TEXTOS
BÍBLICOS, REFLEXIONES |
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2
Re 2,9-12: |
Que
venga sobre mi una parte de tu espíritu |
Sal
130 (129): |
Clamo
al Señor |
Flp
3,8-16: |
Dios
os haga ver claro |
Jn
16,4-15: |
Os
iluminará para que podáis entender la verdad completa |
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Comentario Siempre los cristianos han tenido tiempo para buscar a Dios para que les guíe y les proteja. Dios siempre intuye las manifestaciones de nuestras dudas y pronto nos reconforta y nos devuelve la confianza. Aunque damos gracias por los evidentes progresos ecuménicos durante el siglo pasado, es importante no preguntarnos "¿cómo hay que ir adelante?". Cuando buscamos respuestas sabemos que todavía no todo ha sido revelado. Dios nos llama a hacer la voluntad de Cristo y nos anima constantemente en nuestros esfuerzos de acercamiento. La pregunta es parte de nuestro peregrinar a la búsqueda de la verdad a fin de crecer en Cristo, los unos con los otros. Descubriendo lo que él quiso por nosotros aprendemos a ver, a escuchar, y a respetar a nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Cuando el Espíritu Santo nos introduce profundamente en el misterio de Cristo crucificado y resucitado nos revela que los sacrificios podrían ser deseados. Nuestra duda e inquietud resultante nos causa ansiedad. Nos cuesta separarnos de cosas que tenemos y que nos son familiares. Podemos sin embargo estar seguros de que el Espíritu Santo transforma todo lo que nos hace sufrir en la inmensa gloria de Cristo. El Espíritu nos dará una gran confianza en la llamada de Cristo. Esto es un signo de la madurez del movimiento ecuménico; el camino podía comportar obstáculos pero esta es la voluntad de Dios de cara a su pueblo. Los cristianos desean profundamente que se cumpla la llamada a la unidad. En la confianza renovada de que "el Espíritu Santo os llevará a la verdad plena" y se revelará. Pedimos por la esperanza que nos ilumina, que es la promesa de Dios al mundo. Oración Señor, tú eres el camino, la verdad y la vida.
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