RAFAEL ARCÁNGEL, SAN
Es el nombre propio de uno de los siete ángeles (v.) que están ante la presencia
de Dios (Tob 12,15; Apc 21,9; 22,8). En hebreo Réja-el significa «Dios ha
curado» o «medicina de Dios» (Hen 20,8). En la S. E. el ángel R. aparece en el
libro de Tobías (v.); también lo mencionan abundantemente los apócrifos bíblicos
(v.), que lo llaman arcángel.
Rafael en la tradición bíblica. En la historia de Tobías el oficio de R.
aparece con toda su magnitud y sencillez. Da su nombre: «Yo soy el Ángel Rafael,
uno de los siete que asistimos delante del Señor» (Tob 12,15; cfr. Apc 1,4; 5,6;
Le 1,11; 9,8; Apc 4,5; Act 10,3). Manifiesta que su presencia en casa de Tobías
ha sido por voluntad del Señor (Tob 12,18). Declara su naturaleza espiritual:
«parecía a la verdad que yo comía y bebía con vosotros, pero yo me sustento con
un manjar invisible y una bebida que no puede ser vista de los hombres» (Tob
12,19; cfr. Mt 4,11; lo 4,13; 6,31; Sap 16,20). Indica su oficio propio: «El
Señor me envió a curarte a ti, y a liberar del demonio a Sara, esposa de tu
hijo» (Tob 6,14). Se aparece a Tobías cuando éste debe viajar hasta Regues de
Media y no tenía quien le acompañase ni conocía el camino: «Fuese en busca de
uno, y se encontró con Rafael, que era un ángel», que le manifiesta ser «Azarías,
hijo de Ananías, grande entre tus hermanos» (Tob 5,12). Azarías significa «Dios
socorre», y así es en efecto, R. acude en ayuda de Tobías; Ananías significa
«Dios da gracia». Tobías baja a bañarse al río Tigris y sale un enorme pez a
devorarlo (Tob 6,2), interviene R. y lo salva; entonces le ordena atrapar al
pez, que luego comen, indicándole que le extraiga el corazón, el hígado y la
hiel para utilizarlos como medicina. Le elige a Sara, mujer bella y discreta,
por esposa, siendo única heredera (Tob 6,9 ss.). Un demonio llamado Asmodeo
impedía que Sara consumase su matrimonio matando a los maridos la noche de
bodas. R. aconseja a Ragüel que no niegue la mano de su hija a Tobías (Ragüel
temía que el demonio lo matase como había matado a los siete maridos), pues
«Saya ha sido elegida por Dios para esposa de Tobías» (Tob 7,12 ss.). Sobre la
palabra del ángel, Tobías tomó el hígado y el corazón del pez y lo puso sobre
las brasas de los perfumes la noche de bodas, venciendo así al demonio (Tob
8,2). La hiel sirvió para untar los ojos de quien tuviera cataratas, cosa que de
regreso al hogar hace Tobías, curando así la ceguera de su padre (Tob 11,13; cfr.
Mt 20,34; lo 9,5 ss.).
En los apócrifos bíblicos. El libro de Henoc (Hen) nombra a R. en segundo
término después de Uriel, indicando su función específica: es el que guarda las
almas de los hombres (Hen 20,1 ss.). En el cap. 40 figura junto a Miguel (v.),
Gabriel (v.) y Fanuel, que son los cuatro ángeles (v.) que están a los cuatro
lados del Señor (Ez 1,5 SS.; Apc 7,1 s.; 4,6 ss.; 9,15; Zach 6,1 ss.; cfr. Gen
33,30) y en segundo término después de Miguel, donde también se indican sus
oficios: «El segundo, Rafael, nombrado para todas las enfermedades y heridas de
todos los hijos de los hombres» (Hen 40,8 s.; lo 5,2 ss.; Tob 12, 14 ss.). Está
nuevamente con Miguel, Gabriel y Uriel e intercede por los hombres ante el trono
de Dios antes del diluvio (Hen 9). Dios escucha la súplica de los ángeles y
envía a R. que encadene al demonio Azazek de pies y manos por haber corrompido
la tierra con su ciencia y haber enseñado a los hombres toda clase de revolución
y desorden (Hen 9; cfr. Tob 6,8). Señala a Henoc el árbol de la ciencia del bien
y del mal del que comieron los primeros padres (Hen 32). Los mismos ángeles son
nuevamente señalados con referencias al demonio corruptor Azazel (Hen 53,6).
«Después Miguel, Gabriel, Rafael y Fanuel los cogerán en ese gran día y los
arrojarán en el horno ardiente para que el Señor de los Espíritus les castigue
por su iniquidad, porque se han hecho los servidores de Satán y han arrastrado
al pecado a los que habitan la tierra y las extremidades del cielo» (cfr. Apc.
20,1 ss.; 20,10; lob 1,6 ss.; 1 Cor 6,3; Mt 25,41; 2 Pet 4 ss.; Ids 6; Apc 9,11;
9,15; 12,7; 12,9).
En el apócrifo Evangelio de Bartolomé, el autor hace hablar a Satán en
estos términos: «Yo fui llamado el primer ángel, porque cuando Dios hizo el
cielo y la tierra, tomó un puñado de fuego y me formó a mí primero; el segundo a
Miguel; el tercero a Gabriel; el cuarto a Rafael; el quinto a Uriel; el sexto a
Xatanael ¿Saraquiel?) y otros 6.000 ángeles más... Los dos ángeles vengadores
son los que están ante la faz del trono de Dios; ellos fueron creados los
primeros» (Bart 4,28 ss.).
En la tradición y en la liturgia. La tradición identificaa R. con el ángel
que el Señor enviaba periódicamente a remover las aguas de la piscina de Betseda
(casa de la misericordia; cfr. lo 5,2 ss.; en el himno litúrgico del arcángel R.
se canta una fórmula que fue extraída de la tradición y que se refiere a este
mismo hecho).
La invocación a R. se encuentra en algunos Padres de la Iglesia: S.
Ambrosio (De fide 111,20: PL 16,618), S. Beda (cfr. DACL 1,2087), etc. En la
iglesia copta, donde la angeología alcanzó un gran desarrollo, R. fue honrado
desde la antigüedad.
En Occidente se encuentran diversos testimonios del culto tributado a los
tres ángeles, Miguel, Gabriel y R., sobre todo en inscripciones funerarias, ya
que se consideraba que Dios encomendaba a los ángeles la custodia de las tumbas
de los fieles. En Venecia existe una iglesia dedicada a S. Rafael que data del
s. vii. El nombre de R. se encuentra también en las letanías (v.) de los santos
y en las preces del Itinerarium clericorum. Las primeras celebraciones
litúrgicas en honor de S. R. comienzan a aparecer en los Sacramentarios y
Martirologios del s. x-xl; a partir de esa época, se celebra la fiesta de S.
Rafael con fechas muy variadas (Venecia, 22 abril; España, 7 mayo; Francia 7 ó
15 julio; etc.). A partir del s. xv, su fiesta entra en muchos Propios
diocesanos y en el apéndice pro aliquibús locis del Misal Romano. Benedicto XV
la extendió a toda la Iglesia el 26 oct. 1921 (AAS 13, 1929, 543-44), fijando la
fiesta el 24 de octubre. Después de la reforma litúrgica de 1969, se celebra el
29 de septiembre, junto con S. Miguel y S. Gabriel.
R. («medicina de Dios») es invocado en las enfermedades del alma y del
cuerpo. Es el patrono de los farmacéuticos. Por haber sido guía de Tobías, es
patrono en los viajes por tierra y mar. Ha sido también considerado protector de
los jóvenes que dejan por primera vez su casa. Es patrono de la ciudad de
Córdoba, donde se venera, entre otras imágenes del arcángel, una estatua dorada
sobre una columna, obra del escultor francés IVI. Verdiguier (a. 1765).
El arcángel menos representado. En las más antiguas representaciones
iconográficas aparece -siempre con el nombre debajo- junto con S. Miguel y S.
Gabriel. Aparece en algunas vidrieras antiguas, en un sarcófago de Poitiers (cfr.
DACL I, fig. 614), en un fragmento calcáreo encontrado cerca de Géminy (ib. fig.
615), etcétera. Del s. xi es el antependium de oro de la catedral de Basilea y
la «Pala d'oro» de S. Marcos de Venecia.
En los siglos posteriores, R. aparece con más frecuencia separado de los
otros arcángeles, bien representado junto a Tobías, bien como genérico protector
de viaje. Suele ser representado como peregrino, con bordón, calabaza y alforja;
tiene por atributos el pez y el vaso con la medicina. Posteriormente se le
representa con figura de ángel custodio. Entre las más famosas representaciones
de R. destacan las de Ghirlandario (Uffici, Florencia), Rembrandt (Louvre),
Murillo (Catedral de Sevilla), etc.
V. t.: ÁNGELES II-III; GABRIEL ARCÁNGEL, SAN; MIGUEL ARCÁNGEL, SAN.
BIBL.: M. SCHWAB, Vocabulaire de 1'angeologie, París 1897; L. FILLION, Raphael, en DB V,975; BONSIRVEN, DANIEL-ROPS, Biblia Apócrifa, Barcelona 1964; L. BLAU, Raphael, en The Iewish Encyclopedia, Nueva York-Londres 1901-06, 317 ss.; 1. ASENSIO, El Espíritu de Dios en los Apócrifos judíos precristianos, «Estudios Bíblicos» 6 (1947) A. DE SANTOS, Los Evangelios Apócrifos, Madrid 1948; M. G. MARA, Raffaele, arcangelo, santo, en Bibl. Sanct. 10,1357-68; H. LECLERCQ, Anges, en DACL 1,2,2080 ss.; v. t. la ÁNGELES II.
C. M. FERNÁNDEZ MOLINA.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991