ESQUIMALES.CREENCIAS RELIGIOSAS.


Los e., adaptándose a un ambiente hostil, con una estructura económica y una cultura material de gran originalidad, se han forjado un peculiar mundo espiritual. Dos unidades sociales presiden su mundo: la familia primaria, limitado grupo de parentesco, aunque autónomo, y el poblado invernal, asociación intermitente e inestable de familias primarias y no necesariamente ligadas por vínculos de parentesco. El poblado puede considerarse como una agrupación política incipiente, en la que las familias integrantes carecen de la constancia de asociación o de la cohesión necesaria para el desarrollo de una jefatura estable. De aquí también la independencia de acción de cada familia, cuya tecnología para la acumulación de alimentos y asentamiento, no requiere alto grado de labor cooperativa.
     
      En la religión de los e. tiene una gran importancia el chaman (V. CHAMANISMO). Médico y mediador entre el mundo terrenal y el sobrenatural, el chaman (angakut) se arroga poderes sobrenaturales, no sólo a la hora de invocar a los dioses, como Sila, para obtener buen tiempo, sino también para calmar la tempestad, mediante ritos complejos que implican la asistencia de espíritus auxiliares o la evocación de los muertos, e incluso uf duelo con otro chaman en el curso del cual es muchas veces «muerto» y resucitado. Su capacidad estática permitirá al chaman emprender cualquier viaje en espíritu a determinada región cósmica, cosa que hace cuando los animales de caza tardan en presentarse, no dudando en bajar al fondo de los mares para inducir a la diosa Sedna a mostrarse benévola, poniendo en la senda de los hombre animales marinos para su captura (Tierra de Baffin). Si Sedna está irritada, los fieles habrán de ofrendarle un sacrificio. Los e. explican el origen de Sedna con un mito antropomórfico. Érase una muchacha a la que un día su padre encolerizado arrojó al mar desde un bote. Al intentar aferrarse a la embarcación su padre la seccionó los dedos y de éstos proceden las focas, las ballenas y otros animales marinos. Acto seguido, la muchacha, metamorfoseándose en diosa, pasaría a morar en las profundidades marinas.
     
      Para los e. cada objeto, cada fenómeno de la naturaleza, cada animal tiene un Inita (amo), con el que pueden comunicarse y propiciarle los chamanes. El poder de un chaman es proporcional al número de Inuas o espíritus que domina, teniendo alguno bajo su poder tan gran número, que no les importa traspasarlos o venderlos a un chaman bisoño por cantidades oscilantes entre 150 a 200 dólares, cuando éste no se resigna a esperar la muerte de un chaman viejo para heredarle en su dominio espiritual. Todo ello implica una preeminencia animista (V. ANIMIsmo). Asimismo, el animatismo está muy desarrollado. Es corriente creer que tras la muerte de un hombre, su alma puede reencarnarse en uno de sus descendientes, frecuentemente un nieto; mora, pues, en el niño hasta que el alma de éste se fortalece y la abandona acto seguido, para ir después al País de los muertos, que se encuentra ya en el cielo, ya en una zona subcortical de la tierra, ya en las profundidades. A este último infierno profundo sólo van las almas perversas. A las tres regiones tienen acceso los chamanes (v. CIELO I; INFIERNO I). Las creencias religiosas informan muchas veces el origen de numerosos tabúes referidos a la vida cotidiana y actividades económicas. Los e. del Labrador en lugar de la divinidad marina Sedna, rinden culto a una divinidad masculina, Torngarsok, que envía la caza marina a los hombres. Para ciertas tribus de Alaska, es el espíritu de la luna quien se encarga de tal tarea.
     
      En cuanto a la evangelización o cristianización de los e., V. ALASKA 111 y CANADÁ V.
     
     

BIBL.: E. M. WEYER, The Eskimos. Their Environment and Folkways, Yale 1932; K. RASMVSSEN, The People of the Polar North, Londres 1908; A. L. PINART, Eskimaux et Koloches. Idées religieuses et traditions des Kaniagmioutes, «Rev. d'Anthropologie» II, París 1873; K. RASMÚSSEN, Intellectual culture of the Iglulik Eskimos, en Reports of the Fifth Thule Expedition, vol. VII, Copenhag,_-e 1929; M. ELIADE, El chaman•smo, México 1960.

 

1. M. GÓMEZ-TABANERA.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991