DISCURSO En la entrega de la "Enciclopedia de los Papas", sábado 31 de marzo

 

Sorprendente continuidad histórica del Papado

 

Con ocasión del gran jubileo del año 2000, el Instituto de la Enciclopedia italiana ha publicado una "Enciclopedia de los Papas" en tres volúmenes, que los miembros de dicho organismo regalaron a Juan Pablo II el día 31 de marzo. Durante la audiencia, que tuvo lugar en la sala de los Papas y a la que asistió el cardenal Paul Poupard, presidente del Consejo pontificio para la cultura, el cual ha escrito el prólogo de la obra, Su Santidad, tras escuchar las palabras que le dirigió el presidente del Instituto, pronunció el discurso que ofrecemos, traducido del italiano.

Señor cardenal; señor presidente; ilustres estudiosos: 

1. De buen grado recibo hoy de la Dirección de la prestigiosa Enciclopedia italiana esta gran obra, con una magnífica presentación tipográfica, realizada con ocasión del gran jubileo del año 2000. Los tres volúmenes de la Enciclopedia de los Papas constituyen uno de los frutos culturales más significativos del Año jubilar. Gracias, de corazón, por este don realmente valioso. Se trata de una obra excepcional, realizada por 137 colaboradores de cerca de doce países diversos, bajo la dirección de eminentes maestros. Con esmerado rigor científico y rica iconografía original, la Enciclopedia atestigua la sorprendente continuidad del Papado a través de las vicisitudes de la historia. Al mismo tiempo, ofrece una amplia visión de los dos milenios de cristianismo que acaban de concluir. Lo destaca en su docto prólogo el cardenal Paul Poupard, presidente del Consejo pontificio para la cultura. A él dirijo mi cordial saludo. Saludo asimismo al presidente de la editora Treccani, agradeciéndole las amables palabras que me ha dirigido, y a todos los presentes, que han colaborado de diversas maneras en la obra.

Esta monumental obra, que los estudiosos ya consideran una referencia obligada, está destinada a dar una contribución sustancial no sólo a la historia de la Iglesia, sino también a la cultura misma, en el alba del tercer milenio.

2. El Papado ha marcado la historia de la humanidad, a partir de la historia de un desconocido pescador de Galilea, Simón, hijo de Juan, a quien Cristo dio el nombre de Pedro. Yo soy su humilde Sucesor, en una continuidad bimilenaria, que no ha estado exenta de pruebas durísimas, incluido el martirio. Mártir fue ante todo san Pedro, el cual, al derramar su sangre en la capital del imperio, hizo de Roma el centro de la cristiandad. Esta Enciclopedia de los Papas introduce al lector en un mundo que, de acuerdo con la voluntad del Señor, tiene en los Sucesores del Apóstol su punto de referencia constante, en condiciones históricas diferentes y a veces dramáticas. A través de la sucesión de tantos Pontífices diversos por proveniencia, cultura y estilo de vida, el Papado, aun renovándose continuamente, ha mantenido su identidad esencial en el desarrollo histórico de su función.

La Enciclopedia de los Papas también pone de relieve la relación histórica vital que vincula el Papado de modo especial a Italia, desempeñando un ministerio realmente universal como es el católico. Ese vínculo está bien atestiguado por el riquísimo patrimonio artístico y cultural que Roma e Italia conservan, como testimonio elocuente de la inculturación del Evangelio.

3. El Señor os recompense por haber querido ofrecer a los lectores atentos el fruto de un valioso trabajo de investigación histórica con rigor metodológico, serio análisis científico y esmerado aparato bibliográfico.

Me alegra profundamente el largo y diligente trabajo de la Redacción, realizado sobre la base segura del conocimiento histórico y sin ninguna finalidad apologética.

Doy vivamente las gracias a los organismos del Instituto de la Enciclopedia italiana por esta iniciativa editorial y de gran valor cultural, que les honra, y, a la vez que les aseguro mi recuerdo en la oración, imparto a todos mi afectuosa bendición.