15 DE MAYO

 

-San Isidro Labrador, patrón de Madrid, siglo XII.

-Los siete varones apostólicos (s. I).

-Santa Juana de Lestonnac († 1640)

-Los siete varones apostólicos, Torcuato, Tesifonte, Segundo, Indalecio, Cecilio, Esiquio y Eufrasio, quienes según el testimonio de San Gregorio VII en una carta al rev Alfonso VI, fueron enviados por los apóstoles San Pedro y San Pablo a evangelizar España. Desembarcaron en Cádiz, dónde hicieron muchos milagros, y después de haber predicado por casi toda la Península, sobre todo en Andalucía, murieron: Torcuato en Cádiz, Tesifonte en Vergi (Almería), Segundo en Avila, Indalecio en Portilla, Cecilio en Elvira, Esiquio en Gibraltar y Eufrasio en Andújar.

-San Mancio, mártir, en Evora (Portugal). s. VI.

-San Isidro, mártir, isla de Quio (Grecia), 251.

-Santos Pedro, Andrés, Pablo y Dionisia, mártires, Lampsaco (Grecia), 250.

-San Simplicio, obispo y mártir, Fausina (Cerdeña), s. IV.

-Santos Casio, Victorino, Máximo y compañeros mártires Auvernia (Francia).

-Santa Dimpna, virgen y mártir, hija del rey de Irlanda. Bélgica, s. VII. Su martirio constituye una de las páginas más tenebrosas de la barbarie humana. Pues a la muerte de su madre, los grandes aconsejaron al rey, su padre, se casase con su propia hija. Para evitar tan horrendo propósito, la joven huyó al desierto. Encontrada por los esbirros de su padre, éste, llevado de su infame pasión, al no verse correspondido, mató a su propia hija. Con ella, fue martirizado el sacerdote Gereberno, que la había escondido y guiado en la virtud.

-San Ruperto, príncipe alemán, cuya vida escribió Santa Hidelgardis, s. IX.

-Beata Berta, madre de San Ruperto.

-San Reticio, obispo de Autun (Francia), 334.

-San Emigdio, obispo y mártir.