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—Santo Domingo de Silos, abad, 1000-1073 —Santos Liberato y Báyulo, Roma. —Santos Ammón, Zenón, Tolomeo, Ingeno y Teofilo, soldados de la guardia del procónsul, que fueron martirizados por haber sostenido y alentado a un confesor de la fe que vacilaba en el tormento. Alejandría. 249. —San Julio, mártir, Geldube ('I'racia), s. IV. —Santos Eugenio y Macario, sacerdotes martirizados por haber echado en cara su impiedad a Juliano el Apóstata, Arabia, 362. —San Filógeno, obispo de Antioquía, 322. Abogado, primero, de su ciudad natal, fue nombrado para regir la sede de San Ignacio, distinguiéndose por su campaña contra la herejía naciente de Arrio. —Santo Domingo, obispo de Brescia 612. —Beato Domingo de la Cadiretta. mártir de la Orden de Santo Domingo. Nacido en Moya, como el Bienaventurado Ponce de Planella, fue martirizado como él por los herejes albigenses, en Urgel, donde habia fundado un convento. 1277. — San Ursicino, abad, s. VIl. Discipulo de San Columbano, se formó en el monasterio de Luxeuil. Cuando su maestro fue desterrado por la reina Bruneguilda, el se retiró a vivir en una montaña de Suiza, diócesis de Basila, donde no tardó en verse rodeado de discípulos. —Beata Julia della Rena, reclusa en Certaldo, Toscana, 1367. |