1 DE ABRIL

 

-San Hugo, obispo de Grenoble, 1132.

-San Celso, Arzobispo de Armagh.

-Santa Teodora, virgen y mártir, Roma, 117.

-San Venancio, diácono y mártir, Espalato?, s. III.

-Santos Víctor y Esteban, mártires, Egipto.

-Santos Quinciano e Ireneo, mártires, Armenia.

-San Macario, defensor de las imágenes contra los iconoclastas, Constantinopla, hacia 830.

-San Walerico, obispo, Amiéns. Nació en la región de Auvernia. PastorciIlo en su infancia, aprendió el alfabeto sin ayuda de maestro alguno, entre los bosques y las fuentes, hasta que un día dejó las ovejas para buscar la compañía de los monjes. Anduvo de monasterio en monasterio, hasta caer en uno de los más famosos que había entonces, el de Luxeuil, que gobernaba San Columbano. Walerico fue uno de los discípulos predilectos del gran fundador irlandés. Cuando San Columbano huyó de Francia perseguido por las iras de Brunequilda, quiso él seguirle; pero no habiendo podido realizar su deseo, se internó en la diócesis de Amiéns, donde pronto se vió rodeado de un grupo de compañeros, con quienes se dedicó a desterrar los últimos vestigios de paganismo que aún quedaban en aquella tierra.

-San Melitón de Sardes, apologista de la religión cristiana. Autor de un Catálogo de las Escrituras auténticas; dos libros sobre la Pascua y una apología en favor de los cristianos dirigida a Marco Aurelio, Sardes (Lidia) 175.

-San Tesifón, uno de los siete varones apostólicos, obispo de Vergi (Málaga).

Santos: Venancio, Hugo, Celso, Dodolino, Prudencio, Leuconio, Melitón, obispos; Víctor, Esteban, Teodora, Marcela, Quinciano, Ireneo, mártires; Vinebaldo, Valerio, Walerico, Macario, abades.