24 DE MAYO

 

-Nuestra Señora Auxilio de los Cristianos, Roma, principios del siglo XIX.

-San Manahem, doctor y profeta, Jerusalén, s. I.

-Beata Juana, mujer de Cuza, una de las santas mujeres que seguían a Jesucristo, Jerusalén, s. I.

-San Vicente, mártir, Porto (Italia).

-Santa Afra, mártir, Brescia (Italia), s. II.

-San Donaciano y Rogaciano, mártires., Nantes (Francia), 288.

-Santos Zoel, Servilio, Félix, Silvano y Diocles, mártires, Istria (Italia) 284.

-San Melecio y doscientos cincuenta y dos soldados compañeros mártires y las mujeres de algunos de estos soldados.

-Santas Susana, Marciana y Paladia, mártires, Egipto, s. II.

-San Robustiano, mártir, Milán.

-Beato Juan de Prado, martirizado en Marruecos, 1636.

-San Vicente de Lerins, gran defensor y apologista de la fe; autor del Connmonitorium, 450. San Vicente de Lerins, cuyo nombre aparece en el martirologio este día, es uno de los escritores más importantes del siglo V. Hermano de San Lupo, obispo de Troyes, le siguió hasta el monasterio famoso que San Honorato acababa de fundar en la isla de Lerins. Desde allí seguía atentamente las controversias dogmáticas que agitaban a las iglesias, y su deseo de ofrecer un guía a los cristianos le impulsó a escribir su libro famoso, el Conmonitorio, que publicó con el nombre de Peregrino. En esta obra áurea es donde encontramos aquella regla de fe, según la cual, en la Iglesia hay que cuidar de adherirse a aquello que ha sido creído siempre por todos y en todas partes: quod ubique, quod semper, quod ab omnibus creditum est.

-La Traslación de Santo Domingo de Guzmán, Bolonia (Italia), 1233.

-Santos Ester y Mardoqueo.

-San Simeón Estilita, el joven, y Santa Marta, su madre, Antioquía, hacia 596.