Matrimonio y familia en la fe cristiana
¿Qué es el matrimonio?
Es aquella especial comunión de vida y amor entre un hombre y una mujer, en la cual se realizan ciertas propiedades y finalidad.
¿Cuáles son las propiedades y finalidades del matrimonio?
- Son varias y complementarias:
· la recíproca donación personal, propia y exclusiva del marido y la mujer;
· la heterosexualidad que lleva al complementariedad interpersonal;
· la unidad ;
· la fidelidad ;
· la indisolubilidad ;
· la fecundidad ;
· la educación de los hijos ;
· la apertura y compromiso hacia la comunidad cristiana y social. ;
¿Qué relación se establece entre el hombre y la mujer en el matrimonio?
El hombre y la
mujer son iguales en cuanto personas y complementarios en cuánto varón y hembra.
En tal modo se mejoran recíprocamente. Su unión también comprende la dimensión
sexual, dónde cuerpo y espíritu se unen, "así que ya no soy dos sino una carne
sola" (Mt 19,6), y, al mismo tiempo, colaboran con Dios en la generación
y educación de nuevas vidas humanas. La unión matrimonial, según el originario
diseño divino, es indisoluble:
"Lo que Dios ha unido, el hombre no lo separe" (Mt 19,6).
¿En qué se basa tal concepción?
Esta concepción del Matrimonio:
- ha sido querida por Dios Creador, que, al principio del mundo, ha creado al hombre "varón y hembra" (Genesis 1,27);
- es evidenciada por la recta razón;
- es reconocida como tal por todas las grandes religiones;
- es elevada por Cristo a la dignidad de sacramento.
¿Cuál es la relación entre matrimonio y familia?
La familia es la sociedad natural se basada en la boda entre un hombre y una mujer. Pues un hombre y una mujer, unidos en boda, constituyen junto a sus hijos a una familia. Cada uno de ellos es persona igual en dignidad a los otros, incluso teniendo cada uno propia y complementaria responsabilidad.
¿Cuál es el papel de la familia?
- La familia es:
· la célula fundamental y central de la sociedad;
· el primer y esencial nivel de la articulación social ;
· el manantial y recurso primario de la sociedad y la solidaridad;
· la fundamental experiencia de comunión y responsabilidad humana y social;
· el lugar natural de la transmisión y continuidad de la vida;
· el entorno de promoción social, desarrollo y tutela de la persona;
· la portadora de valor histórico, social y económico;
· la titular de derechos originarios, reconocida significativamente, generalmente, también a nivel civil;
· la escuela de las virtudes humanas y cristianas;
· la comunidad de fe, esperanza y caridad;
· el lugar del primer anuncio y el crecimiento-testimonio de la fe cristiana;
· la 'Iglesia doméstica.'
¿Qué significa que el matrimonio sea un Sacramento?
Que es signo
eficaz de la unión de Cristo con la Iglesia (cfr. Ef 5,32). El
Matrimonio cristiano manifiesta y encarna el amor nupcial de Cristo por la
Iglesia: "Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia" (Ef
5,25), dando la misma vida por ella.
Este significado cristiano no disminuye sino que confirma y refuerza el valor
humano del Matrimonio.
¿Por qué el amor conyugal es indisoluble?
Los motivos de la indisolubilidad del amor conyugal son:
-la naturaleza misma del amor conyugal que es total y fiel;
-el proyecto originario de Dios;
-el bien de los hijos;
-el ser 'signo sacramental' del amor indisoluble de Cristo por la Iglesia.
¿Cuál es el significado del acto sexual conyugal?
Tiene un doble significado: unitivo (la complementaria donación de amor, total y definitiva, del marido y de la mujer) y procreador (la apertura a la procreación de una nueva vida).
¿Es moral impedir la procreación?
-Cualquier
relación sexual conyugal tiene que quedar abierta a la transmisión de la vida.
Por tanto, es intrínsecamente deshonesta toda acción que, en previsión o en el
cumplimiento o en el desarrollo de las consecuencias naturales de la relación
conyugal, se proponga, como finalidad o medio, hacer imposible la procreación.
-La contracepción se opone gravemente a la castidad matrimonial, es contraria al bien de la transmisión de la vida, aspecto procreador del Matrimonio, y a la donación recíproca de la pareja (aspecto unitivo del Matrimonio), hiere el verdadero amor y niega el papel soberano de Dios en la transmisión de la vida humana.
¿Cómo pueden los esposos regular moralmente los nacimientos?
Con la
continencia periódica y el recurso a los períodos infecundos de la mujer.
El testimonio de las parejas que desde hace años viven en armonía con el diseño
del Creador y lícitamente utilizan, cuando hay una razón proporcionadamente
seria, los métodos justamente llamados "naturales", confirma que los esposos
pueden vivir integralmente, de común acuerdo y con plena donación, las
exigencias de la castidad y la vida conyugal.
¿Por qué los divorciado y vueltos a casar no pueden comulgar?
- Porque su misma situación de divorciado vueltos a casar, siendo gravemente contraria a la enseñanza de Cristo, lo impide. No se trata de ninguna discriminación, sino de fidelidad absoluta a la voluntad de Cristo que nos ha dado y confiado la indisolubilidad del Matrimonio como regalo del Creador.
- Para los divorciado y vueltos a casar civilmente, pueden acceder a la Comunión eucarística únicamente si han recibido antes la absolución sacramental, que puede ser sólo dada a aquéllos que, arrepentidos de haber violado la enseñanza de Cristo, están dispuestos sinceramente a no llevar más una forma de vida en contradicción con la indisolubilidad del Matrimonio. Eso comporta, en concreto, a que cuando el hombre y la mujer, por serios motivos - como, por ejemplo, la educación de los hijos - no puedan separarse, se comprometan a vivir en plena continencia, como hermanos, absteniéndose de los actos sexuales conyugales. En tal caso pueden acceder a la Comunión eucarística, quedando, sin embargo, obligados a evitar el escándalo.
¿Es fácil para los esposos vivir las exigencias de la vida conyugal y familiar?
- Fácil no es, pero tampoco imposible. Dios no pide cosas imposibles. Sobre todo a quién se lo pide, le dona la gracia del Espíritu Santo que, liberando a los esposos de la dureza del corazón, los hace capaces de realizar cabalmente, aunque gradualmente, las propiedades y las finalidades de la vida conyugal y familiar.
- En el camino hacia la santidad, el cristiano experimenta sea la humana debilidad, sea la benevolencia y la misericordia del Dios. Por tanto, el secreto del ejercicio de las virtudes cristianas, y por tanto también de la castidad conyugal, se apoya sobre la fe que nos vuelve conscientes de la misericordia de Dios y del arrepentimiento que acoge humildemente el perdón divino.
- Es indispensable, por tanto, el frecuente y perseverante recurso a la oración, a la Eucaristía y al sacramento de la Reconciliación. El 'yugo', propio de los esposos, no es dulce y ligero porque sea pequeño o insignificante, sino que se hace ligero porque Dios, y junto con él toda la Iglesia, lo comparte.
¿Pueden el matrimonio la familia ser equiparados a cualquier otro tipo de
convivencia?
Absolutamente no. Dada la naturaleza del Matrimonio y la familia, hace falta evitar hacer una equiparación entre familia legítima y uniones de hecho, entre familia y formas de convivencia no matrimoniales, sean heterosexuales sean homosexuales. Una semejante homologación no encuentra, además, ningún fundamento en un buen orden constitucional civil.
¿Cuáles son las tareas de la sociedad y del estado para con la familia?
- La Sociedad y el Estado tienen el derecho y el deber de:
· reconocer los derechos a la familia y adoptar toda medida idónea para favorecer el cumplimiento de las tareas que le competen;
· garantizar el ejercicio más amplio de los derechos y deberes familiares, también promoviendo las responsabilidades de los padres;
· favorecer la igual dignidad de las personas y la superación de los obstáculos que impiden su efectiva realización;
· tutelar la infancia y los derechos de los menores y de los ancianos, con adecuadas medidas de sostén a las jóvenes parejas, a los núcleos familiares socialmente desfavorecidos y a aquellos más numerosos;
· sustentar la familia en el cumplimiento de su función social y económica;
· orientar a tal fin las políticas sociales, económicas y financieras, y de organización de los servicios;
· respetar el principio de 'subsidiariedad', por el cual el Estado no debe sustituir a la familia en el cumplimiento de su papel y funciones, sino que, en caso de necesidad, tiene que ayudarla y sustentarla;
· dar adecuada información acerca del acceso a los procedimientos de adopción;
· reservar a la familia el sitio fundamental, único y exclusivo que le corresponde en la sociedad, no equiparándola a ningún otro tipo de unión o convivencia.
El Primicerio
de la Basílica de San Ambrosio y San Carlo en Roma
Monsignor Raffaello Martinelli
NB: para profundizar el argumento, he aquí algunos documentos de la Santa Sede:
- Catecismo De La Iglesia Católica (CCC), nn. 1601-1666; 2331-2400;
- Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, nn.47-50;
- Pablo VI, Lettera Enciclica Humanae vitae, 1968;
- Juan Pablo II, Esor. Ap. Familiaris consortio,1982; Lettera Ap. Mulieris dignitatem, 1988;
Congregación Por La Doctrina De La Fe, Istr. Donum vitae, 1988; Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y en el mundo, 2004.