21 DE JUNIO

 

-San Luis Gonzaga, Roma, 1591.

-Santa Demetria, virgen y mártir, Roma, 362.

-Santos Rufino y Marcia, Siracusa, en Sicilia.

-Santos Ciriaco y Apolinar, Africa.

-San Albano, mártir, Maguncia, s. IV.

-San Eusebio, obispo de Samosata, mártir, 380. Uno de los prelados y principales defensores del catolicismo contra la herejía arriana. Nació en Samosata, obispo de la misma ciudad desde 361 a 380. Asistió al Concilio de Antioquía, compuesto en su mayoría de obispos arrianos; pero Eusebio condenó sus doctrinas y fue defensor de la causa de Melicio, electo patriarca de Antioquía, paladín de la causa católica. Desde entonces estrechó amistad con San Gregorio Nacianzeno y San Basilio. Desterróle el emperador Valente a la Tracia en 374. Asistió a un nuevo Concilio de Antioquía en 379. Acompañaba un día a Maris, electo obispo de Dólica, cuando en esta ciudad murió víctima de la saña de una furibunda arriana, que le arrojó una teja desde el balcón de su casa, 380.

-San Terencio, obispo de Iconio (Asia Menor), s. I.

-San Ursicino, ob. de Pavía, 216.

-Sari Martín, obispo de Tongres (Francia), 276.

-San Leofrido, abad, Evreux (Francia), hacia 788.

-San Raimundo o Ramón, obispo de Barbastro. Nació en Francia, y canónigo en Tolosa, don Pedro de Aragón le nombró obispo de Barbastro. En 1101 le arrojó de su sede violentamente Esteban, obispo de Huesca, y el rey de Aragón le nombró prelado de Roda, recientemente tomada a los moros. Acompañó a los ejércitos aragoneses en su expedición de Andalucía, cuando por los años de 1122 llegaron victoriosos hasta Málaga. Repuesto en su obispado de Barbastro, falleció en aquella ciudad en 1126.

-San Inocencio, obispo de Mérida, sucesor de San Masona, s. VII.