JUAN DE LA CRUZ, SAN, I. BIOGRAFIA
Religioso y escritor místico español del Siglo de Oro. Su padre, Gonzalo de
Yepes, mercader toledano, casó en Fontiveros con Catalina Álvarez, pobre
huérfana que trabajaba en un telar. Ello supuso la extrañación de la familia
paterna, y siguió una vida precaria, trabajosa. Nació el primer hijo, Francisco,
en 1530. El segundo, Luis, poco después. El tercero, tardío, Juan, en 1542. El
padre enfermó poco después y moría tras dos años de dolencia. La joven viuda,
con tres niños y malquista de los parientes del difunto, acudió a uno de éstos,
el Arcediano de Torrijos, que se desentendió. Recurrió a otro, médico en Gálvez;
éste recogió al mayor, no más de un año. Catalina, de nuevo con los tres,
decidió abandonar Fontiveros y buscar trabajo en Arévalo, donde estuvo tres
años, hasta 1551, en que se trasladaron a Medina en busca de nuevas
posibilidades. En Arévalo había muerto Luis y casado Francisco con Ana
Izquierdo, tan pobre como ellos, que se agregó a la familia. Juan, de nueve
años, quería ayudar también y probó varios oficios, «carpintero, sastre,
entallador y pintor... A ninguno de ellos asentó ni pudo aprenderle, dice su
hermano, aunque él deseaba aplicarse a ganar de comer. Visto esto por su madre
procuró de ponerle en el colegio de los niños de la Doctrina, donde aprendió en
pocos días a leer y escribir» (Bibl. Nac. Ms. 12.738, f. 611). Él ayudaba a las
misas «casi toda la mañana en el convento de la Magdalena de monjas agustinas»,
captó su benevolencia y el interés del administrador del Hospital de la
Concepción, D. Alonso Alvarez de Toledo, que decidió patrocinarlo y lo vinculó
al servicio de su hospital, y «así le dieron licencia para que fuese a oír
liciones de Gramática en el Colegio de la Compañía de Jesús» (1. c. f. 613).
Entre sus maestros destacó Juan Bonifacio, que en 1557 comenzó a dar la 3,1
clase de Gramática y en 1561 la de Retórica. J. cursó probablemente los años
1557 a 1561. Decían de él que «tenía el juicio de un viejo». Las Humanidades
centraron su afición. Pero sobrepasó las fuentes aprendidas y creó un estilo
original, irisado de Biblia. Su mecenas lo invitó a hacer la carrera
eclesiástica, para nombrarlo luego capellán del hospital. Parece que luego
estudió dos años de Artes o Filosofía, quizá en el Carmen, donde se daban clases
(Crisógono, o. c. en bibl. 3). Pero desdeñando la capellanía, en 1563 pedía el
hábito del Carmen allí mismo e iniciaba su noviciado. Se llamó entonces fray
Juan de Santo Matía, y profesó en el verano de 1564. Este mismo año fue enviado
a la Univ. de Salamanca y se matriculó en Artes, renovándola los dos años
siguientes. En 1567 su matrícula era de «presbítero teólogo», aunque esto no
impide que los años anteriores hubiese cursado Teología en el Carmen, mientras
seguía Artes en la Universidad. La Teología era según las Sentencias de Pedro
Lombardo.
En 1567 acababa de ordenarse sacerdote, a sus 25 años, y fue la ocasión de
coincidir en Medina con S. Teresa (v.). Aunque él llevaba el propósito de
retirarse a la Cartuja de El Paular (Segovia), ella lo persuadió que si era para
mejorarse sería más ventajoso hacerlo en servicio de la Virgen dentro de su
Orden. Accedió, con tal que no lo demorase. Regresó a Salamanca a llenar su
matrícula, y en 1568, inauguró la reforma de los descalzos teresianos en Duruelo
(Ávila) el 28 de noviembre, con el nombre de -J. de la C., y se trasladó a
Mancera en 1570. Fue el primer Maestro de Novicios, y en 1571 el primer Rector
de estudiantes descalzos de Alcalá. En 1572 fue invocado por S. Teresa para
vicario y confesor de las monjas de la Encarnación (Ávila) donde a la sazón era
priora, y lo fue hasta el 3 dic. 1577. Por conflictos surgidos entre los
carmelitas descalzos y calzados (v. CARMELITAS 1, 5), esa noche fue raptado y
conducido sigilosamente a la cárcel del convento de Toledo, donde sufrió tanto
rigor y penuria, que dándose por muerto después de ocho meses, decidió fugarse,
descolgándose de noche por la ventana con una soguilla que había labrado
deshilachando a escondidas una mantilla de su uso. Era la noche del 17 ag. 1578,
de madrugada acudió a las descalzas, y desde allí le condujeron los amigos a
Andalucía en las soledades del Calvario (Jaén). En la cárcel había pergeñado su
Cántico espiritual. Sus estrofas fascinantes eran tema de pláticas a las
descalzas, en particular las de Beas, cuya priora, Ana de Jesús, fue alumna
preclara. Allí comenzó la Subida del monte Carmelo, comentando un «dibujo del
Monte», que daba en mano a sus dirigidos.
En 1579 inauguró el colegio de los Descalzos de Baeza y fue primer rector.
En 1582, después de intentar llevarse a Granada a S. Teresa, llevó en su lugar a
Ana de Jesús a aquella fundación. Por entonces escribió la Noche oscura y la
primera redacción del Cántico espiritual. También la primera redacción de la
Llama de amor viva, a instancia de Da Ana de Peñalosa. En 1583 acudió al
capítulo de Almodóvar, donde se airearon las líneas de la Descalcez y pronunció
su veredicto, como también el año 1585 en Lisboa sobre las misiones, y fue
nombrado Vicario provincial de Andalucía. Cesaba así del priorato de Granada,
que regentaba desde fin de enero de 1582. Visitó toda Andalucía, Sevilla,
Málaga, Córdoba, Caravaca, Écija y Guadalcázar.
El 15 oct. 1586 instaura la fundación de La Manchuela. El 18 abr. 1587
cesa de Vicario y es nombrado otra vez prior de Granada. En junio de 1588 acude
a Madrid donde el P. Doria implanta la Consulta, de la que es nombrado
Consiliario y prior de Segovia. Allí escribe la segunda redacción del Cántico
espiritual. En el capítulo general de 1590 se muestra contrario a las
innovaciones de Doria y cae en desgracia. Tratan de anularlo. En julio de 1591
es destinado a México; se le conmuta por Andalucía, por causa de su enfermedad.
Se retira a La Peñuela (La Carolina). Allí escribe la segunda redacción de la
Llama de amor viva. El 28 de septiembre va a Úbeda, «a curar de unas
calenturillas». Es su última enfermedad. Unas llagas malignas en el empeine del
pie lo acaban. Y la desolación total. Anuncia el punto exacto de su tránsito «a
cantar maitines al cielo», sonando las doce y comenzar el día 14 dic. 1591, a
sus 49 años de edad, y día de sábado. En mayo de 1593 su cuerpo fue raptado y
llevado a Segovia. Fue beatificado por Clemente X, el 25 en. 1675, y canonizado
por Benedicto XIII el 27 dic. 1726. Pío XI lo declaró Doctor de la Iglesia el 24
ag. 1926. Se celebra su fiesta el 14 de diciembre (hasta 1969, el 24 de
noviembre).
V. t.: CARMELITAS I.
BIBL.: CRI56GONO DE J. S., Vida de S. J. de la C., 5 ed. Madrid 1964; BRUNO DE J. M., S. Jean de la Croix, 2 ed. Brujas 1961; CRIS6GONO DE JESÚS SACRAMENTADO, S. J. de la C., su obra científica y su obra literaria, 2 vol., Ávila 1929; F. Ruiz SALVADOR, Introducción a S. J. de la C., Madrid 1968; J. V. DE LA EUCARISTfA, V. DE SANTA MARÍA, Giovanni Bella Croce, en Bibl. Sanct., 6,701-732; P. P. OTTONELLO, Bibliografía di S. J. de la C., «Archiv. Bibliograf. Carmel.», 19-10, Roma 1966-67.
EFRÉN J. M. MONTALVA, DE LA MADRE DE DIOS.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991