Mártir romana cuya fiesta se celebra el 22 de noviembre. A pesar de ser
una de las santas más populares de todos los tiempos y de haber suscitado
la atención de los hagiógrafos más prestigiosos, es muy poco lo que
realmente se conoce sobre ella.
Según una passio legendaria compuesta en el S. VI, la noble
cristiana romana C., en la noche de su boda con el joven pagano Valeriano,
revela a éste que un ángel custodia su virginidad, invitándole al mismo
tiempo a creer en un sólo Dios y a bautizarse como único medio para ver al
ángel. Bautizado Valeriano en la vía Apia por el papa Urbano vuelve junto
a su esposa, a la que encuentra en compañía del ángel que corona a los
esposos con rosas y lirios. Convertido también Tiburcio, hermano de
Valeriano, y bautizado por el mismo Urbano, ambos hermanos se ocupan de
enterrar a los mártires. de la persecución de Turco Almaquio. Denunciados
por esta práctica, son decapitados. El corniculario MáXImo les da
sepultura, por lo que también es ejecutado. C. recoge sus restos y los
deposita junto a los de su esposo y cuñado; es denunciada a su vez y
condenada a ser arrojada al fuego de las termas de su propia casa, pero
sale ilesa. Entonces Almaquio ordena que sea degollada. El papa Urbano,
ayudado por sus diáconos, entierra a la mártir y consagra su casa como
basílica. Las contradicciones cronológicas de esta passio no permiten
fijar la fecha del martirio. Sin embargo, el descubrimiento del primer
sepulcro de C. en el cementerio de Calixto junto a la cripta de los Papas
(De Rossi, 1854) hace suponer que sea una de las víctimas anteriores al S.
IV.
La historia, que no puede decirnos más sobre C., puede en cambio
ilustrar el camino seguido por sus reliquias hasta nuestros días. En el s.
ix el papa Pascual I (817-824) reformó la iglesia que dedicada a C.
eXIstía en el Transtévere y trasladó a ella los restos de la mártir desde
el cementerio de Calixto. También trasladó desde el cementerio de
Pretextato los restos de los santos Valeriano, Tiburcio y MáXImo y los de
los papas Urbano y Lucio. Todos ellos fueron colocados en tres sarcófagos
bajo el altar mayor. La cabeza de C. se puso, aparte, en un cofre de plata
y fue trasladada después por León IV a la iglesia de los Cuatro Santos
Coronados (cfr. Liber Pontificalis 11, 55-58, 116). En 1599, siendo papa
Clemente VIII, se realizó un reconocimiento oficial de las reliquias. Se
encontraron bajo el altar mayor los tres sarcófagos mencionados por
Pascual 1; en el primero de ellos el cuerpo de C. momificado y en una
posición característica (reproducida por la escultura del Maderno que se
encuentra actualmente sobre el altar mayor), con ricas vestiduras de seda
y oro.
A partir del s. XV, por una mala interpretación de un párrafo de la
passio, se considera a C. patrona de los músicos y de los fabricantes de
instrumentos musicales. La representación más antigua es el fresco
descubierto por De Rossi en S. Calixto que representa a C. en actitud
orante. En el S. VI aparece en el mosaico de la Procesión de las vírgenes
en S. Apolinar Nuevo (Rávena). También aparece en el mosaico absidial del
s. ix en la iglesia del Transtévere. Sus atributos son la palma del
martirio, el libro de los Evangelios, que guardaba junto a su corazón, la
corona de rosas y lirios y, desde el Renacimiento, los instrumentos
musicales, especialmente el órgano. Entre las numerosísimas
representaciones de C. destacan la de Rafael (v.), que se conserva en la
Pinacoteca de Bolonia, y las de Domenichino (v.) y Guido Reni (v.) en las
iglesias romanas de S. Luis de los Franceses y S. Cecilia respectivamente.
BIBL.: E. JOSI y M. C. CELLETTI,
Cecilia di Roma, en Bibl. Sanct. 111, 1064-1086 (con abundante bibl.); C.
CECCHELLI y F. BORRONE, Cecilia, en Enciclopedia Cattolica, 111, Ciudad
del Vaticano 1949, 1226-1229; H. QUENTIN, Cécile, en DACL 2, 2712-2738; L.
LAEGER, De 1'autenticité des reliques de S. Cécile, «Bulletin de
littérature ecclésiastique» 24 (1923) 21-29; P. BENATI, S. Cecilia nella
leggenda e nell'arte, Milán 1928; E. DEVILLE, Sainte Cécile et les
musiciens, Rouen 1934.
JOSEMARÍA REVUELTA.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp,
1991
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