GRECIA 1

 

JUAN PABLO II LLEGÓ A ATENAS Y BESÓ TIERRA GRIEGA

VATICANO, 5 May. 01 (ACI).- A pesar de que la televisión griega no lo transmitió, el Papa Juan Pablo II sí besó la tierra en su llegada al aeropuerto de Spata, Atenas, a las 11:30 de la mañana, hora local.

En su llegada al aeropuerto, el Papa fue recibido por representantes de la Iglesia Católica, entre ellos el Nuncio Apostólico en Grecia, Arzobispo Paul Tabet y por el Arzobispo Nikolaos Fóscolos, de Atenas; así como por un ministro del gobierno griego.

Como ha hecho en todas las ocasiones en las que ha visitado por primera vez un país, el Santo Padre besó tierra nativa. En esta ocasión, dos niños y una religiosa le acercaron un recipiente con tierra griega, procedente del monasterio ortodoxo de Timios Stavros.

La Arquidiócesis de Atenas comprende actualmente 6 millones de personas, de las cuales 30 mil son católicos. Existe también el Exarcado Apostólico de Grecia para los grecocatólicos de rito bizantino –con 2.300 católicos– y el ordinariato de Grecia para los católicos de rito armenio residentes en Grecia –550 católicos–. Los católicos nacidos en Grecia rondan los 50 mil mientras los inmigrantes de fe católica son unos 150 mil.

A su llegada al palacio presidencial, el Pontífice fue recibido por el presidente de la República Helena, Constantinos Stephanopoulos, quien fuera acogido por Juan Pablo II en audiencia el pasado mes de enero en el Vaticano.

El Santo Padre, el primer Papa que visita Grecia desde hace más de mil años, recordó su "profundo deseo" de celebrar el Jubileo del Año 2000 haciéndose "peregrino en los lugares ligados a la historia de la salvación. Deseo que se hizo realidad con la peregrinación al Monte Sinaí y a Tierra Santa. Ahora vengo a Grecia como peregrino tras las huellas de San Pablo", afirmó el Papa.

"Fue aquí, en la ciudad de Atenas, donde por primera vez se instauró el diálogo entre el mensaje cristiano y la cultura helénica, diálogo que ha modelado de forma duradera la civilización europea. Ciertamente los primeros encuentros entre los cristianos y la cultura griega fueron difíciles pero una vez superada la desconfianza inicial, los escritores cristianos empezaron a considerar la cultura griega como una aliada más que como una enemiga y grandes centros del cristianismo heleno vieron la luz en torno a la cuenca del Mediterráneo", agregó el Santo Padre.

"Gradualmente el mundo heleno pasó a ser cristiano y la cristiandad pasó a ser, de alguna manera, griega", añadió.

El Pontífice recordó a continuación que "la cultura helena se caracteriza por su atención pedagógica a la juventud" y afirmó que ese interés sigue siendo válido para la sociedad actual. "Entre los elementos más significativos se encuentran los aspectos morales contenidos en el juramento de Hipócrates que subraya el respeto incondicional por la vida humana en el seno materno", dijo.

El Papa finalizó su discurso afirmando que "la geografía y la historia han situado a vuestro país, señor Presidente, entre Oriente y Occidente, lo que significa que la vocación natural de Grecia es edificar puentes y construir una cultura del diálogo".

"La tarea de unificación entra las partes orientales y occidentales de Europa sigue siendo compleja; queda mucho por hacer para alcanzar la armonía entre los cristianos de Oriente y los de Occidente, para que la Iglesia pueda respirar con sus dos pulmones. Todos los creyentes deben comprometerse en la realización de este objetivo. La Iglesia Católica en Grecia desea participar lealmente en la promoción de esta noble causa que tiene repercusiones positivas también en el ámbito social", agregó el Papa.

JUAN PABLO II A ORTODOXOS: QUE DIOS SEA QUIEN JUZGUE ERRORES
ATENAS, 5 May. 01 (ACI).- En la visita de cortesía que realizó al Arzobispo ortodoxo de Atenas y Grecia, Cristodoulos, el Papa Juan Pablo II afirmó que las controversias e incomprensiones presentes y pasadas entre católicos y ortodoxos "deben ser superadas porque el Señor nos lo pide" pero aclaró que debe ser Él quien juzgue los errores.
Tras escuchar el discurso de Cristodoulos, el Santo Padre se dirigió a los miembros del Santo Sínodo y a los obispos de la Iglesia Ortodoxa de Grecia y en un gesto de humildad y reconciliación, dijo: "¡Que el Señor conceda el perdón que le pedimos por las ocasiones pasadas y presentes, en las que las hijas y los hijos de la Iglesia Católica han pecado con acciones u omisiones contra sus hermanos y hermanas ortodoxos!".
"La división entre los cristianos es un pecado frente a Dios y un escándalo frente al mundo. Es un obstáculo a la difusión del Evangelio, porque hace menos creíble nuestra proclamación", aseguró el Pontífice.
Aunque es sabido que los católicos se han mantenido forzosamente al margen de la vida pública en Grecia, han carecido de oportunidades y han sufrido incontables agresiones, el Papa recordó el "saqueo desastroso de la ciudad imperial de Constantinopla, que fue durante tanto tiempo bastión del cristianismo en Oriente".
"Es trágico que los saqueadores, que debían garantizar a los cristianos el libre acceso a la Tierra Santa, se volvieran contra sus propios hermanos en la fe. El hecho de que fueran cristianos latinos es motivo de profundo pesar para los católicos", reconoció.
Sin embargo, precisó que "el juicio le corresponde únicamente a Dios, y por tanto confiamos el gran peso del pasado a su infinita misericordia, implorando que cure las heridas que siguen causando sufrimiento al espíritu del pueblo griego".
El Santo Padre también reconoció el modo en que la Iglesia Ortodoxa de
Grecia "ha conservado su propio patrimonio de fe y de vida cristiana. El nombre de Grecia resuena en todos los lugares en los que es predicado el Evangelio. La Iglesia universal nunca podrá olvidar lo que el cristianismo griego le ha donado ni cesa de dar gracias por la influencia duradera de la tradición griega".
El Santo Padre también recordó que "en 1965, el patriarca ecuménico Atenágoras y el Papa Pablo VI, con un acto conjunto eliminaron de la memoria y de la vida de la Iglesia la sentencia de excomunión entre Roma y Constantinopla. Este gesto histórico nos exhorta a obrar de manera cada vez más ferviente por la unidad, que es la voluntad de Cristo".
Al final del encuentro, el Papa y Cristodoulos firmaron una declaración conjunta sobre las raíces cristianas de Europa, que será leída esta tarde, durante la visita del Santo Padre al Areópago.
Juan Pablo II se trasladó después a la nunciatura apostólica de Atenas para almorzar con los obispos católicos de Grecia y los cardenales y obispos del séquito.

SANTO PADRE SE SOLIDARIZA CON OBISPOS CATÓLICOS DE GRECIA

VATICANO, 5 May. 01 (ACI).- En su almuerzo con los cinco obispos católicos de Grecia, el Papa Juan Pablo II expresó su solidaridad frente a los obstáculos que los prelados enfrentan afirmando que "el Papa está aquí con vosotros para mostrar una estima auténtica y afectuosa, una cercanía con el recuerdo y la oración".

Animándolos a "no perder la esperanza", el Santo Padre afirmó con "vosotros sois obispos de frontera: precisamente por las condiciones particulares en las que vivís, vuestra sensibilidad se hace exigente, y querríais que los obstáculos que se interponen a la plena unión, y que tanto sufrimiento suscitan en vosotros y en vuestros fieles, se superasen cuanto antes".

El Papa se reunió con los prelados en la Nunciatura luego de su visita de cortesía en el Arzobispado ortodoxo de Atenas, donde luego del saludo del Arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal de Grecia, Nikolaos Fóscolos, afirmó que "en esta tierra viven hermanos y hermanas de la Iglesia ortodoxa, a los que nos une un fortísimo vínculo de fe en nuestro Señor común. ¡Cómo desearíamos que todos los corazones y los brazos se abriesen para acoger el saludo fraterno de la paz!".

"Y de este modo –agregó el Santo Padre–, mientras subrayáis vuestros justos derechos, llamáis a la Iglesia católica, a veces con impaciencia, a cumplir los pasos que puedan mostrar cada vez más decididamente las bases comunes que unen a las antiguas Iglesias de Cristo".

El Pontífice dio las gracias a los prelados por su "apasionada solicitud, que supone tanta generosidad. Os aseguro que comparto vuestra misma ansia ardiente por que la unidad de la Iglesia sea visible cuanto antes en toda su plenitud. Estoy de acuerdo con vosotros en que deben continuar los esfuerzos que el Concilio Vaticano II ha alentado claramente para que la Iglesia católica se prepare en su propia vida diaria para sentar los fundamentos de una mejor comprensión con sus hermanos y hermanas de otras Iglesias, que no dejarán de poner de su parte para la búsqueda de la comunión".

Asimismo, el Papa los exhortó a vivir la esperanza y añadió que "el Señor reserva ciertamente consuelos inesperados a aquellos que confían en El. Trabajad siempre unidos, con amabilidad y caridad y el coraje de la verdad. Estad seguros de que el Papa os recuerda y os sigue a diario y reza por vosotros".

Para las 4:30 de la tarde –hora local– está previsto que Juan Pablo II visite la catedral católica de San Dionisio de Atenas, que se encuentra en el centro histórico de la ciudad, a poca distancia del Arzobispado católico. Fue inaugurada en 1865 y elevada por el Papa Pío IX a basílica en 1877. Está dedicada al discípulo de Pablo y primer obispo de Atenas, Dionisio Areopagita.

CON VISITA PAPAL, IGLESIA CATÓLICA DEJA ANONIMATO EN GRECIA
ATENAS, 5 May. 01 (ACI).- Según la Conferencia Episcopal Griega, la visita del Papa Juan Pablo II ayudará a la Iglesia a salir del forzado anonimato en el que vivió durante los últimos mil años.
"La visita del Papa ayudará mucho a la Iglesia Católica en Grecia: ayudará a hacerla conocer más y mejor", indicó el Padre Teodoro Contidis, de la Oficina de Prensa del Episcopado.
En declaraciones a la agencia informativa Fides de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el Padre Contidis explicó que con la visita papal, por primera vez en más de mil años "la Iglesia tiene un espacio en la TV, puede hacerse escuchar y salir del anonimato".
El sacerdote es optimista a pesar de las dificultades que acompañaron los preparativos de la visita papal. Para él, una buena muestra es la declaración conjunta del Papa y el Arzobispo ortodoxo de Atenas, Cristodoulos, que será leída en el Areópago.
El texto fue aprobado "después de mil dificultades y de una verdadera guerra de nervios". El punto más disputado fue el referente a la Europa cristiana: los ortodoxos querían una toma de posición del Papa sobre la cuestión política de Chipre, "inaceptable para la Iglesia Católica dado que el texto es de carácter religioso, no político".
Asimismo, el Padre Contidis señaló que "la opinión pública es difidente de la figura del Papa. En el último decenio una martilleante propaganda antipapal ha creado una imagen negativa del Pontífice".
Sin embargo, expresó su confianza en que "el viaje puede desvirtuar esta imagen: por una parte reforzará a los moderados y a los favorables al diálogo, pero creo, por la otra, que podrá despertar también fanatismos. Hay muchos signos de amistad.
Numerosos teólogos ortodoxos irán al areópago para escuchar al Papa. En la sociedad civil se va afirmando también una escuela de pensamiento laical, que lucha por un Estado moderno y democrático, y defiende los derechos de las minorías, entre éstas la de los católicos".
El sacerdote se anima a señalar un eventual fruto de la visita papal. "Espero que infunda valentía a todos los fieles católicos griegos, aislados en pequeñas ciudades y aldeas, que temen manifestar su credo y viven su fe todavía en secreto", dijo.
Entre los intelectuales ortodoxos más abiertos hacia la figura del Papa, se encuentra el profesor Constantino Charalampidis, 66 años, griego ortodoxo, docente de Arqueología Paleocristiana y Bizantina en la Facultad de Teología de Salonico.
En una entrevista concedida a Fides confesó ser "muy favorable al viaje del Papa. Es un gesto muy importante de caridad y agradecimiento. Creo que los atenienses serán fieles a su tradición de filoxenia (acogida del extranjero) y le tratarán con seriedad y honor. El viaje será memorable y una piedra millar para la futura mejora de las relaciones ecuménicas. Si hoy no hay unidad entre católicos y ortodoxos, es necesario al menos estar cercanos".