JUEVES SANTO
Sobre la primera lectura: Exodo 12, 1-8. 11-14


-La cena pascual. Es la descripción del ceremonial judío del «cordero pascual». Una ceremonia que Jesús vivió todos los años de su vida... hasta ese día, jueves, víspera  de su muerte en la que, pasando él mismo a ser el cordero que quita el pecado del mundo,  transformó en "misa" esa comida ritual. Contemplo a Jesús, en la mesa, con sus amigos, viviendo ese ritual... tan lleno de  símbolos.

-Este mes será para vosotros el primero de los meses... Pascua se inserta en el calendario de los hombres. «En el tiempo», en la historia de nuestra época, en la historia de mi propia vida, es donde  se inserta nuestra «salvación». Este año... mi Pascua no será la del año anterior. «Este mes marcará para vosotros el  comienzo del año». ¿Qué nuevo año inaugurará esta Semana Santa para mí? 

-Si la familia fuese demasiado reducida para todo un cordero, invitará al vecino, más  próximo. Tomarán sangre y untarán con ella las dos jambas y el dintel de la puerta... Rito comunitario. ¡No puede cumplirse solo, individualmente!. Rito actual. No es sólo recuerdo del pasado, de la «liberación de Egipto»... Es también la  «liberación actual». Cada generación está comprometida a ese rito. Todos los años, ¡cada una de las casas es señalada con la "sangre" que salva! Este año,  cada casa, cada cristiano, necesita participar del sacrificio de Jesús. Mi confesión y mi comunión de Pascua... ¡Vivirlas con menos banalidad que de costumbre! ¡Liberado! ¿Estoy realmente  convencido? ¿Siento que lo necesito? 

-Me tomaré justicia de todos los dioses de Egipto: «Yo soy el Señor. Veré la sangre y pasaré de largo ante vuestras casas, y no habrá plaga  exterminadora entre vosotros. La sangre que salva del mal. La sangre que «quita el pecado del mundo». Por tu Cuerpo, sanados... por tu sangre, sanados. Sana, Señor, el corazón del hombre.

-Ceñidas vuestras cinturas, el bastón en la mano. De generación en generación lo  celebraréis como fiesta... Yo soy también un «peregrino» en marcha hacia la Tierra Prometida. ¿De veras estoy  disponible, presto a partir para la gran aventura del éxodo? Esta noche se sale de Egipto y  se va... hacia la tierra que Dios nos promete. Se deja la tierra de esclavitud, y se va hacia la  tierra de libertad. ¿Cuándo se llega? Se deja la vida de pecado y se va hacia una vida de  santidad. ¿Cuándo llegaremos?  Por el momento, lo importante no es haber llegado sino haber tomado el rumbo. Cada una de las misas comporta también todos esos simbolismos. Leo de nuevo esos párrafos y los voy aplicando a la misa.

NOEL QUESSON
PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 3
EDIT. CLARET/BARCELONA 1983.Pág. 168 s.