Célebre jesuita italiano, misionero en la India, y cuya personalidad hay
que estudiar en conjunción con la controversia, en su primera fase, de los
llamados Ritos Malabares (v. MALABAR, IGLESIA Ii). N. en el mes de sept.
de 1577 en Montepulciano, valle del alto Arno, en la Toscana, de
familia noble. El apellido Nobili, ya había sonado frecuentemente en altas
dignidades eclesiásticas, sin excluir Papas y cardenales. Poco antes había
sido card. su tío del mismo nombre Roberto de Nobili. Parece que ante
estos precedentes los padres del joven R. pensaban en él para encauzarlo
por las dignidades eclesiásticas. Pero él comenzó a madurar su plan de
entrar en la Compañía de Jesús. Como sus padres se oponían, decidió
abandonar la casa paterna, y se refugió en Nocera, cerca de Nápoles, donde
entró al servicio de una hija del príncipe Antonio Colonna de Stigliano.
Hasta que en 1597, y probablemente previo acuerdo con sus familiares, fue
admitido en la Compañía de Jesús. Siguió el ciclo normal de sus estudios
de filosofía y de teología en Nápoles y Roma, y terminados éstos, logró
obtener de sus superiores ser enviado a la India. En 1604 se embarcaba en
Lisboa camino de Goa, donde desembarcaba en mayo de 1605, después de una
penosa y larga travesía de 12 meses.
Al llegar a Goa fue destinado primero al colegio de Cochín para el
estudio de la lengua tamoul. Pasado algún tiempo, el provincial del
Malabar, el italiano Alberto Laerzio, le llevó consigo hasta la ciudad de
Madura, capital del reino del Maduré, donde estaba ya desde 1595 el
portugués Gonzalo Fernandes, con casi nulos resultados en el apostolado
con los nativos. Esta circunstancia es la que llevó al joven Roberto de
Nobili a reflexionar sobre las posibles causas de este rotundo fracaso. Y
llegó á la conclusión de que si quería ganarse a los brahmanes, la casta
privilegiada, debería hacerse como uno de ellos. Era la metodología de la
adaptación misional hasta sus últimas consecuencias. Con ello se iniciaban
en la India unos nuevos métodos de apostolado, apoyados, por cierto, por
sus superiores, el provincial de su Orden y el arzobispo de Cranganor,
Francisco Ros. Pero las acusaciones contra él comenzaron muy pronto, hasta
el punto de que se dijo que había apostatado de la fe, y abrazado la
creencia brahmánica. Por su parte, le defendían calurosamente los mismos
superiores que habían aprobado inicialmente su iniciativa. También le
favorecía el arzobispo de Goa, que solía decir en su defensa: «Pluguiera a
Dios que el P. Roberto tuviera más imitadores de su virtud que detractores
de su conducta». El nuevo provincial, que sustituyó a Laerzio,
predispuesto en contra de Nobili, vino a hacer caso de esos detractores, y
le retiró durante algún tiempo de su campo de apostolado. El propio Nobili
hubo de justificarse ante las autoridades de Roma, particularmente ante el
card. Roberto Belarmino, que era pariente suyo. Sus cartas a Roma iban
avaladas por la firma del arzobispo Ros, y con las de 130 brahmanes ya
convertidos al cristianismo. El arzobispo Ros comunicaba al card.
Belarmino: «Ante todo conviene que sepa su Ilma. que el P. Roberto no ha
hecho cosa sin contar con el permiso de sus superiores y con mi
aprobación; yo por mi parte nada establecí sin previa consulta de los
teólogos de nuestra Compañía (Ros era jesuita también)... y puedo afirmar
a su Ilma. que en los asuntos de la Misión del Maduré no hay peligro
ninguno ni de escándalo, ni lo ha habido». Esta comunicación oficial del
arzobispo y las razones dadas por el mismo Nobili hicieron cambiar de
conducta a los superiores, y en 1615 se le levantaba el ostracismo a que
le había condenado el P. Pero. Nobili volvía a su querida misión del
Maduré, para desarrollar un apostolado fructífero, a base de los nuevos
métodos implantados. Aún hubo de pasar otra tribulación en 1619, cuando
ante la presión de nuevos adversarios, hubo de ser juzgado en Goa por sus
métodos y sus doctrinas. Quedó definitivamente absuelto, y el Papa
Gregorio XV aprobó esa metodología en su Bula «Romanae Sedis Antistes» del
23 en. 1623. Desde entonces comenzaría ya el florecimiento de la misión
del Maduré, en la que Nobili siguió trabajando hasta su muerte, 16 en.
1656.
BIBL.: P. DAHMEN, Robert de
Nobili SI., Ein Beitrag zur Geschichte der Missionsmethode und der
Indologie, Münster 1924; P. DAHMEN, Un lésuite Brahme, Robert de Nobili,
Brujas 1925; V. CRONIN, A Pearl to india. The Life o/ Robert de Nobili,
Londres 1959; M. CRISENOY, Robert de Nobili, apótre des Brahmes, París
1939; M. MODAELLI, De Nobili, Brescia 1950; A. SAULIÉRE, Fr. Roberto de
Nobili the first european Indologist, «Indica» (Bombay 1953) 272-376; A.
ROCAIREs, Robert de Nobili SI. ou le «sannyassi» chrétien, Toulouse 1967.
A. SANTOS HERNÁNDEZ.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp,
1991
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