REDENTORISTAS (Congregación del Santísimo Redentor)2


3. Hagiografía. Cuatro r. ya en los altares, y otros diecisiete en vías de alcanzarlos, en el corto espacio de dos siglos, son una prueba de que la CSSR ofrece a sus miembros un ambiente propicio para la santidad. Ha habido santos y con la santidad característica del Instituto. «El fin del Instituto, escribe su Fundador al principio de la Regla presentada a la aprobación del Papa, es seguir el ejemplo de Cristo, predicando a los pobres la palabra de Dios, según él mismo dijo de sí: evangelizare pauperibus misit me. Me ha enviado a anunciar a los pobres la buena nueva». La dedicación a los pobres, con un sentido eminentemente pastoral, por misioneros, ha marcado una impronta propia a los santos r. De los cuatro canonizados, S. Alfonso es el doctor celosísimo; S. Clemente, el precursor de la Acción Católica en Austria; elB. Neumann, el apóstol de los emigrantes, y S. Gerardo, el coadjutor que se santifica en las tareas más Sta. María de Ligorio (v.). Es el fundador. Damos aquí las fechas que responden a los momentos principales de su vida remitiendo al lector a su artículo, donde se estudia más detenidamente. N. en Nápoles el 27 sept. 1696. Se ordena de sacerdote en 1726. Seis años después funda la Congregación del Smo. Redentor. Siguen largos años de misionero, escritor y rector de su Congregación. En 1726 es promovido a la sede de Santa Agueda de los Godos. Doce años después el Papa acepta la renuncia, volviendo a la vida religiosa. Muere el 1 ag. 1787. Fue canonizado por Gregorio XVI el 26 mayo 1839, declarado doctor de la Iglesia por Pío IX en 1879 y nombrado patrono de moralistas y confesores en 1956 por Pío XII. Se celebra su fiesta el 1 de agosto.
      S. Clemente M. Hofbauer. Vivió tiempos difíciles. Su misión fue sembrar; otros recogerían. N. en 1751, en la villa morava de Tassvitz, del imperio austriaco. Niñez y juventud azarosas, como toda su vida. Huérfano de padre, primero fue panadero; luego, se hizo ermitaño. Es una vocación tardía, que la Iglesia debe a una señora que sufragó sus estudios. El ambiente de la Universidad de Viena, infestado de josefinismo (v.), no iba con su fe sencilla y robusta. Se refugió en Roma. Allí conoció a los r. Ordenado sacerdote a los 35 años, se ofreció para extender la Congregación al otro lado de los Alpes. Llega hasta Varsovia, y vive durante veinte años una misión continua. Abre casas de su Instituto a las puertas de Rusia, pero la revolución le obliga a cerrarlas. Se refugia en Viena, como capellán de las ursulinas. Al revés de lo ocurrido hasta entonces, aquí su apostolado es silencioso. Confesonario, dirección espiritual, prensa, obras sociales, círculos de estudios. Lo mejor de la juventud vienesa se forma calladamente a su lado. De allí saldrán hombres ilustres en las letras y en la política y los que difundirán su Instituto por Inglaterra, Francia, América del Norte, etc. Pero esto no lo verá él. Al saber su muerte, en 1820, dijo Pío VII: «La religión ha perdido en Austria su más firme apoyo. Clemente era un hombre verdaderamente apostólico». Fue canonizado por Pío X el 20 mayo 1909. Su fiesta se celebra el 15 de marzo.
      S. Juan Nepomuceno Neumann. Es el primer santo de la iglesia norteamericana. Aunque nacido en Bohemia, en 1811, los norteamericanos lo consideran suyo. Durante su formación en el seminario de Budweis (Bohemia) se dedicó con preferencia, por propia iniciativa, al estudio de las lenguas vivas: francés, inglés, español, italiano, tan útiles para su apostolado entre los emigrantes. Se ordena sacerdote en 1836 en Nueva York, adonde había llegado unos meses antes, dándose de lleno a los emigrantes. En 1840 se hace redentorista. Contra su voluntad es promovido obispo de Filadelfia. Sin dotes exteriores, pero hombre de Dios, obispos y sacerdotes buscan su consejo. Abrir escuelas y levantar iglesias -construyó la catedral y 89 iglesias parroquiales- son los dos pilares de su acción pastoral. Sencillo como un niño, vive pobremente y se agota trabajando por los emigrantes, hasta que la muerte le sorprende en la calle, de donde le recogen los transeúntes sin saber que es su obispo. Era el 11 en. 1861. Lo beatificó Paulo VI el 13 oct. 1963. Su fiesta se celebra el 7 de enero.
      S. Gerardo M. Mayela. Ninguno de los santos r. ha conseguido la popularidad del menor de todos en la escala de valores humanos. En algunas naciones de Centroeuropa y América es tan popular como en España S. Antonio de Padua. Su poder taumaturgo parece de leyenda. Sin embargo, su más reciente historiador, P. Dionisio de Felipe, responde de su historicidad. N. en 1726 en el pueblecito italiano de Muro y m. en 1755. En esos cortos años corre una existencia sembrada de milagros en las tareas más humildes. Huérfano, criado de un obispo, aprendiz de sastre, religioso coadjutor. S. Alfonso mismo hablaba ya de la santidad del humilde religioso. Pío X lo elevó a los altares el 11 dic. 1904. Su fiesta se celebra el 16 de octubre.
      b. En vías de beatificación. Se encuentran en Roma las causas de 17 r., sin entrar en este número las de los caídos en la guerra civil española.
      José M. Sarnelli: N. en Nápoles en 1702, hijo de los barones de Ciorani. Sacerdote a los 30 años. Trabajó incansable por liberar a Nápoles de casas de vicio, que pululaban por todas partes. Su celo le valió el nombre de «apóstol de Nápoles». M. en 1741. En 1906 se declaró la heroicidad de sus virtudes.
      César Sportelli: N. en Italia en 1702. Abogado, procurador del marqués del Vasto. En 1733 ingresó en los r. El cronista P. Landi lo presenta como uno de los mejores misioneros. M. en 1750.
      Domingo Blasucci. Italiano, n. en 1732. Por su inocencia y juventud es tenido por el S. Luis Gonzaga (v.) de los r. Murió a los veinte años.
      Pablo Cáfaro: N. en 1707 y m. en 1753. Italiano. Muy estimado de S. Alfonso, que lo escogió como director espiritual suyo. Hombre austero, misionero al estilo del B. Diego de Cádiz (v.). Su causa, como la de los dos anteriores, se retrasó al pasar a la Sección histórica de la antigua S. Congregación de Ritos.
      Vito Miguel Di Netta: N. en Italia en 1788. Celoso misionero, llamado «el apóstol de Calabria», con carismas especiales para el apostolado. M. en 1849. En 1933 salió el decreto de heroicidad de sus virtudes. Su causa es de las más adelantadas.
      José M. Passerat: Francés, n. en 1772. Hombre de gobierno y oración. Sucedió a S. Clemente en el cargo de vicario general de la Congregación fuera de Italia. S. Clemente lo llamaba la madre de la Congregación. M. en 1858. Por su intercesión se han obrado ya los dos milagros que se requieren al menos para concluir las causas de beatificación.
      Pedro Donders: N. en 1809 en Holanda. Ordenado sacerdote, se ofreció para la misión de Surinam y en la leprosería de Batavia desplegó su celo. Allí murió en 1858. Se espera para pronto su beatificación.
      Manuel Ribera: Italiano, n. en 1811. Pilares de su pastoral fueron la dirección de las almas y la difusión de los buenos libros. M. en 1874. Se introdujo su causa en 1915.
      Juan Bautista Sioeger: N. en Austria en 1810. Se santificó como hortelano del convento de Eggemburg, durante cuarenta años. M. en 1883. En 1915 se introdujo su causa y en 1919 salió el decreto de «non cultu» (v. BEATIFICACIÓN). En la misma situación que la del hermano Stoeger está la causa del canadiense Alfredo Pampalón, joven que sobresalió en la heroica virtud de la castidad y que murió cantando el Magnificat. N. en 1867 y m. en 1896.
      Casi de nuestros días son Gaspar Stanggassinger, alemán (1899); José M. Leone, italiano, m. en 1902; Víctor Loiodice, n. en Italia, misionero de España y América, m. en 1916; Antonio M. Losito, italiano, m. en 1917, y el austriaco Guillermo Janauschek, m. en 1926.
      Representan a España en el cortejo de aspirantes al honor de los altares cinco sacerdotes y un hermano coadjutor, martirizados en Cuenca en 1936. Sus nombres:Miguel Goñi, Julián Pozo, Ciriaco Olarte, Crescencio Ortiz, Javier Gorosterratzu y Victoriano Calvo. Terminado el proceso diocesano en 1965, su causa está en Roma.
     
     

BIBL.: R. TELLERIA, S. Alfonso M. de Ligorio, fundador, obispo y doctor, Madrid 1950; A. M. TANNOIA, Della vita ed istituto del Ven. Servo di Dio Alfonso M. de Liguori, Nápoles 1798-1802; A. BERTHE, Saint Alphonse de Liguori, París 1900; J. HOFER, Der Heilige Clemens Hofbauer, Friburgo 1921; T. RAMOS, Vida de S. Clemente M. Hofbauer, Madrid 1909; D. DE FELIPE, S. Gerardo Mayela, Madrid 1954; A. TANNOIA, Vita del servo di Dio Fratello Gerardo Maiella, Nápoles 1853; R. TELLERÍA, Un santo popular, Madrid 1931; J. BERGER, Leben und Wirken des hocheseligen Johannes Nep. Neumann, Nueva York 1883; N. FERRANTE, 11 B. Giovanni Nep. Neumann, Roma 1963; E. GARCÍA, El Ven. Juan Nep. Neumann, cuarto obispo de Filadelfia, México 1956; UN PADRE REDENTORISTA, Venerables de la Congregación del Smo. Redentor, Montevideo 1922; Analecta Congregat. SS. Redemptoris, Roma 1947, 232 ss.; Catalogus Congr. SS. Redemptoris, Roma 1948; D. DE FELIPE, Nuevos Redentores, Madrid 1962.

 

R. GARCIA CASTRO.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991