21 DE ABRIL

 

-San Anselmo, arzobispo de Cantorbery, Doctor de la Iglesia, 1109.

-San Simeón, obispo de Seleucia, y sus compañeros mártires Abdécalas y Ananías, sacerdotes, y Pusicio, prefecto de los empleados del palacio de Sopor V, rey de Persia, s. III.

-Santos Arator, Fortunato, Félix, Silvio y Vidal, mártires, Alejandría.

-Santos Apolo, Isacio y Crotato, mártires, 302.

-San Anastasio el Sinaíta, obispo, Antioquía, 598.

-Beato Bartolomé Cervier de Savigliano, Piamonte, 1466.

-Santa Alejandra, mártir, princesa y mujer de Diocleciano. Nicomedia, 302.

-San Maximiano, patrón de Constantinopla. 434.

-San Timoteo, mártir, Ravena.

-San Conrado Parzham, hermano lego franciscano, Vetoettingen, Baviera, 1849. canonizado por Pío XI en 1934. Fue durante cincuenta años sacristán y portero de su convento, centro de grandes peregrinaciones de toda Alemania.

-San Anastasio Sinaíta, de quien nos habla el martirologio de hoy, es una de las figuras importantes de la literatura ascética de Bizancio. Nacido en Siria, fue el animador de la vida cenobítica en el Oriente a mediados del siglo VII. Vivió casi siempre entre los solitarios del monte Sinaí, lo cual no le impidió intervenir en todas las campañas doctrinales que agitaron en su tiempo a la Iglesia oriental. Combatió a los eutiquianos en todas sus ramas e hizo enmudecer una y otra vez a sus corifeos. Entre sus escritos hay que señalar el Hodegos o Guía del verdadero camino, de carácter dogmático: el Hexamerón, obra exegética; el discurso De la sinaxis cristiana; varias homilías y el libro de las Ciento cincuenta y cuatro cuestiones. Los griegos modernos tienen tal admiración por Anastasio Sinaíta, que le llaman el "nuevo Moisés".