y disposiciones, deberían ser especialmente observados para poner en evidencia el sentido más profundo del gran Misterio de la fe escondido en el don de la Eucaristía?

 

6. Los sacramentos de la Eucaristía y de la Reconciliación: La conversión es la primera condición para participar plenamente en la Comunión Eucarística. ¿Cómo perciben los fieles la relación entre el sacramento de la reconciliación y el de la Eucaristía? La celebración de la Santa Misa es también una fiesta por la salvación del pecado y de la muerte. ¿Cómo se responde a ese retorno de los pecadores, sobre todo en el Día del Señor, de modo que los fieles puedan acercarse oportunamente al sacramento de la Penitencia para participar en la Eucaristía? En la vida de las comunidades cristianas, se verifica una afluencia indiscriminada a la Eucaristía, o bien una abstención injustificada de la misma? ¿Qué se hace para ayudar a los fieles a discernir si ellos se encuentran en la debida disposición para acercarse a este gran Sacramento?

 

7. El sentido de lo sagrado en la Eucaristía: La Eucaristía es el misterio de la presencia real de Dios entre nosotros, pero al mismo tiempo es un misterio inefable. ¿Cómo debería expresarse el sentido de lo sagrado en referencia a la Eucaristía? ¿Cómo los sacerdotes y los fieles lo manifiestan en la cotidiana celebración de la Santa Misa y en las grandes festividades litúrgicas durante el año? ¿Existen actitudes o prácticas cultuales que oscurecen este sentido de lo sagrado?

 

8. La Santa Misa y la celebración de la Palabra: En referencia a las celebraciones de la Liturgia de la Palabra con la distribución de la Eucaristía, frecuentemente guiadas por un laico o ministro extraordinario en parroquias que esperan recibir un sacerdote: ¿cuál es la difusión de tal fenómeno en vuestras parroquias? ¿qué formación específica reciben los responsables? ¿Logran los fieles comprender la diferencia entre estas celebraciones y la Santa Misa? ¿Conocen adecuadamente la distinción esencial entre el ministro ordenado y el no ordenado?

 

9. La Eucaristía y los otros sacramentos: ¿En qué medida y con qué criterios los otros sacramentos son celebrados durante la Santa Misa? En ocasión de la celebración de sacramentos y sacramentales en el curso de la Santa Misa (matrimonios, funerales, bautismos, etc.) frecuentemente se verifica la presencia de no practicantes, de no católicos y de no creyentes; ¿qué medidas se toman para evitar la superficialidad o la falta de respeto en relación a la Eucaristía?

 

10. La presencia real de Cristo en la Eucaristía: ¿Han conservado los fieles de vuestras parroquias la fe en la presencia real del Señor en el Sacramento de la Eucaristía? ¿Perciben con claridad el don de la presencia real del Señor? ¿Se verifican en la liturgia de la Santa Misa o en el culto eucarístico hechos que pueden llevar a una menor consideración de la Presencia Real? Si tales fenómenos se verifican, ¿cuáles podrían ser las causas?

 

11. La devoción eucarística: ¿Ocupa el culto del Santísimo Sacramento el debido lugar en la vida de la parroquia y de las comunidades? ¿Qué importancia dan los pastores a la Adoración del Santísimo Sacramento, a la Adoración perpetua, a la Bendición del Santísimo Sacramento, a la oración personal ante el Tabernáculo, a la Procesión del Corpus Domini, a la devoción eucarística en las misiones populares?

 

12. La Santa Misa y la vida litúrgico-devocional: ¿Logran los fieles percibir la diferencia entre la Santa Misa y otras prácticas devocionales, como la Liturgia de las Horas, la celebración de los sacramentos y los sacramentales fuera de la Misa, la Liturgia de la Palabra, las procesiones, etc? ¿Cómo se manifiesta la diferencia sustancial entre la celebración eucarística y las otras celebraciones litúrgicas y para-litúrgicas?

 

13. El decoro en la celebración de la Eucaristía: ¿Se presta atención al decoro de la celebración eucarística en vuestras iglesias? ¿Cuál es el contexto artístico-arquitectónico en el cual se desarrollan las liturgias eucarísticas, ya sean las solemnes como las feriales? ¿Resulta evidente a partir de esta ambientación que el banquete eucarístico es verdaderamente un banquete “sacro” (cf. Ecclesia de Eucharistia, 48)? ¿Con qué frecuencia y con qué motivos pastorales es celebrada la Eucaristía fuera de los lugares de culto?

 

14. Eucaristía e inculturación: ¿En qué medida hay que dar espacio a la inculturación en la celebración del Sacramento de la Eucaristía, para que sea evitada una malentendida creatividad que persigue modas fantasiosas y extrañas? ¿Cuáles son los criterios seguidos en la práctica para la inculturación? ¿Son tenidas en cuenta en la Iglesia occidental las normas propuestas por la instrucción “De Liturgia Romana et Inculturatione”? ¿Cómo se afronta el tema de la inculturación de la Eucaristía en las Iglesias orientales?

 

15. La nota escatológica de la Eucaristía: ¿Es suficientemente puesta en evidencia la nota escatológica de la Eucaristía en la catequesis, en la formación permanente, en la homilética y en la celebración litúrgica? ¿Cómo se expresa la tensión escatológica suscitada por la Eucaristía en la vida pastoral? ¿Cómo se manifiesta en la celebración de la Santa Misa “la comunión de los santos”, que es una anticipación de la realidad escatológica?

 

16. Eucaristía, ecumenismo, diálogo interreligioso y sectas: Frente a las concepciones de la Eucaristía propias de los hermanos separados de Occidente, a los desafíos de las otras religiones y de las sectas: ¿cómo es preservado y presentado el Misterio del Santísimo Sacramento en su integridad, de modo que los fieles no sean inducidos a confusiones ni equívocos, especialmente en ocasión de los encuentros ecuménicos e interreligiosos?

 

17. Eucaristía e intercomunión eclesial: “La celebración de la Eucaristía .... no puede ser el punto de partida de la comunión” (Ecclesia de Eucharistia, 35). ¿Cómo son aplicadas las normas de la llamada intercomunión (cf. CIC 844)? Conocen los fieles la norma según la cual un católico no puede recibir la Eucaristía en las comunidades que carecen del válido sacramento del Orden (cf. Ecclesia de Eucharistia, 46)?

 

18. Eucaristía y vida moral: La Eucaristía hace crecer la vida moral del cristiano. ¿Qué piensan los fieles acerca de la necesidad de la gracia sacramental para vivir según el Espíritu y llegar a ser santos? ¿Qué piensan los fieles sobre la relación entre la recepción del sacramento de la Eucaristía y los otros aspectos de la vida cristiana: la santificación personal, el compromiso moral, la caridad fraterna, la construcción de la sociedad terrena, etc?

 

19. Eucaristía y misión: La Eucaristía es también un don para la misión. ¿Son conscientes los fieles que el Sacramento de la Eucaristía lleva a la misión que ellos mismos tienen que cumplir en el mundo según el propio estado de vida?

 

20. Todavía sobre la Eucaristía: ¿Qué otros aspectos no comprendidos en las preguntas precedentes deberían todavía ser tenidos en consideración en relación al Sacramento de la Eucaristía en vista de la preparación del Instrumentum laboris de la discusión sinodal?

 


 

[241] Ioannis Pauli II, Litt. encycl. Ecclesia de Eucharistia (17.IV.2003), 55: AAS 95 (2003), 470.

[242]Catechismus Catholicae Ecclesiae, 1327.

[243] Cf. ibidem, partem II, sess. I, cap. II.

[244] Ioannis Pauli II, Litt. encycl. Ecclesia de Eucharistia (17.IV.2003), 22: AAS 95 (2003), 448

 

* * * *

© Copyright 2004

Secretería General del Sínodo de los Obispos y Libreria Editrice Vaticana.

 

Este texto puede ser reproducido por las Conferencias Episcopales,o bajo su autorización, siempre que su contenido no sea alterado de ningún modo y que dos copias del mismo sean enviadas a la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, 00120 Ciudad del Vaticano.