RELIGIONES,
ESTUDIO COMPARADO DE LAS
SaMun


I. Cometido y esencia

El concepto de e. c. de las r., usado por primera vez por el indólogo e historiador de la religión Federico Max Müller (1823-1900), de Oxford, designa una disciplina científica cuyo cometido es la investigación empírica de todas las religiones, tanto de las pertenecientes a culturas elevadas como de las no escritas, en la totalidad de sus formas actuales e históricas de aparición, y en sus relaciones con la cultura, con el país, con el pueblo, con la sociedad, con la política y con la economía. Para realizar esta tarea el e. c. de las r. se divide en disciplinas particulares, y se sirve de otras ramas de la ciencia como ciencias auxiliares.

El fundamento de toda investigación científica sobre la religión es el estudio de la historia de las -> religiones, el cual proporciona el conocimiento relativo a los factores fundamentales del desarrollo, del contenido de fe, del culto y de la ética de cada religión particular, y esclarece los encuentros entre diversas religiones. El objeto de la psicología de la -> religión es la vida religiosa del hombre, la religión en sentido subjetivo. La fenomenología de la –> religión estudia las diversas formas de aparición de la religión, así como, p. ej., los objetos, espacios y tiempos sagrados, la palabra, los hombres y la sociedad que tienen un carácter sagrado. Para llegar a una comprensión de la esencia de la religión, esta disciplina compara los fenómenos mencionados dentro de las distintas religiones, eliminando los datos históricos accidentales.

Una disciplina parcial relativamente reciente es la sociología de la religión, la cual investiga los aspectos sociales de la religión en el ámbito de las instituciones religiosas y en las relaciones recíprocas entre religión y sociedad. La geografía de la religión ha realizado hasta ahora preferentemente tareas descriptivas. Una visión sistemática, que debe examinar las interdependencias entre fenómenos religiosos y el país, se encuentra todavía en sus principios. Se discute la pertenencia de la filosofía de la -> religión al e. c. de las r. La filosofía de la religión, como disciplina normativa, analiza filosóficamente la religión, y por ello se distingue del e. c. de las r., que tiene un carácter empírico. Sin embargo, la filosofía de la religión no puede prescindir del conocimiento de los hechos religiosos proporcionado por la ciencia empírica. Una relación parecida se da entre el e. c. de las r. y la teología de la -> religión. Esta ciencia se ha formado a causa del contacto, mucho más intenso que en los siglos anteriores, entre las diversas religiones. Dicho contacto se realiza sobre la base de un entrelazamiento planetario de la humanidad en su vida cultural y material, y hace que el encuentro ecuménico de las religiones se convierta en un factor dominante de la actual situación espiritual del mundo.

La necesidad de tomar en consideración los resultados del e. c. de las r. para solucionar problemas de teología de la religión, introduce un estadio nuevo en la relación entre teología y e. c. de las r., relación que hasta ahora se ha caracterizado por cierta ambivalencia. Pues, por un lado, el e. c. de las r. se había realizado en un clima de emancipación de la teología, y, por otro, se conservó una estrecha relación entre ambas disciplinas por el hecho de que el e. c. de las r. debía sus métodos a las formas de investigación de la teología histórica y, por ello, con frecuencia ha abordado los fenómenos de religiones extrañas con categorías procedentes de la teología.

Pero los conocimientos teológicos no son el único presupuesto para la investigación del e. c. de las r. Esta ciencia, como cualquier otra disciplina científica, no puede desarrollar su trabajo en un aislamiento absoluto. Necesita la aportación de otras ramas de la ciencia, que para las tareas del e. c. de las r. tienen el carácter de ciencias auxiliares. Entre ellas corresponde particular importancia a las especialidades filológicas, puesto que éstas ofrecen el presupuesto para entender en los idiomas básicos los textos que sirven de fuente para conocer las religiones. Son además disciplinas muy importantes para el e. c. de las r.: la historia del arte y la arqueología, la historia política, cultural y económica, la filosofía, la geografía, la psicología, la etnología y la sociología.

II. Historia

Desde siempre los encuentros entre diversas religiones han ofrecido puntos de apoyo para el e. c. de las r. En la antigüedad se abordan temas de e. c. de las r. en la historiografía, e igualmente en la discusión filosófica con la religión. El estudio que los teólogos cristianos de la antigüedad tardía y de la edad media hacen de las antiguas religiones germánicas y eslavas, así como del -> judaísmo y del -> islam, persigue intereses apologéticos. En su lugar surge en la ilustración el examen crítico de los contenidos de fe de las diversas religiones (–> racionalismo). Fundamental para ello es la idea de una «religión natural», concebida primeramente por Herbert de Cherbury (1583-1648). A este presupuesto ideológico para el nacimiento del e. c. de las r. en la era moderna se añade, como segundo presupuesto, la obtención de documentos relativos a religiones extrañas. El logro de tales documentos se inició en la segunda mitad del siglo XVIII, con la traducción de los textos que sirven de fuente para el conocimiento de las altas religiones de la India y del Irán. Al poderse descifrar los antiguos sistemas orientales de escritura, y por los hallazgos arqueológicos de textos, objetos y edificios cultuales, se multiplica progresivamente el material para el e. c. de las religiones.

En las universidades, el e. c. de las r. fue cultivado primeramente por representantes de disciplinas teológicas y filológicas, los cuales ocasionalmente dieron cursos sobre ese tema. El año 1873 Suiza erigió la primera cátedra de e. c. de las r. en Ginebra. En el mismo ano la universidad de Boston, en EE.UU., introdujo también esta especialidad. Los holandeses fundaron en el ano 1876 cátedras en Groninga, Amsterdam, Leiden y Utrecht. En el año 1879 siguió Francia con una cátedra en París y en 1884 Bélgica con una cátedra en Bruselas. En el año 1893 la ciencia de la religión fue introducida en la universidad de Upsala por el clásico teólogo Sam Wide; y con Nathan Söderblom (1866-1931), que enseñó la disciplina en Upsala desde 1901 a 1914, el e. c. de las r. en Suecia adquirió prestigio internacional. En Roma ya desde 1886 se dieron lecciones sobre el e. c. de las r.; sin embargo fue Rafael Petazzoni (1883-1959), nombrado profesor de esta materia en Roma el año 1924, el primero que dio a la investigación italiana una importancia internacional. El año 1903 esta disciplina se introdujo también en Asia (Japón). En Inglaterra Lord Adam Griffith (1820-1887) había fundado en las universidades escocesas de Aberdeen, Edimburgo, Glasgow y St. Andrew cátedras de Natural Theology; la primera cátedra para Natural and Comparative Religion se creó en Oxford el año 1908. El e. c. de las r. fue introducido como disciplina académica en Berlin el año 1910 y en Leipzig el año 1912. Dinamarca erigió el año 1914 una cátedra en Copenhague; y Noruega en Oslo el 1915. Hoy el e. c. de las r. está representada en un gran número de universidades, en parte en conexión con la filosofía de la religión, con la teología del AT, con la misionología o, también, con una disciplina orientalista.

III. Material de trabajo

Entre la amplísima bibliografía relativa al e. c. de las r. hay que mencionar como material auxiliar fundamental de trabajo en esta materia: las colecciones de fuentes traducidas, los léxicos y manuales, así como las publicaciones periódicas que dan a conocer los últimos resultados de la investigación. La edición más extensa de documentos traducidos de religiones asiáticas son los cincuenta volúmenes editados por F. MAx MÜLLER: Sacred Books of the East (SBE [0 1873-1898]). Traducciones de textos con aparato filológico se hallan en los quince volúmenes de la obra Quellen der Religionsgeschichte (Gö 1909-27), editada por la Academia de ciencias de Gotinga. Importante es además la obra Religionsgeschichtliches Lesebuch en su segunda edición, dirigida por A. BERTHOLET (17 vols. [T 1926-1932]). N. SÖDERBLOM editó la colección Främmande religionsurkunder (Sto 1907-1908), y C.M. EDSMAN la obra Religionshistoriska urkunder (Sto 1957). Ofrece traducciones de textos de religiones orientales antiguas la obra Ancient Near Eastern Texts, editada por J.B. PRITCHARD (Princeton 1955). Contiene material figurativo el Bilderatlas zur Religionsgeschichte, editado por H. HAAS (L 1924-34).

Entre los medios auxiliares lexicográficos, hasta ahora el más amplio es la Encyclopaedia of Religion and Ethics, editada por J. HASTINGS (ERE [E 1908-1926]). Desde 1965 aparece en Stuttgart, editado por H.W. HAUSSIG, un amplio Wörterbuch der Mythologie. Ofrecen compendios más reducidos los siguientes léxicos: en lengua alemana, A. BERTHOLET - H.F. VON CAMPENHAUSEN (editores): Wörterbuch der Religionen (St 1952, 21962); F. KÖNIG (dir.): Diccionario de las religiones (Herder Ba 196). Además contienen numerosos artículos útiles para el e. c. de las r.: LThK2 y RGC3.

Entre los manuales de historia de la religión es todavía importante el amplio Lehrbuch der Religionsgeschichte, iniciado por P.D. CHANTEPIE DE LA SAUSSAYE; este manual se halla ahora en su cuarta edición (2 vols. editados por A. BERTHOLET - E. LEHMANN [T 1925] ). La obra en tres volúmenes Handbuch der Religionsgeschichte, editada por FR. KÖNING bajo el título Cristo y las religiones de la tierra (trad. Ed Cat Ma) apareció en su segunda edición el año 1956 en Viena. También presenta el estado actual del saber sobre el e. c. de las r. la reelaboración de la obra, fundada por C. CLEMEN, Die Religionen der Erde (4 vols. [Mn 1966] ). Además hay que mencionar el trabajo, hecho en colaboración por los investigadores escandinavos y editado por J. PEDERSEN: Illustreret Religionshistorie (Cop 1948). Ofrecen exposiciones más compendiadas, pero suficientemente amplias: H. RINGGREN y A.V. STRÖM, Die Religionen der Völker (St 1959); F. HEILER (editor), Die Religionen der Menschheit in Vergangenheit und Gegenwart (St 1959 21962). Están en curso de aparición: la Introduction á l'histoire des religions, editada bajo el título de Mana (P 1949ss), y la colección, publicada también en colaboración por los investigadores franceses, Sources orientales (P 1959ss), la cual está dedicada principalmente a temas del e. c. de las r.; además: la Symbolik der Religionen, editada por F. HERRMANN (St 1958ss); C.J. BLEEKER - G. WIDENGREN (editores), Historia religionum. Handbook for the History of Religions (Lei 1968ss).

Las revistas más importantes de e. c. de las r. son, ordenadas según la fecha inicial de su aparición: 1) RHR; 2) ARW; 3) HibJ; 4) RHPhR; 5) ZRGG; 6) «Numen»; 7) «Kairos» (Sa 1959ss); 8) «History of Religions» (Ch 1961ss); 9) «Temenos» (He 1965ss).

IV. Direcciones de algunas escuelas

1. Evolucionismo. Entre aquellas teorías que trataban la religión como algo condicionado y derivable, la del evolucionismo es la que pudo mantenerse con más tenacidad. El pensamiento subyacente en esa teoría permitía reconocer la influencia de la critica positivista de la -> religión hecha por A. Comte, así como la transposición de los puntos de vista científico-naturales de C. Darwin a la historia del espíritu, y se remontaba a las teorías de H. Spencer. La visión evolucionista y, con ella, el intento de derivar la religión de experiencias impersonales, eran las características comunes de los esquemas de e. c. de las r., los cuales, por lo demás, partían de afirmaciones muy diversas sobre los grados más primitivos de la creencia en los dioses. En el animismo de E.B. Taylor, la experiencia y el conocimiento del alma fueron considerados como raíz de la fe primeramente en espíritus y finalmente en dioses. El dinamismo, basado en una comunicación epistolar mal entendida de R. Codrington, misionero en Melanesia, y proclamado especialmente por R.R. Marett, partía de la tesis de un poder impersonal (mana) como estadio más antiguo de la religión.

2. Mitologia astral. En los primeros decenios del siglo xx habia una dirección relativamente fuerte del e. c. de las r. que consideraba igualmente la religión como un fenómeno secundario, derivable y, con ello, explicable no por sí mismo, sino por medio de magnitudes extrínsecas: la mitología de la naturaleza y, principalmente, de los astros. Se suponía que las observaciones de fenómenos celestes eran las condiciones previas para la formación de mitos. Destacaron especialmente como directivos los panbabilonistas A. Jeremías y H. Winckler.

3. Interpretación psicológica de los mitos. Más fuertemente que por Freud mismo, esta dirección ha sido estimulada y acuñada por su discípulo C.G. Jung, que veía en el -> mito la expresión de verdades arquetípicas y supraindividuales de la vida. Ciertas obras extensas sobre mitología se han regido decisivamente, o al menos en parte, por este punto de vista, cuya influencia puede advertirse también en el círculo Eranos de Ascona, con sus anuarios publicados desde el año 1933.

4. Lo «santo» en la discusión del e. c. de las religiones. Los decenios segundo y tercero del siglo xx estuvieron particularmente, sobre todo en Alemania, bajo la impresión del concepto de lo «-> santo» o «numinoso», que acababa de resaltarse. Fue decisivo para ello el influjo del libro Das Heilige, que apareció en 1917 y alcanzó la trigésima edición en 1958. Su autor, Rudolf Otto (1869-1937), quería destacar la independencia absoluta de la esfera religiosa y su peculiaridad frente a todo fenómeno mundano. El libro de R: Otto seguía fundamentalmente una línea de psicología de la religión. Fue ante todo esta base metódica la que despertó una viva discusión en el estudio científico de la religión. Los críticos de R. Otto manifestaron escrúpulos contra su visión desarrollada preferentemente en torno al sujeto religioso. Además la crítica se alzó contra la omisión del momento moral, que pertenece esencialmente a lo santo.

5. Fe en un «alto Dios». A las teorías según las cuales la fe en Dios es condicionada y derivable, y a las que querían subordinar la religión al concepto de lo «santo», se opusieron con toda firmeza los investigadores de una dirección que aducía la prueba de la fe primitiva en un «alto Dios». Es significativo que G. Widengren, como uno de los representantes cimeros de esta dirección, con su artículo sobre Evolutionism contribuyera decisivamente al abandono de las teorías evolucionistas sobre lareligión. Importante y amplia repercusión alcanzó la escuela fundada por W. Schmidt (1868-1954). Esta escuela se dirigía decididamente contra el uso de esquemas evolucionistas en la historia de la religión e igualmente contra la importancia que R. Otto y sus secuaces concedían al concepto indeterminado de lo «santo». Intentaba demostrar la tempranísima aparición de una fe personal en un «alto Dios» bajo forma monoteísta. Esta escuela del así llamado «monoteísmo originario» encontró su principal expresión literaria en los doce volúmenes de la obra de W. Schmidt: Der Ursprung der Gottesidee (Mr 1926-55).

6. Método de la historia del culto. Lo mismo que la doctrina de la fe en un «alto Dios», también el método de la historia del culto se dirige contra el empleo de teorías evolucionistas en la historia de la religión. Y se dirige también contra una comprensión unilateralmente individualista de la religión, acentuando frente a ello su carácter social. Por tanto, su investigación se orienta ante todo hacia las acciones religiosas en la celebración comunitaria de actos de culto. El método histórico-cultual está representado en dos direcciones principales: la escuela escandinava, fuertemente influida por el investigador danés W. Grönbech (1873-1948); y la Myth and Ritual School, en la que destaca como director el científico inglés S.H. Hooke. Fomentada en parte por los representantes del método histórico-cultual, pero en parte también independientemente de él, puede observarse una intensa ocupación con los fenómenos de la realeza sagrada. Promovió este campo de investigación J.G. Frazer (1854-1941).

7. Investigación de los simbolos. Sobre todo los trabajos de C:assirer y Eliade han promovido un intenso esfuerzo por descubrir el simbolismo religioso. Aquí han de incluirse cuantos fenómenos del espacio, de la naturaleza y de la vida humana, por su carácter simbólico, hacen transparente el mundo para experimentar la trascendencia.

V. Congresos y organizaciones de esta especialidad

La primera asociación internacional de las sociedades nacionales de e. c. de las r. se hizo en 1950, en el séptimo congreso internacional de historia de las religiones, celebrado en Amsterdam. El primer presidente de esta International Association for the History of Religions (IAHR) fue el científico holandés G. van der Leeuw (1890-1950). A él siguió en la presidencia el investigador romano R. Petazzoni (1883-1959). Desde 1960 es presidente de la IAHR el sueco G. Widengren, y como secretario general de la organización actúa desde 1950 el holandés C.J. Bleeker.

Ya antes de constituirse esta asociación, se habían celebrado los siguientes congresos internacionales de e. c. de las r.: en Paris al año 1900, en Basilea el 1904, en Oxford el 1908, en Leiden el 1912, en Lund el 1929 y en Bruselas el 1935. Estos congresos, lo mismo que el de Amsterdam de 1950 — en que se fundó la IAHR — no fueron convocados por ninguna organización permanente.

Desde su fundación, la IAHR planifica y organiza congresos internacionales de e. c. de las religiones. Hasta ahora ha convocado los siguientes: en 1955 el congreso de Roma, dedicado a la «realeza sagrada»; en 1958 el de Tokio y Kioto, sobre el tema «Religiones orientales en el pasado y en la actualidad»; en 1960 el de Marburgo (Lahn), cuya materia de estudio fue «El tiempo original y el tiempo final»; en 1965 el de Claremont (California), sobre diversos temas, que giraban mayormente en torno a los encuentros actuales entre religiones.

Desde 1964 la IAHR organiza también conferencias de estudios con un número más reducido de participantes. La primera conferencia de estudios (Study-Conference of the IAHR), celebrada el año 1964 en Estrasburgo, trató el tema «Iniciación». En 1966 tuvo lugar en Mesina un coloquio, organizado conjuntamente por la IAHR y la universidad de esta ciudad, sobre «Orígenes del gnosticismo». La conferencia de estudios del año 1968, que se organizó en Jerusalén, tuvo como tema central la «Redención».

Estos encuentros organizados por la IAHR hallaron su expresión literaria en los informes sobre los congresos: Atti dell' VIII Congresso Internazionale di Storia delle Religioni, Roma 1955 (Fi 1956); La regalita sacra - The Sacral Kingship (Lei 1959); Proceedings of the IXth International Congress for the History of Religion, Tokyo and Kyoto 1958 (Tokio 1960); X. Internat. Kongress für Religionsgeschichte, Marburg 1960 (Marburgo 1961); Initiation (Lei 1965); Le origini del gnosticismo - The Origins of the Gnosticism (Lei 1967).

BIBLIOGRAFÍA: E. B. Tylor, Primitive Culture (Lo 1871); M. Müller, Einleitung in die vergleichende Religionswissenschaft (Str 1876); H. Spencer, The Principles of Sociology 1 (Lo 1877); E. Hardy, Was ist Religionswissenschaft?: ARW 1 (1898) 9-42; J. G. Frazer, Lectures an the Early History of Kingship (Lo 1905); R. R. Marett, The Threshold of Kingship (Lo 1905); R. R. Marett, The Threshold of Religion (Lo 1909); N. Söderblom, Natürliche Theologie und allgemeine Religionsgeschichte (Sto - L 1913); E. Cassirer, Filosofía de las formas simbólicas, 3 vols. (F de C Econ Méx 1964); R. Petazzoni, Svolgimento e carattere della storia delle religioni (Bari 1964); J. Wach, Religionswissenschaft, Prolegomena zu ihrer wissenschaftstheoretischen Grundlegung (L 1924); idem, The Comparative Study of Religion (NY 1958); H. Pinard de la Boullaye, Estudio comparado de las religiones 3 vols. (Cient M6d Ba 1963); H. Frick, Vergleichende Religionswissenschaft (B-L 1928); J. P. Steffes, Geschichte, Stand und Aufgaben der Religionswissenschaft: ZMR 18 (1928) 4-20; G. van der Leeuw, Rudolf Otto und die Religionsgeschichte: ZThK NF 19 (1938) 71-81; G. Widengren, Hochgottglaube im alten Iran (Up - L 1938); idem, Evolutionism and the Problem of the Origin of Religion: Ethnos 10 (Sto 1945) 57-96; idem, Die religionswissenschafttliche Forschung in Skandinavien in den letzten zwanzig Jahren: ZRGG 5 (1953) 193-222 320-334; M. Éliade, Tratado de historia de las religiones (Ins Est Pol Ma 1954); idem, The History of Religions in Retrospect: 1912-1962: The Journal of Bible and Religion 31 (Boston 1963) 98-109; E. O. James, The History, Science and Comparative Study of Religion: Numen 1 (1954) 91- 105; U. Bianchi, Problemi di storia delle religioni (R 1958); S. H. Hooke (dir.), Myth, Ritual and Kingship (O 1958); M. Éliade - J. M. Kitagawa (dir.), The History of Religions. Essays in Methodology (Ch 1959); C. J. Bleeker, The Future Task of the History of Religions: Numen 7 (1960) 221-234; J. de Vries, Forschungsgeschichte der Mythologie (Fr - Mn 1961); K. Rudolf, Die Religionsgeschichte an der Leipziger Univ. und die Entwicklung der Religionswissenschaft (B 1962); W. Holsten: RGG3 V 1038-1042; F. König: LThK2 VIII 1206-1209; G. Lanczkowski, Religionswissenschaft als Problem und Aufgabe (T 1965); J. Zunzunegui, Manual de historia de las religiones (Eset Vit); F. König, Cristo y las religiones de la tierra, 3 vols. (Ed Cat Ma); F. König y otros, Diccionario de las religiones (Herder Ba 1964); M. Asfn Palacios, Abenhazan de Córdoba y su historia crítica de las ideas religiosas, 5 vols. (Atlas Ma 1927-1932); G. Graneris, Teología católica y ciencia de las religiones (Herder Ba 1961); Las grandes religiones del mundo (Time Life 1969); M. 1. Pereira de Queirós, Historia y etnología de los movimientos mesiánicos (Siglo XXI Méx 1969).

Günter Lanczkowski