SENO DE ABRAHAM
De entre los escritores bíblicos únicamente San Lucas emplea esta expresión (Le
16,22.23). El evangelista contrapone el boato y los espléndidos banquetes
diarios del rico epulón (vers. 19) con el estado lastimoso y hambriento de
Lázaro (v.), el pobre, «que deseaba saciarse con lo que caía de la mesa del
rico» (vers. 20-21). A la muerte de ambos se produjo un cambio total de escena;
los ángeles llevaron a Lázaro al «seno (griego: kólpon) de Abraham» (vers. 22);
el rico «fue sepultado» (vers. 22), quizá en un espléndido mausoleo, «y en el
abismo (griego: Hades), estando en medio de tormentos, levantó los ojos y vio
desde lejos a Abraham y a Lázaro en su seno (griego: en tois kólpois autou) » (vers.
23). El rico pidió a Abraham que enviara a Lázaro para que, mojando en agua la
punta de su dedo, fuera a refrescar su lengua, pues sufría horrores en medio de
las llamas.
¿Cuál es el sentido de la expresión «seno de Abraham»? El término griego
kólpos aparece en los clásicos griegos en el sentido de seno, regazo (Hornero,
Ilíada, 14,219); como expresión de amor materno (íd. 6,400), para significar el
puesto de honor reservado en los banquetes a un huésped distinguido (Plinio,
Epístola, 4.22,4) y los lazos de intimidad entre dos personas (Plutarco, Cat.
Min. 33). Los Setenta traducen al griego kólpos los términos hebraicos hoq, heq,
Noten, etc., que en líneas generales expresan los mismos conceptos que las
palabras kólpos y sinus en los clásicos griegos y latinos. En el N. T., San Juan
expresa el grado máximo de intimidad existente entre el Padre y el Hijo diciendo
que Éste es el que «está en el seno (griego: eis ton kólpon) del Padre» (Io
1,18).
Pero en el texto mencionado de San Lucas, la idea de que Lázaro fue
llevado y se hallaba en el s. de A. puede significar que ocupaba el lugar de
honor, junto a Abraham, en el banquete de los bienaventurados, o que
Abraham,prescindiendo de la idea de banquete, sentía por Lázaro un afecto
íntimo, cordial, comparable al que une al esposo con la esposa (Dt 13,7) y a la
madre con su hijo (Num 11,12). Ambas interpretaciones son en sí posibles. Pero
lo que dice Le 16,24 sugiere que todo el contexto está dominado por la idea del
banquete, que se inició en 16, 19-20. El que «deseaba saciarse con lo que caía
de la mesa del rico» (vers. 21) ahora come y bebe a placer; en cambio, el que
«todos los días celebraba espléndidos banquetes» (vers. 19), ahora, desde el
Hades, pide unas gotas de agua (vers. 24). Con la imagen de un banquete, quiere
expresarse que el desvalido Lázaro ha encontrado después de muerto, y en el más
allá, un afecto especial por parte de su padre Abraham, que compensa con creces
la vida de penalidades y privaciones que llevó en vida. Con la imagen del
banquete no se quiere significar que Lázaro estuviera materialmente reclinado
(griego: anakéimenos) en el pecho de Abraham en el banquete de los
bienaventurados; la idea del banquete entra en el contexto por exigencias
literarias para significar con una imagen la bienaventuranza de que gozan los
justos en compañía del justo por excelencia, Abraham (Mt 8,11) (v. CIELO III).
En la literatura rabínica, la frase «seno de Abraham» expresa a veces las
relaciones íntimas existentes en el más allá entre Abraham y sus fieles
descendientes, y otras el goce de la bienaventuranza (Strack-Billerbeck, o. c.
en bibl., en Mt 8,11; 1,475). En el A. T., la idea de la reunión de los justos
en la otra vida con Abraham se expresa con las frases: «reunirse con los padres»
(Gen 15,15); «dormir con los padres» (Gen 47,30; Dt 31,16). El primero de estos
padres es Abraham, al que se añaden Isaac y Jacob. Leemos en PesigR 43 (180b):
«El menor de los siete hermanos mártires... se dirigió a su madre y dijo: ¿Por
qué lloras? ¿Debo o no servir a los dioses? Respondió ella: ¿Acaso quieres, hijo
mío, que tus hermanos en el más allá estén en el seno de Abraham y tú no?» (StrackBillerbeck,
o. c. en bibl., en Le 16).
En la literatura cristiana, la expresión se interpreta como lugar
destinado al reposo de los justos de la antigua ley (Tertuliano, Adv. Marc.
4,34), que algunos identifican con el limbo (Pedro Crisólogo, Sermo 66; Pedro
Comestor, Hist. Schol. 87). Los justos descansan en el s. de A. (Constituciones
Apostólicas, 8,41,2), de Isaac y Jacob. La frase «seno de Abraham» es una imagen
pára expresar la bienaventuranza de los justos en el cielo (Turrianus Ruf., Greg.
Pent.; Sacramentum Gelasianum, 3,91): «Electos suos in sinu Abrahae collocare
dignetur» (S. Jerónimo, Epistola, 23,3), que corresponde a esta otra: Te
rogamos, Señor, que, «culpis omnibus expiati, in sinum misericordiae tuae laeti
suscipi mereamur» (Postcom. de la misa de S. Camilo de Lelis, 18 julio).
V. t.: RETRIBUCIÓN; LIMBO; CIELO III.
BIBL.: E. MANGENOT, Le sein d'Abraham, en DTC 1,111-116; M. MIESE, lm Schosse Abrahams, «Orientalische Literaturzeitung»SENSACIÓN 134 (1931) 1018-1021; W. STAERK, Abraham Schoss, en Reallexikon für Antike und Christentum, I, Stuttgart 1950, 27-28; G. LEFEBVRE, Recueil des inscriptions grecques-chrétiennes de 1'Égypte, El Cairo 1907, XXX; H. L. STRACK, C. BILLERBECK, Kommentar zum neuen Testament aus Talmud und Midrash, II, Munich 1924, 225-228. Véanse además los Diccionarios de LEwlS-SHORT, A Latin Dictionnary; LIDDELL-SCOTT, Greek-English Lexicon; Du CANGE, Glossarium mediae et intimae latinitatís, bajo la palabra Limbus; H. STEPHANUS, Thesaurus grece linguae.
LUIS ARNALDICH.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991