SAN DIONISIO DE ALEJANDRÍA

 

DIONISIO DE ALEJANDRÍA, que murió en 264 o 265, era discípulo de Orígenes, y sucedió a Heraclas, primero en la dirección de la escuela catequística de Alejandría y luego como obispo de aquella sede. Consiguió escapar de la persecución de Decio, pero en la de Valeriano fue desterrado. Intervino en la mayor parte de las polémicas religiosas de su tiempo. De sus escritos, que fueron numerosos, apenas si se conserva nada.

 

TEXTOS


Carta a Fabiano, obispo de Antioquía.

La recepción del Viático:

Hubo un tal Serapión entre nosotros, anciano fiel que había vivido sin culpa mucho tiempo, pero que cayó en la tentación. Con frecuencia pedía [ser perdonado] y nadie le atendía, porque había sacrificado. Habiendo caído en una enfermedad, estuvo tres días completamente sin voz y sin sentido. Pero, recobrado un poco al cuarto día, llamó a su sobrino y le dijo: ¿Hasta cuándo, hijo, me vais a detener?; ruego que os apresuréis a obtenerme pronto la absolución; llámame a un presbítero. Y diciendo estas cosas, de nuevo se quedó sin voz. Corrió el niño al presbítero; era de noche y el presbítero estaba enfermo. Y así no pudo ir, pero como yo había ordenado que no se negara el consuelo de la reconciliación a los moribundos, si lo pedían, y, sobre todo, a aquellos de los cuales constase que lo habían pedido antes, con objeto de que muriesen esperanzados, dio un poco de Eucaristía al niño y mandóle que, mojado, lo diese al anciano y se lo echara en la boca; volvió de nuevo el niño llevándolo; y estando cerca, antes de entrar en la casa, habiéndose repuesto nuevamente Serapión, dijo: ¿Has vuelto ya, hijo mío?, y como el presbítero no ha podido venir, cumple tú, sin embargo, pronto lo que te ha sido ordenado y dejadme. Lo empapó el niño y se lo echó al mismo tiempo en la boca, y apenas lo hubo tragado entregó su espíritu.

(Cartas; BAC 88, 262)