NESTORIO Y NESTORIANISMO II. LAS COMUNIDADES NESTORIANAS 1.
1. Historia. De todas las comunidades cristianas contemporáneas, que en el curso
de la historia se han separado de Roma y de la unidad de la Iglesia católica, la
más antigua es la de los nestorianos. Sus miembros no consideran exacta la
denominación de nestorianos, ya que, según ellos, su doctrina procede
directamente de los Apóstoles y la habían sostenido aun antes de N.; por tanto,
es N. el que les habría seguido a ellos y no ellos a N. (así lo declaraba ya el
más eminente de los teólogos nestorianos, Ebedjesu, en su obra Libro de las
perlas, IV; cfr. Assemani, Bibl. Orientalis, III,I, Roma 1728, 335). Lo cierto
es que la doctrina errónea de que la Segunda Persona de la divinidad vino a
morar en el hombre Cristo como en un templo y que, por tanto, no se puede
considerar a María como Madre de Dios, si bien había sido sostenida por otros
antes que por N., fue éste quien hizo que se convirtiera en una controversia de
ámbito universal y provocó la intervención del Magisterio infalible de la
Iglesia condenándola como herética (v. I). El Conc. de Éfeso condenó la doctrina
errónea de N. y éste fue depuesto y desterrado. Pero esto no significó el final
de los secuaces de tal doctrina. Aunque al principio disminuyó su número, con el
tiempo se mantuvieron fieles a ella hasta 15 obispos. La escuela catequética de
Edesa -Siria del Nordeste, perteneciente al Imperio romano-, en la que se formó
en su mayor parte el clero persa, fue a partir del a. 435 el centro de la
herejía nestoriana. En el 498, Zenón, Emperador romano de Oriente, mandó cerrar
esta escuela. Con anterioridad, secuaces de la doctrina nestoriana habían
emigrado de Edesa a Persia y habían sido benévolamente acogidos por el obispo
persa Maris de Hardashar; Barsumas, el más destacado de ellos, fue hecho obispo
el 435 en la ciudad persa de Nísibe y dirigió la comunidad nestoriana persa. Los
escritos de Diodoro de Tarso y de Teodoro de Mopsuestia fueron traducidos a la
lengua litúrgica persa, el sirio oriental. El rey persa Peroz (437-484), por
oposición política al Imperio bizantino, favoreció a los nestorianos sirios
emigrados. Tras el cierre anteriormente citado de la escuela de Edesa en el 489,
el maestro nestoriano Narsés, emigrado de Edesa, la fundó de nuevo en Nísibe.
Pronto la cabeza de la antigua Iglesia de Persia, el obispo de Seleucia-Ctesifonte,
se declaró independiente de la Iglesia siria, esto es, de la Iglesia del
Imperio, y ya no quiso recibir la consagración, como sus predecesores, del
patriarca de Antioquía. Sus sucesores, para signo externo de su independencia,
se aplicaron el título de katholikós con el significado de un título patriarcal
propio. En un sínodo de Seleucia-Ctesifonte del año 486 el n. fue adoptado como
doctrina oficial de la Iglesia cristiana en Persia. Esto sucedía al mismo tiempo
que en Siria prendía la herejía opuesta, el monofisismo (v.), apoyado por los
Emperadores de la época. Desde entonces, las innovaciones introducidas en la
Iglesia persa se extendieron también a las cuestiones disciplinares; hasta el
año 544 estuvo permitido el matrimonio incluso a los monjes y a los obispos.
KONRAD ALGERMISSEN.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991