Visita a las hermanitas de Pobres
Residencia
de Ancianos
Estambul, 28 noviembre 2025
Queridas hermanas y queridos hermanos, ¡buenos días!
Agradezco de corazón las palabras de bienvenida de las hermanas, y la hospitalidad que todos ustedes me han mostrado. ¡La hospitalidad es el don de esta casa! Un don que viene de Dios y que las hermanitas de los pobres, los trabajadores y los benefactores, así como todos los huéspedes, hacen fructificar en su convivencia cotidiana. ¡Gracias a todos!
Me gustaría compartir con ustedes dos sencillas reflexiones.
La primera se inspira en el nombre de ustedes, queridas hermanas: se llaman "hermanitas de los pobres". Un nombre hermoso, y que ¡da qué pensar! Sí, el Señor no las ha llamado sólo para asistir o ayudar a los pobres. ¡Las ha llamado a ser sus hermanas! Como Jesús, a quien el Padre envió no sólo para ayudarnos y servirnos, sino para ser nuestro hermano. Éste es el secreto de la caridad cristiana. Antes que ser para los demás, se trata de estar con los demás, en un compartir basado en la fraternidad.
La segunda reflexión me la sugieren ustedes, queridos huéspedes de esta casa. Ustedes son adultos mayores. La palabra mayor corre hoy el riesgo de perder su significado más verdadero. En muchos contextos sociales, donde domina la eficiencia y el materialismo, se ha perdido el sentido del respeto por las personas mayores. En cambio, la Sagrada Escritura y las buenas tradiciones nos enseñan que (como solía repetir el papa Francisco I) los ancianos son la sabiduría de un pueblo, una riqueza para los nietos, para las familias, para toda la sociedad.
Por todo ello, va un doble agradecimiento a esta casa que, en nombre de la fraternidad, se abre a la acogida de los adultos mayores. Esto, lo sabemos, no es fácil, y requiere mucha paciencia y oración. Por eso, roguemos al Señor que les acompañe y les sostenga. Invoco sobre todos ustedes la bendición de Dios.
León XIV
Act:
28/11/25
@viaje
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E D I T O R I
A L
M
E
R C A B A
M U R C I A
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