CIUDAD DE LOS MUCHACHOS


Concepto y organización. Las c. de los m. o «pueblos de niños» son instituciones educativas que, por su peculiar sistema organizativo y de trabajo, constituyen un verdadero movimiento educativo con las siguientes premisas fundamentales: 1) Personalismo optimista como base filosófica: cualquier niño puede convertirse en un hombre honrado. 2) Autogobierno (v. AUTOGOBIERNO DE LOS EDUCANDOS) como base disciplinaria vital: para educar a un niño se hace imprescindible su colaboración activa; el niño comparte por igual con el adulto la responsabilidad organizativa y disciplinar de las c. de los m. 3) Convivencia y sentido social como elementos básicos de educación: los propios niños son los colaboradores más próXImos en la educación de sus compañeros.
     
      Partiendo de estos postulados, en las c. de los m., dentro de la autonomía que las preside, niños y maestros toman parte en todas las actividades con sentido de comu nidad vital y de cooperación social. El autogobierno de los muchachos se materializa en el hecho de que los propios alumnos hacen sus reglamentos, nombran los diversos cargos de responsabilidad y hasta tienen su propio sistema monetario. Todo esto requiere un personal educador altamente preparado. Y aquí radica el éXIto o fracaso de estas instituciones.
     
      Historia. En un principio, las c. de los m. fueron hechos esporádicos, centros educativos para recoger a los muchachos abandonados y predelincuentes. Tal fue la idea del P. Edward Flanagan (v.), fundador de esta clase de instituciones (Omaha, EE.UU.., 1917). Con esta misma orientación fueron surgiendo diversos pueblos de niños en distintos países que, después de la guerra Mundial, se encontraron con un elevado número de niños abandonados. Así, en Italia se crearon 20 pueblos de niños, destacándose el fundado por D. A. Rivolta: Republica dei Ragazzi, de Santa Marinella (Civitavecchia), modelo de organización y disciplina autónoma. Igual orientación tuvo la institución que en Francia se fundó en L'Ile de France, con posibilidades de capacitación profesional en más de una veintena de oficios. Les Rayons de Soleil, dispersos por todo el país francés, son pequeños hogares para 10 ó 15 niños con régimen de vida muy similar a la de los demás niños de la localidad. En México, el P. Álvarez fundó una c. de los m. en Monterrey. Hungría cuenta, al menos, con un pueblo de niños de Hajduhadhaz. Suiza tiene en Trogen una c. de los m. pertenecientes a varias nacionalidades, con maestros de sus respectivos países de origen; se persigue con ello conjugar el amor patrio con el amor a la comunidad supranacional de la Humanidad. Precisamente en Trogen la UNESCO reunió en 1948 a los directores de estas comunidades de niños, para mejorar los sistemas educativos de las mismas y facilitar información; fin para el que se creó la FICE (Fédération Int. de Communautés d'Enfants).
     
      Las ciudades de los muchachos en España. En varias ciudades funcionan c. de los m. que hacen de España uno de los países vanguardistas en este movimiento pedagógico social. Citemos las de Madrid, Barcelona (ésta con sus «casas de familia» del tipo de los Rayons de Soleil, donde, bajo la dirección de una familia modelo, viven diez o más niñas que asisten a los centros docentes o profesionales del barrio junto a otras niñas, dependiendo de la junta Provincial de Protección de Menores), Valencia (S. Francisco Javier de Campanar), Orense (que ofrece la nota pintoresca de haber montado un circo entre sus componentes), Granada, Alicante, etc. La popularísima c. de los m. del barrio de Vallecas (Madrid) fue creada por el P. Luis Medina. Iniciada en 1941, a partir de 1948 se reorganizó en su funcionamiento; hoy es una Fundación benéfico-docente de Patronato, sostenida por unos 35.000 protectores y por las subvenciones del Estado y del Secretariado de la Iglesia para la Formación Profesional. Cuenta con unos mil alumnos distribuidos en las secciones de Guardería infantil, Primaria y Formación Profesional; también organiza cursos de Formación Intensiva Profesional (FIP). Se sigue un régimen mixto entre internado y vida familiar y se practica el autogobierno dirigido, que persigue la formación del espíritu cívico y social. Los cargos de alcalde, vice-alcalde, secretario, juez, etc., son de elección anual; con ello se pretende educar a los muchachos en las responsabilidades con que se enfrentarán en su vida de adultos. En sus inmediaciones también funciona una «c. de las muchachas» que dirigen las MM. de la Asunción.
     
      V. t.: FLANAGAN; AUTOGOBIERNO DE LOS EDUCANDOS; ADOLESCENCIA Y JUVENTUD 111.
     
     

BIBL.: M. R. PAYÁ IBARS, Ciudad de los muchachos, en Diccionario de Pedagogía Labor, Barcelona 1964, 176-77; ID, Una ciudad de los muchachos en Valencia, «Bordón» 15 (1951) 3-6; BUSNELLI y BASTOS DE ÁVILA, Les villages d'Entants, «Lumen Vitae» 2, Bruselas 1949, 309-31; La ciudad de los muchachos, «Noticias», 5-7, Madrid 1951; El P. Edward Flanagan, «Surgam», 24, Amurrio 1951, 16-18; «Ciudad de los muchachos» (rev. de la c. de los m. de Madrid, ed. PP. Asuncionistas, Mancó de Lepanto, 2).

 

D. DEL Río SADORNIL.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991