30 DE OCTUBRE

 

—Beata Bienvenida (1255-1292). Oriunda de Civicale, Italia, esta terciaria dominica se santificó en el mundo, sin entrar en el convento. Al parecer, ella trataba de tener todas las virtudes posibles y sus biógrafos dicen de ella que por su intercesión se obraban muchos milagros.

—Doscientos veinte cristianos martirizados en Africa.

—San Marcelo, centurión, martIrizado en Tánger por Agricolao, lugarteniente del prefecto del pretorio, 298.

—Santos Julián, Euno y Macario, con trece más, martirizados en Alejandría bajo el emperador Decio, 250.

—Santa Eutropia, mártir, Alejandría, 250.

—San Saturnino, mártir, Cagliari, 303.

—San Máximo, mártir, Apamea (Frigia), 303.

—Santos Claudio, Lupercio y Victorio, hijos del centurión San Marcelo, que fueron martirizados en León, imperando Diocleciano.

—San Cenobio, obispo y mártir, y Santa Cenobia, virgen y mártir, su hermana, ejecutados por el gobernador Lisias, en Egea de Cilicia, 303.

—San Teonesto, obispo y mártir., Altino, s. V. Fue asesinado por los arrianos.

—San Lucano, mártir, Paris, s. V.

—San Serapión, obispo, Antioquía, 211.

—San Germán, obispo de Capua, 540. Enviado por el papa Hormisdas a Constantinopla como nuncio cerca del emperador Justiniano, para poner fin a un largo cisma, tuvo un éxito completo en sus gestiones. San Benito vio su alma cuando subia al Cielo llevacla por los ángeles.

—San Gerardo, obispo, Potenza, en la Basilicata, 1119.

—San Asterio, metropolitano de Amasea, en la Turquía Asiática. Nacido en el Ponto, se consagró durante su juventud al estudio de la elocuencia y del derecho, y ejerció durante algún tiempo la abogacía; pero, advertido por una voz interior de que debía ocuparse en el servicio del prójimo, abrazó el estado eclesiástico. Nombrado obispo, desplegó una gran actividad para defender la pureza de la fe por medio de la predicación y de la controversia. Todavía podemos apreciar en muchos de sus discursos la fluidez, la elegancia y el vigor de su estilo, s. V.