Trinitarios (ordo Sanctissimae Trinitatis et Redemptionis Captivorum: O. Ss. T.)
 

1. Fundación. Uno de los graves problemas que han pesado en la historia de toda la cristiandad de la Edad Mediay primeros siglos de la Moderna ha sido el cautiverio. El mundo cristiano se veía amenazado, en los mares del Norte, por la piratería de los normandos y, en'el Mediterráneo, por los galeones otomanos y argelinos. La venta de esclavos suponía un negocio rentable en los zocos mahometanos, que surtían de mano de obra segura a los hijos de Mahoma y de mujeres a sus harenes y de remeros forzados a los sótanos de las galeras de los piratas y corsarios; aparte de buenas sumas de dinero conseguidas por los rescates. Esta lacra ha pesado hasta tal punto en la psicología medieval del hombre mediterráneo que es fácil descubrir sus vestigios en la espiritualidad, la liturgia' la hagiografía y la política de esa época.

El s. XII iba a dar a la cristiandad un hombre sensible a este problema angustioso, de dimensiones amplias por estos días: S. Juan de Mata (v.). No conocemos con exactitud las circunstancias determinantes que impulsaron a este joven profesor de la Univ. de París para lanzarse a la empresa. De hecho, en 1194, se decide a esta tarea tan humanitaria en la soledad de Cerfroid, animado por el entusiasmo de otros cuatro anacoretas que moran en los contornos de su eremitorio. Durante un trienio (1194-97), estructura las bases de un nuevo instituto religioso dedicado a esta misión. Los ermitaños son sus primeros colaboradores, entre los que se menciona como cofundador a S. Félix de Valois.

La Orden es aprobada oficialmente en Roma el 7 dic. 1198 por una bula de Inocencio III, después de un viaje del fundador a la Ciudad Eterna (principios de 1198). Parece que este mismo año comienza su actuación, rescatando 200 esclavos cristianos de Marruecos.

2. Organización. A fines de 1197 se puede afirmar que el texto de la Regla se encuentra ya sustancialmente redactado. Los puntos esenciales de ella son: a) Régimen interior: Comunidades preferentemente pequeñas, compuestas de cuatro sacerdotes, tres legos y los novicios. Votos de obediencia, pobreza y castidad. Abstinencia casi completa de carnes. Silencio. Recitación oral del Oficio divino. Vestido de lana. Lecho duro y dormitorio común. Igualdad de sacerdotes y legos. Hospitalidad para con los pobres. Al frente de la Orden se pone un ministro general, elegido en el Capítulo General. Es vitalicio. Reunión anual del Capítulo General. b) Régimen externo: Todas las iglesias de la Orden deben estar dedicadas a la Santísima Trinidad y ser sencillas. Una tercera parte de los ingresos de cada convento se destina al rescate de esclavos cristianos.

3. Historia. La Orden trinitaria nació en un momento psicológico de la cristiandad muy apto para su desarrollo. La liberación de los cautivos constituye una obra humanitaria que goza de la simpatía de todo Occidente. La esclavitud es un mal que pesa en la conciencia de todo el mundo cristiano. Los Papas y los reyes son los primeros y más interesados protectores de la obra. Su desarrollo es rápido. En 1209 son ya 30 conventos. Mediado el XIII se ha conseguido la cifra sorprendente de 600. Su máximo desarrollo lo consigue a fines del s. XVI. En esta época, la Orden se desmembra en dos ramas: los t. calzados o de la antigua observancia y los t. descalzos. Está dividida en 28 provincias extendidas en Francia, España, Italia, Inglaterra, Polonia, Portugal, Austria y Rusia, con un total de 358 conventos. En España había seis provincias con 130 conventos.

Después vinieron tiempos malos para la Orden: Enrique VIII la disolvía en Inglaterra; en Francia era abolida por la Revolución en 1789. En España desapareció igualmente en 1835, víctima de las leyes de Mendizábal. El s. XIX finalizaba dejando reducida la Orden a cuatro o cinco conventos italianos que lograron subsistir; pero la recuperación ya se veía en el horizonte. En 1879 se restauraba la Orden en España. A partir de esta fecha, se va extendiendo y propagando por Europa, América y Asia. Los t. están divididos actualmente en tres órdenes. Existe una rama femenina. Cuenta en 1973 con 557 miembros. Desaparecida la esclavitud, hoy se dedica la Orden a las obras de beneficencia, en especial, a las misiones, a la educación, hospitales, casas de regeneración. Así realizan una obra de redención moral.

4. Santoral trinitario. Hombres célebres. Además de los fundadores, el calendario trinitario cuenta con S. Miguel de los Santos (v.) y con los beatos: Juan Anglico, Guillermo de Escocia, Juan Bautista de la Concepción, Simón de Rojas, Marcos Criado y la beata Ana María Taigi. Y varios otros siervos de Dios, cuyas causas están introducidas.

Es famoso el trinitario fr. Juan Gil, que en 1580 rescató a Miguel de Cervantes Saavedra por 500 escudos de oro. Iguamente merece especial mención la trinitaria Ángela María, reformadora y fundadora del convento del Toboso. Son famosos sus historiadores R. Gaguin, ministro general de la Orden en el s. XV, y Antonino de la Asunción (s. XIX-XX).


CARLOS MARÍA LÓPEZ.
 

BIBL.: La Orden Trinitaria publica las revistas: «Acta Ordinis Sanctissimae Trinitatis», Roma 1919 ss.; «La Madre del Buon Ricuerdo, e le Missioni Trinitarie», Roma 1926 ss.; A. DE LA ASUNCIÓN, Les origines de l'Ordre de la trés Sainte Trinité d'aprés les documents, Roma 1925; íD, Ministrorum Generalium Ordinis Sanctissimae Trinitatis series, Isola del Liri 1936; ÍD Diccionario de escritores trinitarios de España y Portugal: 2 vol. Roma 1898-99; JOSÉ DE JESÚS MARíA, Bullarium Ordinis Sanctissimae Trinitatis, Redemptionis Captivorum, Madrid 1962; P. DESLANDREs, L'ordre des Trinitaires pour le rachat des captifs, Toulouse 1903; un buen análisis de su espiritualidad y de sus características principales nos ofrece JESúS DE LA VIRGEN DEL CARMEN, Los trinitarios españoles en la espiritualidad cristiana, Barcelona 1957.
 

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991