LOVAINA, ESCUELA DE
Escuela filosófico-teológica de tendencia neotomista, iniciada en la Universidad
de Lovaina por el cardenal Mercier (v.).
1. Universidad de Lovaina. Fue erigida por una Bula de Martín V en 1425.
Pronto llegó a ser el principal centro del Renacimiento literario en Europa
occidental. Su esplendor humanístico se desarrolló alrededor de 1500, cuando
Erasmo (v.), el futuro papa Adriano VI, Luis Vives (v.), etc., pusieron en ella
su residencia. La invención de la imprenta fue otro factor decisivo: en L. se
realizaron grandes ediciones de S. Tomás y de S. Agustín, así como la Biblia
Regia (v. BIBLIA VI, 8), impresa en cinco lenguas, en la que colaboró Arias
Montano (v.).
En 1546 Carlos V fundó dos cátedras de Teología que jugaron un importante
papel en las medidas que adoptó el Conc. de Trento; fueron los teólogos de L.
los primeros en preparar un Index de libros prohibidos, y una profesión de fe
contra los protestantes; los «artículos de Lovaina», sirvieron de base a los
primeros estudios dogmáticos de Trento.
Durante el s. XVI florecen otras ramas del saber; entre los que enseñaron
en L. se pueden destacar: Mercator (v.), cuya proyección cartográfica marcó un
nuevo rumbo en la geografía; Vesalio (v.), considerado el fundador de la
anatomía; el astrónomo R. Gemma; y ya a finales del xvi J. B. Van Helmont,
profesor de cirugía que descubrió el jugo gástrico.
Durante la celebración del Conc. de Trento, M. Bayo (v.), profesor de S.
E. en L., comenzó a enseñar doctrinas sobre la gracia y el libre arbitrio, que
merecieron la censura de otras universidades, y la condena por parte de S. Pío V
de 79 proposiciones. A pesar de esta condena, las ideas de Bayo sobrevivieron en
la facultad de Teología de L., merced al Augustinus de Jansenio (v.); L. no dejó
de acoger con simpatía las doctrinas jansenistas; después de todas las condenas,
P. Quesnel, el último jansenista, encontró refugio en L. También Nicolás
Hontheim, llamado Febronio (v.), que defendió un cierto galicanismo (v.) de
tendencia alemana, se había formado en L.
Entre los actuales profesores de Teología de L., se pueden citar: J.
Coppens (Histoire critique des Livres de I'Ancien Testament, 1942; Sacerdote et
célibat, en colaboración); G. Philips (v.) (Pour un christianisme adulte, 1962;
L'Eglise et son Mystére, 1967); G. Thi1s (v.) (Nature et spiritualité du clergé
diocésain, 1946; Histoire doctrinale du mouvement oecuménique, 1963; L'Église et
les Églises, 1967). También puede citarse al canonista W. Onclin, y al moralista
O. Lottin (v.).
2. Escuela filosófica de Lovaina. Para llevar a cabo la renovación
filosófico-teológica marcada por la encíclica Aeterni Patris, León XIII (v.)
pidió al card. Dechamps que se crease en L. una escuela que siguiera las huellas
de S. Tomás de Aquino (v.). Se hizo cargo de esta enseñanza D. J. Mercier (v.)
que en el año académico 1882-83 inauguró el curso dé «alta filosofía de S.
Tomás»; Mercier organizó además coloquios, reuniones, seminarios, etc., con
objeto de formar colaboradores, a fin de crear un Instituto Superior de
Filosofía que fue definitivamente constituido en 1894. El mismo año se fundó la
Revue Néo-scolastique de philosophie, que después pasó a ser la Revue
philosophique de Louvain.
El propósito de Mercier era hacer una filosofía que pudiera servir «pour
les hommes de notre temas»; de aquí arranca el esfuerzo para revalorizar la
filosofía escolástica teniendo presentes los cambios culturales y científicos de
Ios últimos siglos (v. NEOESCOLÁSTICOS). Su intento era realizar una amplia
labor de formación que, extendiéndose al mayor número posible de personas, les
proporcionara una amplia base en que apoyar su fe; para ello- consideró que lo
importante era buscar la verdad por sí misma, sin preocupaciones inmediatamente
apologéticas, y sin temor a las consecuencias de esta verdad, puesto que nunca
podrían resultar contrarias a la fe si se había trabajado en las debidas
condiciones (v. RAZÓN II; REVELACIÓN IV).
La posición epistemológica de Mercier, fue la de reelaborar la teoría del
conocimiento (v.) de S. Tomás, teniendo en cuenta las teorías aportadas desde
Descartes. Su discípulo, L. Noél (1878-1955) siguió la misma línea, y en Notes
d'épistémologie thomiste (1925) trató de conciliar el método cartesiano con el
tomista. Esta postura influyó en J. Maréchal (v.) y los autores que dependen de
él -J. B. Lotz, K. Rahner (v.), etc-, cuyo intento es poner de acuerdo la
filosofía de Kant (v.), e incluso Heidegger (v.), con el realismo tradicional
tomista; este «realismo crítico» les hace caer, de hecho, en una postura de
inmanencia (v.).
La línea metafísica de L. está representada principalmente por N.
Balthasar y L. De Raeymaeker. Balthasar (1882-1959), que ocupó durante casi 40
años la cátedra de Metafísica, es uno de los pensadores más originales de la E.
de L.; en su método dio particular relieve a la interioridad del trascendental:
la autoconciencia ocupa un primer lugar en el conocimiento metafísico; otra
coordenada de su pensamiento es el analogismo creacionista. Sus obras
principales son La méthode en métaphysique (1943) y Mon moi dans 1'étre (1946).
L. De Raeymaeker (18951970) sucedió a Noél en la dirección del Instituto. Su
metafísica se basa en el concepto de participación; en sus obras Introduction á
la philosophie y La philosophie de l'étre (1946) estudia cómo la Filosofía (v.)
no es una ciencia abstracta y apriorística, sino que debe partir de la
experiencia concreta, de ahí la plena actualidad que conserva la síntesis
tomista.
M. De Wulf (1867-1947) ocupó la cátedra de Filosofía medieval de 1894 a
1939; su influencia fue decisiva en el desarrollo del pensamiento de L.; en sus
obras Histoire de la philosophie médiévale (1900), Introduction á la philosophie
néo-scolastique (1904), etc., sostiene que no se debe hablar de filósofos
cristianos más que en un sentido puramente material, ya que el influjo de la
Revelación en la Filosofía sólo puede ser material y negativo. Continuador de De
Wulf es F. Van Steenberghen (n. en 1904) en sus escritos históricos: Siger de
Brabant d'aprés ses oeuvres inédites (1931), Histoire de la philosophie. Période
chrétienne (1964); además ha escrito una Epistémologie (1945) y una Ontologie
(1945), en las que sostiene que el objeto de la Epistemología o Gnoseología (v.)
es el estudio de la naturaleza del conocimiento, y debe preceder a la
construcción de la Metafísica (v.).
Entre los sociólogos encontramos a S. Desploige (18681927) que fue el
sucesor de Mercier en la dirección del Instituto; ocupó la cátedra de Derecho, y
su principal obra es Le conflit de la morale et la sociologie (1911). Más
reciente es el sociólogo y moralista l. Leclerq (18911971) que formula un
Derecho natural que intenta ser de inspiración tomista, tomando como punto de
partida la naturaleza social del hombre; entre sus escritos caben destacar
Lepons de droit naturel (1927-37), Les grandes lignes de la philosophie morale
(1947), Introduction á la sociologie (1948), L'enseignement de la morale
chrétienne (1949); algunos se han traducido al castellano, p. ej., el t. III de
las Leeons ha aparecido bajo el título La familia (Barcelona 1964).
Otros representantes de la E. de L. son: D. Nys (La notion de temps, 1913;
La notion d'espace, 1922); A. Michotte (La perception de la causalité, 1946); A.
De Waelens (La philosophie de M. Heidegger, 1945); A. Dondeyne (Foi chrétienne
et pensée contemporaine, 1952). El pensamiento de la E. de L. ha influido en
diversos ambientes. Con distintos matices, se puede decir que presentan cierta
relación con él: G. Canella, A. Gemelli (v.) y G. Zamboni en Italia; l.
Zaragüeta (v.) en España.
En resumen, la escuela filosófica y teológica de Lovaina tiene innegables
méritos históricos, ya que ha sido un centro irradiador del tomismo y de valores
cristianos. Sin embargo, el influjo ejercido en ella por las teorías kantianas,
que le ha llevado a poner la autoconciencia como fundamento de la crítica y de
la metafísica, ha mermado sensiblemente su eficacia como centro realizador de un
pensamiento cristiano. Ha centrado tal vez excesivamente su atención en los
problemas de crítica y teoría del conocimiento, en detrimento del interés por la
más rica problemática filosófica actual. Por otra parte la interpretación del
tomismo que propugna ha sido criticada por diversos sectores, que la consideran
poco fiel al auténtico espíritu y filosofía de Santo Tomás.
V. t.: NEOESCOLÁSTICOS; TOMISMO.
BIBL.: S. D'IRSAY, Histoire des Universités, París 1933-35; A. LIvi, II Cristianesimo della Filosofia, L'Aquila 1969; L. DE RAEYMAEKER, Le card. Mercier et 1'Institut sup. de Philosophie de Louvain, Lovaina 1952; C. A. GRAIFF, Lovanio, scuola di, en Ene. Fil. IV,110-111; E. GILSON, Autoritratto di un filosofo cristiano, «Studi Cattolicin n° 125 (1971) 483-487.
ENRIQUE COLOM.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991