Buen Pastor. Arqueología

 

La imagen del B. P. es la representación más importante y frecuente de la iconografía paleocristiana, encontrándose en todo tipo de monumentos: pinturas, mosaicos, estatuas, relieves, medallones, lucernas, marfiles, gemas, objetos metálicos, dibujos que acompañan epitafios, etc. La figura del. joven imberbe con el cordero sobre los hombros aparece ya en la estatuaria griega y helenística (Hermes criophore) y tiene su origen en una leyenda recogida por Pausanias (IX, 221), pasando después al repertorio iconográfico cristiano, bien aislada o en escenas pastoriles. Las representaciones más antiguas del B. P. son del s. ii, pinturas de las catacumbas (v.) de Domitila, Priscila, Calixto, capilla cristiana de DouraEuropos (Siria), apareciendo unas veces sólo y otras con el rebaño. En la escultura los tipos más frecuentes son la talla de bulto redondo y el relieve, este último sobre todo en sarcófagos. Del primer tipo el mejor ejemplo es el conservado en el mus. Lateranense (Roma), de fines del s. in. Del segundo tipo cabe destacar el sarcófago de la Vía Salaria, el de Salona, el de Espalato, el de Tipasa (Argelia), el de Ajaccio (Córcega), el de los Tres Pastores (mus. de Letrárí), etc. Ejemplos españoles del B. P. son los dos de Gádor (Almería) y el de la Casa de Pilatos (Sevilla), réplica éste del de Letrán. Y en sarcófagos hay que señalar el de Écija.

Las figuras exentas del B. P. de época constantiniana se caracterizan porque el pastor coge con una mano las cuatro patas del cordero y con la otra el cayado, y suele ir acompañado de dos pécoras con la cabeza levantada.

El significado del tema del B. P., al menos cuando la figura aparece aislada, no está claro. Al menos De Bruyne sostiene que representa más que una «personalidad» un «concepto»; la imagen del Pastor, según él, quiere expresar ante todo la noción de acción salvífica, más que la persoña misma del Salvador (v. i). El tema del B. P. tan popular en el arte paleocristiano desaparece durante la Edad Media, pero en el s. xvi reaparece en Portugal y Francia. En España, en el arte barroco, el B. P. aparece cambiado de edad (el Niño Dios Pastor, el Pastorcito) o de sexo (la Divina Pastora). V. t.: PALEOCRISTIANO, ARTE; CATACUMBAS.


R. GARCÍA SERRANO.
 

BIBL.: H. LECLERCQ, Dictionnaire d'Archéologie Chrétienne, et de liturgie, XIII, 2, 1937, col. 2272 ss.; L. BREHIER, L'Art chrétien. Son développement iconographique, París 1928; F. GERKE, Christus in der spñtantiken Plastik, Berlín 1941; L. REAu, Iconographie de 1'Art Chrétien, París 1957; J. BELTINI, Pittura delle origini cristiane, Novara 1942; L. DE BRUYNE, Les «lois» de l'Art Paléochrétien comme instrument herméneutique, «Rivista di Archeologia Cristiana», Roma 1963, 7 ss.; P. PALOL, Arqueología Cristiana de la España romana y visigoda, MadridValladolid 1967; GRABAR, Arte Paleocristiano, Madrid 1968.
 

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991