HEXIQUIO DE JERUSALÉN


Murió después del 450, comentó quizá toda la Escritura, de acuerdo con el método alegórico. Confía poco en la filosofía, y sigue bastante a Cirilo de Alejandría en sus explicaciones cristológicas. Algunas de sus obras se conservan.

Comentarios al Levítico

Para recibir la Eucaristía hay que saber qué es el Cuerpo y la Sangre del Señor:

...Si alguno come cosa santa por ignorancia, añadirá un quinto con lo que come y lo dará al sacerdote para el santuario; ni profanarán (los sacerdotes) las cosas santas de los hijos de Israel que ofrecen al Señor, no sea que paguen la iniquidad de su delito al comer las cosas santas. Yo, el Señor, que los santifico.

El Santo de los santos son propiamente los misterios de Cristo, porque son el cuerpo de aquel mismo de quien Gabriel decía a la Virgen: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la virtud del Altísimo te cobijará con su sombra; por eso lo que nacerá de ti será llamado santo, Hijo de Dios. Y también Isaías le llama Santo Señor, y que habita en las alturas, es decir, en el seno del Padre. Pues no solamente aparta de él a los extranjeros, a los inquilinos y a los mercenarios del sacrificio, pero ni siquiera permite recibirlo por ignorancia. Por ignorancia lo recibe quien ignora su eficacia y dignidad, quien no sabe que esto es cuerpo y sangre verdaderamente, sino que recibe, sí, los misterios, pero ignora la eficacia de los misterios. Al cual dice Salomón, o, mejor, el Espíritu que en él hay: Cuando te sentares a comer éon el príncipe, considera con diligencia lo que hay puesto delante de ti. Con lo que claramente también él fuerza y obliga al que ignora a añadir un quinto: porque este quinto añadido nos hace entender con inteligencia las cosas divinas y místicas.

(6, 22; BAC 118, 754)