Communio et Progressio
DPE
 

Uno de los temas importantes en los documentos del Concilio Vaticano II ha sido el respeto de la Iglesia a las culturas de los pueblos, y la inculturación crítica del Evangelio con todo lo que ello supone en la formación de los evangelizadores. El 23-5- 1971 el Papa Pablo VI publica esta Instrucción Pastoral sobre los Medios de Comunicación Social. Este documento se hace por decisión del concilio y trata de los medios que difunden la cultura.

Partes de la instrucción C.P. Este documento es el que aborda de forma más completa la fundamentación teológico-moral de los medios de comunicación social, así como la convergencia de fines entre los medios de comunicación social y la Iglesia.

Contenidos de la instrucción C.P.

— El texto no se detiene en la cultura, sino en los medios de comunicación social que vehiculan la llamada "cultura de masas". Usamos esta expresión para referirnos a los conceptos, sensibilidades y valores que expanden los medios de comunicación social; en este sentido, los medios de comunicación condicionan grandemente no sólo lo cuantitativo sino también lo cualitativo de la difusión cultural.

— Las preocupaciones de la Iglesia por los medios de comunicación social son: el que la cultura llegue a los que no tienen otras posibilidades de acceso, la interculturalidad, y el que la conexión de culturas contribuya a potenciar la unidad de la familia humana. Estas afirmaciones tienen que ver con la pretensión de Jesús y la misión de la Iglesia.

— Los riesgos de los medios de comunicación social que señala C.P. son el sensacionalismo y la parcialidad. Ambos riesgos responden al interés de las personas y de los grupos que controlan estos medios. El consumo de uno u otro medio de comunicación depende de la acogida (audiencia) que tenga; el aspecto de rentabilidad económica puede llevar a distorsionar la cultura por el influjo de las modas o corrientes de opinión (sondeos). Los medios no son sólo mediaciones que difunden la cultura; son también cultura, y deben estar sujetos a la ética profesional y al servicio a la verdad que construye lo humano sin intereses partidistas. En este panorama los cristianos tienen muchas posibilidades y responsabilidades, pues los medios de comunicación social pueden facilitar un mayor alcance y penetración de los valores proclamados por Jesús de Nazaret en el Evangelio.

— La fundamentación teológica de los medios de comunicación social es cuádruple: la Trinidad como misterio de comunión y misión, Jesucristo que anuncia el Reino y se da a sí mismo, el plan salvador de Dios que quiere que todos los pueblos formemos una familia de hermanos, y la vocación de todo hombre de "dominar la tierra".

— La fundamentación de los medios de comunicación social es la propia de los actos humanos por lo que tienen de elección y por las consecuencias humanas que se desprenden de las decisiones tomadas. Los medios de comunicación influyen decisivamente en los valores, los criterios y las sensibilidades morales, así como en una mejor o peor consecución del bien común.

— Los cometidos propios de los medios de comunicación social son:

— La influencia social de los medios de comunicación está pidiendo a la Iglesia una mayor presencia y compromiso en este campo. El documento da las siguientes orientaciones:

— El uso de estos medios ayuda a la Iglesia en un doble cometido: puede conocer mejor la sociedad actual, y ella misma puede presentarse mejor ante el mundo.

— Estos medios bien utilizados dan al mensaje de fe y a la reflexión teológica una presentación más comunicativa, pues se dirigen al conjunto de la persona al utilizar la palabra, la imagen, la sensibilidad; las ideas, etc.

— Los medios de comunicación social permiten y facilitan un diálogo más frecuente y fluido entre todos sus miembros. Así mismo estos medios facilitan la libertad de expresión siempre que distingan y delimiten lo propio de la investigación teológica y del ministerio del magisterio.

— Todos los agentes de pastoral deben formarse en estos medios; además, la Iglesia debe tener profesionales para que estén presentes en los medios de comunicación social y para que ayuden a aplicar las nuevas tecnologías a los proyectos de pastoral.

— Estos medios recuerdan a la Iglesia que su misión consiste en que el Evangelio sea anunciado a todas las gentes, en todos los lugares, y hasta el final de los tiempos.

Principales aportaciones de C.P. Esta instrucción ayuda a tomar conciencia del gran problema de la inculturación del Evangelio; esto supone un mejor conocimiento de los hombres y mujeres de nuestro tiempo y una presentación del mensaje cristiano que toque sus centros de interés. Así mismo, la presencia de la Iglesia en los medios de comunicación social puede ayudar a descubrir el potencial humanizador que éstos tienen cuando son utilizados para la formación integral de la persona y para una mayor comunicación entre los pueblos. Es necesario asegurar el acceso de los diferentes grupos sociales a los medios de comunicación; el monopolio de los mismos, su privatización y la falta de controles públicos son incompatibles con la propia naturaleza de los medios.

Jesús Sastre